El rol de las mineras en los territorios
Ser un actor social permanente y generar confianzas son aspectos que deben seguir reafirmándose en las zonas productoras. Reforzar esta tarea y actuar con creatividad puede ser el camino para que se entienda que una Región como Antofagasta tiene convivir con la minería de buena manera.
La gran mayoría de los chilenos insiste en que la minería debe entregar mayores recursos al país y a las comunas productoras. No todos saben los niveles de impuestos y otros aportes que realizan las empresas del rubro, sin embargo, sienten que es insuficiente y no les desagrada que las industrias vuelvan a ser administradas por el Estado.
De hecho, durante los primeros debates de la Comisión de Medio Ambiente de la Convención Constitucional el tema se discutió largamente y los primeros acuerdos definieron la expropiación de las grandes mineras, sin una estimación de los costos o cómo se pagarían las expropiaciones.
Esas iniciativas fueron cambiando con el avance de la labor de los constituyentes y finalmente respetó gran parte de lo que ya se conocía salvo algunos detalles que aún siembran dudas y repercuten en la inversión en el rubro.
Lo cierto es que la minería es inherente a nuestra patria. La historia del país está ligada a la exploración y explotación minera y si bien en un momento hubo abusos y contaminación, los procesos mineros han avanzado en un camino de mayor respeto a los trabajadores y del medio ambiente. Por ello, la cantidad de trabajadores que busca llegar a estas empresas sigue creciendo y son muchos los que están a la espera de un cupo disponible.
Lo mismo ocurre en la relación con las comunas en las que están instaladas sus operaciones y cada vez más se conoce respecto al apoyo a diversas iniciativas.
Entonces que es lo que falta o qué más puede ocurrir para que se entienda e rol de la minería y el aporte de privados, el que difícilmente puede ser reemplazado por el Estado. Principalmente en exploración donde se destinan grandes sumas sin la certeza que tendrán éxito, esos riesgos los puede correr un privado no así un Estado al que acusarían de despilfarrar recursos.
La minería hace años viene en una etapa de acercamiento y con una mirada distinta. Tratar de involucrarse en las comunidades y que se distinga que sus aportes no son sólo pequeñeces, también están preocupados de cómo convertirse en un gran apoyo para el desarrollo de las distintas comunidades.
Reforzar esta tarea y actuar con creatividad puede ser el camino para que se entienda que una Región como Antofagasta tiene convivir con la minería, sus aportes y con un mínimo de externalidades.