El largo viaje musical de Serrat acaba donde empezó, en su Barcelona natal
ESPAÑA. Hoy el cantautor comienza a despedirse definitivamente de los escenarios después de una gira internacional que duró ocho meses.
Lágrimas, sonrisas, ovaciones interminables y muchas emociones es lo que ha repartido y recogido Joan Manuel Serrat en la gira de despedida que durante los últimos ocho meses ha recorrido el mundo y que esta semana acaba en Barcelona, España, con tres conciertos que marcarán el final del viaje.
El periplo que termina donde empezó, en esta ciudad de las "mil caras" en la que nació hace 78 años, donde inició su carrera profesional hace 58 y que ha inspirado muchas de sus canciones universales.
Sus paisanos lo esperan ansiosos desde que hace un año anunció que diría adiós a los escenarios con una gira "con ceremonia", en la que recorrería todos los países donde tiene amigos y seguidores, que son muchos.
El primer concierto de este último tramo será hoy, 20 de diciembre, y el último el viernes 23, cuatro días antes de su aniversario, el 27 del mismo mes, día que cumplirá 79 años.
Han pasado doce meses desde que anunció que se retiraba, pero muchos todavía no logran digerir que no podrán escuchar nunca más en directo las canciones que los han acompañado toda la vida.
Tampoco para Serrat está siendo fácil, según ha reconocido, y quizás por eso ha insistido en estos últimos meses en que abandona los escenarios, pero no la música ni la vida. Seguirá paseando por las calles, saludando a los amigos y, a lo mejor, componiendo nuevas canciones y grabando discos.
"Yo estaría aquí cantando hasta soltar el bofe (pulmón del buey), pero tampoco está uno como para dar espectáculos", dijo en su concierto en Madrid; y ahí está la clave, porque Serrat no se va porque no pueda continuar, se va porque quiere ser él mismo quien se ponga su propia fecha de caducidad.
Él marcó la fecha, 23 de diciembre de 2022, y también las formas, y durante la gira ha insistido en pedir al público que olvide "las nostalgias y las melancolías" para poder despedirse "con alegría".
Pero la nostalgia se coló en todos los conciertos y sin duda lo hará también en el de Barcelona, porque su poesía invita a ello y porque las canciones de Serrat marcaron momentos íntimos de su público y remueven recuerdos.
Cómo no sentir nostalgia escuchando en directo por última vez "Mediterráneo", "Lucía" o "Aquellas pequeñas cosas", que son algunas de las canciones que han sonado en la gira.
Aunque también forman parte del repertorio de "El vicio de cantar 1965-2022" canciones con otro tono, como "Hoy puede ser un gran día", "Para la libertad" o "Fiesta".
La gira empezó el 27 de abril en el Beacon Theatre de Nueva York, siguió por Miami, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Costa Rica, España, Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile, Perú y Uruguay, en una gira que agotó entradas a gran velocidad y vio redoblar fechas, hasta llegar a la cifra final: 74 conciertos, 45 de ellos en España. La ciudad con más conciertos fue Buenos Aires, con cinco.