"La primera vez que llegamos a la definición nos conformábamos con alcanzar tan alto puesto. En la final pasada íbamos con mucha motivación pero sabíamos que el rival era muy fuerte. Esta vez, y sin sentirnos campeones ni mucho menos creemos que llegamos con una madurez mayor, después de haber marcado diferencias en las fases anteriores. Nunca tuvimos tanta confianza en la antesala de una definición como en este año", afirma Jorge Morales, el joven (28) y destacado técnico loíno que está al frente del campeón de la Asociación Chuquicamata.
¿Se saben favoritos?
-No nos sentimos favoritos pero creemos que hemos hecho más mérito que nunca para ser el primer campeón de serie honor regional representando a Calama. Como dice Erick -Fabián, ex Cobreloa y una de las figuras del equipo-, vamos "con confianza pero nunca confiados"...
¿Los va a complicar jugar la final en una cancha de pasto?
-No creo. Si yo fuera cabalero diría que sí porque con este mismo equipo o con selecciones de nuestra asociación me tocó perder en esa cancha pero este año, en la fase de grupos, nuestro mejor partido fue jugando y goleando allí, así que vamos con mucha confianza por ese lado.
Dónde esta el secreto para mentenerse tanto tiempo compitiendo y peleando el título en todos los torneos que juegan. ¿Les pagan a los integrantes de este equipo?
-Ese es un mito que anda dando vueltas y que tiene que ver con una especie de envidia que se da en el fútbol amateur, sobre todo en Calama, donde al que le va bien la tiran algo de cizaña, aunque este año he notado menos chaqueteo y más apoyo. Nosotros no pagamos sueldos. Es más, hasta hacemos cuota para pagar la cancha de entrenamiento en la semana...
Pero alguna clave debe haber...
-Siento que es el tan niguneado proceso. Yo empecé con este grupo hace ocho años, hay chicos a los que conocí cuando iban en segundo medio y ahora son profesionales o tienen trabajo estable, familias. Hay jugadores de hasta 34 años como el 'Mono' Ramírez -Claudio- que han ido a selecciones de otras comunas, han ganado nacionales pero siguen en este club. A esos cuatro o cinco experimentados les hemos ido sumando gente joven que se integra a la juvenil y va subiendo más otros experimentados. Este año, trajimos refuerzos de otras comunas y vino Felipe Palacios, que jugó en Primera con Cobreloa. Es una base que tiene muchos años y se mantiene.
¿Tienen apoyo de la comunidad? Sienten que pese a tres finales regionales, tres copas de campeones en Calama y siete ligas consecutivas no han valorado ese proceso?
-La verdad es que a nosotros nos tiene sin cuidado si nos destacan o no porque acá hacemos todo, desde conseguirnos dineros para viajar, jugar, pagar gastos. Hay mucha gente que nos ayuda. Para el viaje del sábado, el alcalde Eliecer Chamorro siempre ha tenido disposición para facilitarnos un bus y esperamos conseguir otro, para que vaya la gente y ojalá podamos celebrar en Tocopilla. Nosotros entrenamos, concentramos en la residencial de un jugador nuestro que nos cobra más barato. Y todos ponemos cuota porque además de estar acá, hay que trabajar al otro día. Lo hacemos porque creemos en el grupo y espero que esta vez tengamos el premio que tanto tiempo llevamos persiguiendo.
Menotti
Lejos de ser un entrenador amateur clásico, con ganas y sin formación, lo de Morales tiene escuela y proyección. No sólo funciona como DT, administrador y presidente del club calameño sino que además trabaja como entrenador en la escuela de fútbol de Universidad de Chile en Calama y ya cursa el tercero de cuatro años de formación profesional de César Luis Menotti, que se imparte en Buenos Aires y donde es alumno vía telemática.
"Desde que tenía 15 años y no encontré mi lugar como un futuro futbolista profesional que decidí que mi veta iba a ser la del entrenador. Y después de hacer unos cursos con el INAF en Chile decidí que la mejor escuela era la del fútbol argentino", señala.
¿Por qué al otro lado de la cordillera y no en Chile?
-La filosofía de fútbol que tiene Menotti siempre me gustó. De allí surgen grandes entrenadores de la actualidad como Guardiola o incluso el actual entrenador de la selección argentina -Lionel Scaloni-, que tienen un estilo que va por el lado que yo quiero desarrollar, en cuanto a juego y manera de ver este deporte. Y si elegí hacer el curso en Argentina tiene que ver con que ellos tienen una manera de ver el fútbol muy distinta a cómo ven y forman a los entrenadores chilenos. No sólo desde lo táctico sino en cómo se relacionan con el jugador.
Pero acá le cierran las puertas a los entrenadores chilenos nuevos, más cuando no son ex futbolistas con redes de contacto...
-Eso lo sé y entiendo que mi camino es muy largo aún. Pero siento que tengo que irme abriendo espacios, llegar algún día a trabajar en un equipo aunque sea de Tercera División y desde ahí hacerme un nombre como muchos de los entrenadores de la nueva camada en Chile. La escuela de Menotti está reconocida por la Conmebol y ahora se convalida el título en Chile con menos complicación. Es el sueño que persigo y voy a seguirlo, por más complicaciones que se presenten en el camino.
¿La idea es dedicarse al fútbol formativo como ha sido tu corta carrera hasta ahora o quieres intentar en la competencia profesional?
-Lo de formar niños en el fútbol es una experiencia que disfruto mucho, donde se aprende todos los días. Pero yo quiero llegar al fútbol competitivo, convivir con esa sensación de tener que rendir todas las semanas, plantearse objetivos de alta competencia e irlos cumpliendo.
¿Hay más gente en Calama que se está especializando?
-Javier Macaya, que tiene la escuela de la "U" en Calama fue alumno mío, hizo el curso de entrenador, instaló la academia y ahora trabajo con él. Sé de otros que han visto que se puede y cómo algunos ya están abriendo camino. Finalmente, sólo se trata de trabajo y perseverancia.
"Los argentinos tienen una forma de ver el fútbol muy distinta a cómo ven y forman a los entrenadores chilenos".
"Nosotros no pagamos sueldos. Hasta hacemos cuota para pagar la cancha de entrenamiento".
Este sábado habrá campeón en el Regional de Clubes de ANFA y lo definirán los mismos equipos que la disputaron en su último año, el 2019. Por un lado, Central Norte de Antofagasta, actual monarca y al frente, Eléctricos Refinería, equipo que perdió la anterior definición antes de la pandemia y que tendrá su opción de revancha en la misma cancha donde vio escapar el título hace tres años: el Municipal Ascanio Cortés de Tocopilla.