El CO2 hallado en una luna de Júpiter proviene de un océano interior y abre la posibilidad de que sea habitable
El CO2 hallado en la superficie helada de "Europa", una de las lunas de Júpiter, proviene del océano salado que posee bajo el hielo, lo que abre la posibilidad a la existencia de vida.
Así lo recogen dos estudios publicados en revista Science que tomaron como referencia las observaciones del telescopio espacial James Webb.
Estudios anteriores habían advertido la presencia de CO2 en la capa de hielo existente en la superficie de "Europa", pero no habían podido concluir si el CO2 había llegado hasta allí por el impacto de un meteorito u otra interacción externa, o era propio de esta luna de Júpiter.
Las dos investigaciones vieron que Europa posee un océano de agua salada oculto bajo su corteza de hielo, y que este CO2 en su superficie viene de ahí.
Al ser el dióxido de carbono (CO2) uno de los gases biológicamente esenciales, estos hallazgos abren la posibilidad a la existencia de vida en la luna "Europa".
Bajo capa de hielo
En uno de los estudios, los astrónomos Samantha Trumbo (Universidad Cornell) y Michael Brown (Instituto Tecnológico de California) vieron que el CO2 presente en uno de los terrenos más jóvenes de la superficie de Europa procedía de una fuente interna, es decir, que se formaba en el océano bajo la capa de hielo de Europa y que salía a la superficie en una escala de tiempo geológicamente reciente.
En el otro, dirigido por el astrónomo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la Nasa, Gerónimo Villanueva y sus colegas, los científicos descartaron que este CO2 existente en la capa de hielo de "Europa" procediera del impacto de agentes externos, como meteoritos, y confirmaron también que su origen era ese océano existente bajo el hielo.
A raíz de estos hallazgos, Europa será prioridad en la búsqueda de vida en otros lugares del Sistema Solar, según informa en un comunicado la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
Una de las siguientes líneas de investigación será la evaluación de la composición química de este océano profundo en la luna de Júpiter, incluyendo la abundancia de elementos biológicamente esenciales como el CO2, porque de ello dependerá la habitabilidad.