Crisis de las Isapres: casi 140 mil usuarios en la región podrían verse afectados
SALUD. Mientras el Gobierno reitera el llamado al sistema privado de volver a la mesa de trabajo, la incertidumbre sobre el futuro de los prestadores se mantiene.
Con declaraciones cruzadas entre privados, Gobierno, exautoridades y el Colegio Médico, sigue la incertidumbre frente a la crisis de las Isapres y hasta ahora no aparece una solución que aglutine a todas las partes involucradas.
Por lo pronto, los llamados tanto del Ejecutivo como del gremio de médicos es a que las Isapres retomen su participación de la mesa de trabajo para buscar una salida a la crisis. Mientras la duda que más se repite es si es que el sistema público estaría listo para recibir a todos los beneficiarios que están en el sector privado en caso de que estas empresas quebraran.
Solo en la Región de Antofagasta el total de clientes que están en algunas de las Isapres es de 138.364 (ver tabla), según datos de diciembre disponibles en la Superintendencia de Salud. Esta cifra no considera a aquellos que están inscritos en empresas cerradas que cubren a ciertas empresas, como Codelco, SQM o Banco Estado (ver recuadro).
Hasta ahora, la crisis de las instituciones previsionales se ha dejado sentir en los pacientes a la hora de atenderse en clínicas. Durante los últimos meses se ha informado que distintos recintos de salud han cortado convenios con algunas de las Isapres activas en el mercado. En Antofagasta está el caso de Clínica La Portada, que cortó lazos con Cruz Blanca, cuyos usuarios no pueden emitir bonos y su arancel corresponde a uno particular.
Mientras, desde la Clínica Bupa -cadena que, además, administra Cruz Blanca - no especificaron la situación actual con las empresas de previsión de salud.
"Esta 'crisis' que están viviendo las Isapres es una que ellos perfectamente podrían haber previsto. Desde hace más de 10 años que ellos están siendo sancionados por múltiples reclamos. Por lo tanto, ellos podrían haber hecho algo antes de llegar a esta situación", sentencia Lila Vergara, exseremi de Salud y académica de la Facultad de Medicina de la U. de Antofagasta.
El consejero Víctor Guzmán, presidente de la Comisión de Salud y Medioambiente del Core, indica que "el mercado de la salud es imperfecto. Tiene leyes propias que no han sido bien definidas por los economistas aún. El sistema Isapre está orientado a un negocio que maximiza las ganancias en un sistema que depende de resultados médicos que no son manejables del todo. A las instituciones les conviene tener gente sana en sus filas. Dicho eso, cualquier regulación en contrario las perjudica".
Y agrega que "obligar a que no tengan en cuenta las preexistencias, homologar a mujeres embarazadas o en edad fértil, perjudica el resultado económico. Me parece que el sistema se puede mantener con dos o tres operadores, y eso forma parte de las mismas leyes de la libre competencia. Podrán desaparecer algunas Isapres, pero no va a desaparecer el sistema de salud privada".
Las alternativas
¿Cómo salir de esta situación? Por lo pronto, Vergara aclara: "Que las Isapres no existan o estén de una manera y un rol distintos, no tiene nada que ver con las clínicas privadas. La gente piensa que con un plan universal los recintos privados desaparecen, y eso no es así. Siguen operando, pero bajo un plan único".
Coincide el consejero Guzmán: "Actualmente el sistema privado de salud, llámese clínicas, el principal socio es Fonasa a través del sistema de libre elección y PAD, sumando la compra de servicios por parte del Estado. Si a la gente le preocupa el sistema de salud privado de atención, eso seguirá igual. Tal vez se reordenará el marco de aseguradoras, pero eso obedece a las leyes del mercado que el propio sistema neoliberal ha dictado para la salud".
En tanto, la doctora Pamela Shellman, presidenta regional del Colegio Médico, sostiene que, mientras la situación se resuelve, se deben considerar algunos puntos importantes. Primero, "quienes se encuentran actualmente siendo atendidos por diversas patologías con cargo a sus cotizaciones privadas, debieran estar protegidos legalmente. La eventual quiebra de alguna de estas empresas no puede dejar sin cobertura a los enfermos".
A lo anterior, añade que "quienes han cotizado en Isapre y actualmente se encuentran sanos, debieran tener acceso a los fondos que no han utilizado, para poder migrar al seguro público sin sobrecargarlo, de ser necesario. (Asimismo), los fondos eventualmente disponibles en las aseguradoras privadas (que en su momento fueron utilidades), debieran usarse además para pagar deudas a prestadores individuales e institucionales".
Además, complementa: "Hasta que la situación se aclare, sería prudente evitar la afiliación de nuevos beneficiarios a cualquier Isapre", y que es más recomendable propender "a la afiliación en Fonasa, más un seguro de salud complementario, de ser posible". Aun con esto, la doctora Shellman recalca que "los prestadores privados deben seguir formando parte del sistema de asistencia sanitaria, para dar abasto a las personas que requieren atención, probablemente ajustando sus aranceles, fortaleciendo sistemas de pago tipo PAD o GRD".
Otras isapres
Isalud: 17.543
Fundación: 364
Cruz del Norte: 1.599
Total: 19.506
Sobre estas Isapres: Si bien estas empresas están inscritas en el servicio privado, corresponden a Isapres cerradas de empresas. De esta forma, los beneficiarios de Isalud son trabajadores de Codelco, mientras que Cruz del Norte corresponde a SQM y en Fundación están quienes trabajan en Banco Estado.