Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Contraportada

¿Fricción?: el "tenso" ambiente al interior del Partido Socialista regional

POLÍTICA. Militantes históricas descartan división de las filas. Acusan campaña comunicacional tras el desalojo de la polémica "toma VIP", donde estuvo involucrada la excandidata al Senado Jacqueline Santander, hoy suspendida del PS.
E-mail Compartir

Los últimos antecedentes que marcaron al Partido Socialista en la Región de Antofagasta solo acentuaron una sensación que se arrastra de hace semanas: existiría una división al interior de las filas locales de la tienda.

Durante la semana pasada se filtraron tres documentos, uno dirigido al tribunal regional de los socialistas y los otros dos al tribunal supremo del PS.

En el primero, se asegura que el exadministrador municipal y militante Luis Caprioglio "ha sido denunciado por cohecho ante la policía de investigaciones por la afectada señora Ana León García, denuncia que fue derivada al Ministerio Publico para la respectiva investigación". Según el documento, Caprioglio habría pedido $5 millones a la denunciante, "diciéndole que al pagar se ganaba la concesión de inmediato" del casino municipal.

Caprioglio ocupó dicho puesto durante la administración del alcalde Wilson Díaz, compañero de partido. También es esposo de la delegada Karen Behrens (PS).

Mientras, dentro de los oficios remitidos al tribunal supremo se encuentra uno en contra de la consejera regional, Andrea Merino, quien hasta mayo del 2022 fue la presidenta regional del PS. Se menciona que habría ocupado "su cargo para negociar distintos puestos en el gobierno (…) entre ellos uno para ella en la delegación presidencial como encargada de agenda de la delegada presidencial, Karen Berhens".

La otra misiva al tribunal supremo apunta a Rubén Rojo, actual director del Cicitem.

La toma VIP

Lo cierto es que esto no es la primera vez que los roces internos del PS traspasan a lo público. Hace poco más de un mes también se hizo visible luego del desalojo de la polémica "toma VIP", donde estuvo involucrada la excandidata al Senado por este partido Jacqueline Santander, hoy con su militancia suspendida.

Cabe indicar que Santander es pareja del exalcalde Díaz.

En entrevista con El Mercurio de Antofagasta al poco tiempo del desalojo de la toma, el exjefe comunal aseguró que dentro del PS había "un quiebre total y absoluto", y que la consejera Merino "está declarando la guerra a nuestra tendencia".

Luego de la expulsión y demolición de la toma, Santander interpuso un recurso contra la DPR. Sin embargo, la resolución de la corte fue contundente contra la excandidata: se rechazó en un fallo unánime.

"No es real"

Dos reconocidas militantes socialistas en la región descartan el quiebre y la denominada "guerra" a la tendencia. "Esto pasa cuando a las mujeres nos va bien en política y algunos politiqueros no pueden aceptarlo", enfatiza la exconsejera Sandra Pastenes.

"A una le pegan directamente", comenta Pastenes, y que "a la otra a través de un familiar". "No hay nada peor en todo orden de cosas que hombres y mujeres misóginos", agrega Pastenes. Y agrega que "Andrea (Merino) fue llamada por la delegada a contribuir a su gestión. Son dos mujeres que han debido soportar muchas agresiones. Pero ahí están, de pie y firmes, como somos nosotras. Espero que la mentira y la violencia, sea sancionada legal y moralmente".

En la misma línea, la exgobernadora Fabiola Rivero comenta: "Me da una profunda tristeza, de todo corazón, el que se muestre comunicacionalmente un partido fraccionado, lo que no es real. Porque hasta antes de que se supiera de la denuncia que se había interpuesto en contra de las personas que habían tomado los predios fiscales, conocido como 'toma VIP' en el Huáscar, nada de esto existía. Si hubiese existido una fricción a tal nivel como se ha querido manifestar por parte de los terceristas involucrados en la toma, ya lo hubiésemos sabido antes, ¿no cree usted? Todas las organizaciones colectivas tienen matices y divergencias, todas".

Rivero asegura que "es una estrategia comunicacional que está intentando poner de relevancia la existencia de una falacia". Reitera que "no existe esa división, lo que existe la molestia de un grupo determinado de personas" que pertenecen a la corriente del tercerismo.

Pero la exautoridad aclara que "ni siquiera estamos hablamos de todo el tercerismo a nivel regional ni nacional. Estamos hablando de un grupo de personas que pertenecen a esa corriente ideológica al interior del partido, que tristemente se han visto involucradas en situaciones complejas desde la ética y también algunas veces constitutivas de delito".

Con todo, añade que, "en mi opinión, esta intención de demostrar el quiebre interno y, por otro lado, de manifestar los graves problemas que hay en el interior, es con el objetivo de que la comunidad vea que son muchas las personas que tienen conductas reñidas con la ética. Pero no es real".

Análisis

La situación, para el analista político Cristian Zamorano, "es lavar en público ropa sucia". Argumenta que "no tiene otra finalidad que seguir con las confrontaciones de corrientes antagonistas dentro de un partido. Los tribunales supremos no es más que la continuidad de la vendetta, con nuevos medios".

Además, Zamorano recalca: "¿Interesa esto a la comunidad? ¿Atenúa el hecho de que se hayan tomado terrenos de manera a lo menos irregular, y quizás ilegal? No estoy seguro".

"En un contexto, donde se está pidiendo más seguridad, donde el Rechazo aplastó al Apruebo, en un partido que apoyó al Apruebo, seguir haciendo público divisiones sobre cosas internas del partido debilita al PartidoSocialista", añade.

¿Podría afectar esto a la imagen de la delegada Behrens? El analista político Osvaldo Villalobos enfatiza que "espero que la política esté madura absolutamente para que la evaluación de Karen Behrens se haga en torno a su trabajo político, técnico y administrativo, no de lo que la rodea. Eso sería una muy mala señal política para la comunidad en general".

"Lo que sí se daña es la imagen del partido en términos generales, respecto a que es imposible entender para la ciudadanía cómo un bloque político pretende gobernar o dirigir de alguna manera el devenir de una región, si ni siquiera ellos tienen los códigos mínimos para mantenerse unidos medianamente".