"Siempre lo hice. Cuando estaba en el 'Chago' íbamos a la cárcel o a poblaciones donde había mucho riesgo de drogadicción o delito, como en Cerro Navia, por ejemplo. Recuerdo que cuando estaba en Chillán, mis compañeros se burlaban porque siempre me veían predicando fuera del mall. Siempre he llevado a Dios y su palabra conmigo y acá también lo he podido desarrollar", reconoce.
Pero Calama es una ciudad más chica y acá se conocen todos. Le extraña a la gente ver a la figura de su equipo parada en la calle predicando.
Sí, pero ya estoy acostumbrado, no me da vergüenza. Hay gente que me ha visto predicando en la plaza y al principio, como que llama mucho la atención. Pero es algo que hago hace tiempo porque lo siento así y porque me siento cómodo. Y si eso puede ayudar a otros, al ser uno un poco más conocido, mucho mejor.
¿Qué le dicen?
-Nada, como que miran y se preguntan, ¿será él? Y después van y me felicitan por lo que hago. Pero está muy bien. La idea es llegar con un mensaje de esperanza en un mundo donde hoy hay cada vez más gente sola, aproblemada, al borde de la depresión, que siente que no hay salida. Lo que hago es decirles que siempre Dios va a tener un camino para que puedas enmendar tu vida y tratar de ser feliz.
Esto le convierte en un actor social. ¿Cómo ve el Chile de hoy, el Calama de hoy, donde se viven realidades que hace diez años no se veían, con más delincuencia, con más drogadicción, con asesinatos todas las semanas, con menos seguridad?
-Es que está escrito que la maldad se va a ir multiplicando y por eso es que es necesario que los que estamos del otro lado vayamos haciendo algo por combatirla o por hacerle frente. Seas de una iglesia, de una comunidad, de un grupo de vecinos. Siempre la unión hará que los que quieren vivir mejor puedan hacerlo y ponérseles en frente a los que quieren hacernos la vida más difícil.
Muchos dicen: "Escalante pregona la palabra de Dios pero celebró un gol que no era".
-Ese gol provocó mucho juicio moral y yo lo entiendo porque evidentemente no entró al arco. Hasta lo bautizaron en el mundo como el "gol fantasma" y me involucra directamente. Siempre he dicho que no cobré el gol, que levanté las manos porque vi que la pelota iba al arco, que es un reflejo natural y que si pasó lo que pasó y a alguien le molestó, soy el primero en pedir disculpas porque nunca fue mi intención perjudicar a nadie.
Desafío
"Chiquito" sabe que ante Santiago Morning hoy al mediodía será un partido especial. "Yo jugué muchos años ahí, tengo un agradecimiento muy grande por ese club, por la gente de allá. Hay muchos compañeros que todavía están ahí y jugamos varios años juntos. El cariño y el respeto está pero yo soy jugador de Cobreloa. Quiero ir, ojalá ganar y en lo posible, tratar de convertirles también".
Esa meta de 30 puntos en la primera rueda puede ser incluso mayor si ganan en La Pintana y después, los dos pendientes que tienen de local...
-Esa meta es el piso, es lo mínimo que esperamos sumar en base a los partidos que nos quedan y el puntaje que llevamos. Yo quiero ganar lo que queda. Imagínate con 33 y quedando toda una rueda, con varios de esos equipos que están con nosotros o con el mismo Magallanes teniendo que venir a Calama. Quedamos en la pelea con toda una rueda por delante.
¿Siente que se les escapó Magallanes y el objetivo debe ser el segundo lugar?
-Hoy, el objetivo es sumar lo que se pueda y después veremos si nos alcanza porque los rivales también juegan. Mucho se habla de si ser segundo es malo para este plantel o si nos sirve y nosotros llegamos a Cobreloa con un solo objetivo, que es devolver a este club a Primera División. Siendo campeón, siendo segundos y ganando la definición, teniendo que jugar la liguilla. Ese objetivo hoy está intacto.
¿Va en ofensiva con Minoban Becerra, con Carlos Sepúlveda, con Luciano Parra, o solo?
-El profe -Emiliano Astorga- da el equipo antes del partido. No lo ha entregado aún pero cuando no está El "Pájaro" -Roberto Gutiérrez- hay gente que puede reemplazarlo y que tendrán una muy buena oportunidad para mostrarse.
"Siempre he dicho que no celebré el gol -contra Wanderers-, que levanté las manos porque el balón iba al arco y que si eso le molestó a alguien pido las disculpas".
"Nosotros llegamos a Cobreloa con un solo objetivo que es devolver este club a Primera División, sea siendo campeón, como segundo o peleando liguilla".
Su apodo de "Chiquito" se debe a la contextura que lo hizo notar desde sus primeros años en Chile defendiendo la camiseta de Santiago Morning. Pero el goleador de Cobreloa, David Escalante tiene una faceta por muchos desconocida y que lo hace acreedor del sobrenombre del "Predicador del Gol". Como miembro de una comunidad evangélica, el delantero no sólo comparte en misas y reuniones sino que sale a las calles a entregar mensajes de esperanza.