Autoridad o responsabilidad
"Se nos avecina un nuevo gobierno ciudadano, entonces se hace urgente avanzar en concretar el anhelo de todos". Hugo Benítez Cáceres, Médico
Un nuevo ciclo que se avecina. Dado por el cambio climático, los devenires de la pandemia, la aún elevada tasa de cáncer regional y el cambio de gobierno que se acerca, nos abren una oportunidad única de repensar nuestra región.
Por qué no pensar en superar los malos indicadores oncológicos, la contaminación, soñar con un parque metropolitano en pleno centro de la ciudad, donde la familia antofagastina pueda descansar, pasear y hacer deporte al aire libre, usar más el borde costero y el mar.
Para alcanzar esos sueños debemos lograr superar los pasivos ambientales en nuestra ciudad, renunciar al transporte, acopio y exportación de polvos y metales pesados por el puerto, ubicado en el centro de Antofagasta. Sustancias altamente nocivas, que representan un enorme riesgo para la salud de la familia antofagastina y regional.
Debemos considerar la necesidad de abordar las nuevas formas de transporte a escala humana, crear ciclovías seguras y efectivas, desplegar un Metro elevado por la franja del ferrocarril, similar al de Medellín. También necesitamos contar comuna o varias plantas de aguas servidas modernas que rieguen nuestros parques y plazas, apurar la segunda desaladora que nos libere del arsénico.
Algunos hablan de la necesidad que la "Perla vuelva a brillar", o que avancemos hacia una "Región Saludable", siendo ambos una forma interesante de hacer entender al ciudadano, sobre lo que todos queremos lograr.
Para alcanzar estos objetivos, no podemos seguir pegados solo al slogan. Para que la ciudad brille, y que nuestra región sea saludable, necesitamos que se laven las calles al finalizar cada jornada y se genere una política preventiva de salud, junto con la mejor infraestructura pública existente, digna de una verdadera capital minera del mundo del siglo XXI.
Para ello, debemos planificar en conjunto, con disposición a escucharnos. Terminar con que el negocio de unos pocos siga costando la salud de todos. A través de cabildos o consultas ciudadanos, debemos incorporar las más diversas opiniones, que vengan expertos en política pública, sanitaria, ambiental, del mundo minero privado y público, para alcanzar el sueño de una nueva Antofagasta.
Todos queremos tener una urbe moderna para vivir sanamente, tranquilos, sin riesgo de cáncer, con zonas de esparcimiento para nuestras familias, dejemos de ser zona de sacrificio, de paso, de área de cáncer o dormitorio minero.
Los esfuerzos ciudadanos de "no al galpón", de "este polvo te mata, "no más quemas", y otros, que han expresado con justicia el malestar ciudadano por la mala calidad de vida, requieren una solución definitiva a esas demandas insatisfechas y eso el nuevo gobierno lo sabe.
Muchos de quienes encabezaban esas banderas y marchaban en las calles, hoy ocupan cargos de poder.
Se nos avecina un nuevo gobierno ciudadano, entonces se hace urgente avanzar en concretar el anhelo de todos. De lo contrario mañana, muchos podrían elevar su crítica diciendo que esos reclamos fueron sólo obtener notoriedad y luego ostentar cargos públicos, enrostrándoles a quienes no cumplieron, la clásica crítica chilena: "otra cosa es con guitarra".