Los mejores para el servicio público
Un reciente caso que involucra a un funcionario fiscal en una red de narcotráfico, vuelve a poner en la palestra en la necesidad que no basta con pertenecer a un partido político para llegar al aparataje estatal. El caso es reciente pero se puede deducir que tenía acceso a información privilegiada y se valía de su condición para evadir controles al momento de transportar la mercancía ilícita.
Un fuerte remezón sacudió a las filas de Renovación Nacional en la Región, tras conocerse que uno de sus militantes, funcionario de la Subsecretaría de Prevención del Delito fue detenido como parte de una banda de narcotraficantes que realizaban ilícitos entre las regiones de Tarapacá y Antofagasta. Y no se trataba de cualquier empleado, sino del supervisor de los drones de vigilancia que estaban dispuestos para prevenir y combatir actos delictuales en la zona.
El caso es reciente y son muchas las aristas investigativas para determinar el grado de implicancia del funcionario fiscal. Pero se puede deducir que tenía acceso a información privilegiada y se valía de su condición para evadir controles al momento de transportar la mercancía ilícita.
Lo hacían en vehículos con logotipos del gobierno y el detenido solía enseñar su credencial de trabajador de esa repartición pública y así evitar fiscalizaciones.
Era una organización que estaba muy bien estructurada y con misiones claras y definidas. Y, se entiende, que una de las piezas fundamentales era el supervisor de los drones por el conocimiento de las labores de vigilancia y las estrategias de combate al delito.
Si bien las responsabilidades en este y otros casos son individuales, bien vale la pena preguntarse cómo llegó a esa función y de acuerdo a las indagaciones es por su activa participación partidista.
Y lo ocurrido, que es una práctica habitual en los distintos gobiernos, en que las competencias, condiciones valóricas y experiencia quedan postergadas en desmedro de la condición de militante de uno de los partidos de la coalición gobernante.
No llegan los más capacitados y eso junto con ser discriminatorio deteriora el aparataje estatal con la inclusión de quienes no están capacitados, además se abre una opción para que ingresen los que no saben del servicio público y de su importancia, sino que buscan formas de aprovecharse del sistema.
Este caso debiera servir de ejemplo para que en el futuro no sólo se siga con el "cuoteo político" en desmedro de funcionarios de carrera o de profesionales con méritos que postulan a los cargos y quedan marginados por los privilegiados que cuentan con "padrinos" que lo ayudan a ascender sin ser siempre los mejores o los más capacitados.