"No hay día en que no mire la costa y busque los atardeceres que nos entrega Antofagasta"
ANTOFAGASTINIDAD. Valentina Timbres Vicencio, ingeniera y artesana.
Valentina Timbles Vicencio se desempeña como ingeniera de proyecto y paralelamente se dedica a su emprendimiento Copihue Bazar, marca especializada en la creación y recolección de piezas como accesorios en piedras con minerales y metales. Entre sus prioridades esta perfeccionarse en el rubro de la orfebrería para potenciar su proyecto.
"Emprender ha sido un camino de mucho aprendizaje personal y teórico, también de algunos cuestionamientos como ¿Por qué no te dedicas solo a la ingeniería? ¿Para qué estudiaste si vas a ferias? Y mi respuesta siempre es: Porque me gusta".
¿Dónde naciste y qué recuerdos guardas de tu infancia?
Soy nacida y criada en Antofagasta. Me encanta mi ciudad, cada vez que llego de algún viaje me emociono de ver los cerros y el mar. Mis recuerdos de infancia tienen relación con estos, idas a la playa, a tomar tecito por la costa, caminatas al cerro, veranos en las playas y visitas a la desaparecida Playa Club, paseos por la feria de las pulgas y mi tiempo compartido con mis abuelitos de ambos padres, en Antofagasta y en San Félix (Alto del Carmen).
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Actualmente dedico mi tiempo libre a mi proyecto personal que es Copihue Bazar, buscando materias primas, piedras naturales y gemas semi preciosas de todas partes del mundo, pronto quiero perfeccionarme en el rubro de la artesanía en metal como oficio. También soy parte del proyecto Arte en la Costa de Andrea del Solar, a quién agradezco infinitamente por permitirme conectarme con mi lado más artístico. Paralelamente trabajo en una empresa de ingeniería y me desempeño como ingeniera de proyectos.
¿Cuál es tu lugar favorito de la región, por qué?
-Mi lugar favorito es la costa enterita, no hay día en que no la mire y busque los atardeceres que nos entrega Antofagasta y esos arreboles maravillosos. La costa ha sido un lugar de sanación, ya sea por una alergia por su brisa marina o para alegrar el alma con una escapada nocturna o bien temprano en la mañana.
¿Qué te mueve, cuáles son tus grandes pasiones en la vida?
-Aún estoy descubriéndolo, siento que son etapas en la vida de cada persona y que somos capaces de desempeñarnos en infinidad de cosas, varias a la vez o ninguna. Actualmente me apasiona crear accesorios y que a las personas les gusten y los usen como amuletos o porque son lindos. También me gusta mi trabajo profesional, el desafío de un nuevo proyecto y estudiar algún área que quizás no la pasamos en la universidad y espero para mi rubro un futuro sustentable al menor plazo posible y la integración en las carreras de ingeniería la conciencia ambiental y humana.
¿Cuál fue la mayor enseñanza de sus padres?
-La resiliencia, me han enseñado que son etapas, son ciclos, lo importante es el objetivo final que es ser feliz con lo que estemos haciendo y buena persona para uno mismo y para la comunidad. Mis papás son personas extremadamente amables, tengo la fortuna de que estemos juntos y estoy agradecida de haberlos elegido como mis padres.
¿En lo personal, cómo lo ha marcado la pandemia?
-Ha sido negativo y positivo en partes iguales, negativo por el sentir de las personas que lo estaban y están pasando mal, personalmente, me permitió parar el ritmo en el que iba y replantearme lo que estaba haciendo ya que tenía muchos proyectos en mi mente y tuve que hacer lo que era más viable. Seguí trabajando en ingeniería, estaba mucho en terreno pero también seguí con Copihue, tuve muchos pedidos, la venta online creció un montón y yo feliz de hacer lo que me pidieran como japa malas personalizados, pulseras con las piedras de nacimiento o zodiacales, pude aprender mucho aunque extrañaba las ferias de Arte en la Costa y ahora estoy emocionada porque vuelven los colores a la costa.
¿A quién o quiénes admiras?
-A muchas personas, a las mujeres de mi familia principalmente, las admiro por la valentía que han tenido al desarrollarse como mujeres profesionales cuando tenían todo en contra, incluso en áreas masculinas y especialmente a mi mamá Irina que es una excelente docente, primero universitaria y hoy cumple una labor social trabajando con el centro penitenciario femenino y en el liceo Antonio Rendic incentivando los estudios superiores a todos sus alumnos y entregando herramientas para que puedan mejorar su vida, todo lo hace con mucha dedicación y cariño. También admiro el mérito de todos quienes son capaces de emprender con sus creaciones, considero que es un acto de rebeldía que debe ser reconocido y también admiro a quienes están dispuestos a siempre aprender.
¿Cuál es tu mayor sueño? ¿Estarías dispuesta a compartirlo?
-Seguir siendo feliz, es un poco cliché, pero cuando lo pienso siempre llego a la conclusión de que todo lo que esté haciendo o quiera hacer sea para seguir siendo feliz, y obvio que me gusta compartirlo y que todos seamos felices en las distintas etapas que estamos viviendo, que pueden ser muchas, pero saber que somos personas muy capaces y podemos reinventarnos constantemente para alegrarnos la vida y al resto. Buscando la felicidad podemos crear oportunidades y espacios para desarrollarnos en una sociedad justa y digna.