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Chile y la felicidad

Es responsabilidad de todos trabajar juntos para crear un entorno que fomente la felicidad y el bienestar de todos.
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LLos recientes resultados presentados por Ipsos en un estudio sobre los niveles de felicidad en Chile, como en muchas partes del mundo, invitan a una reflexión profunda sobre el estado emocional y psicológico de la sociedad. Si bien es alentador ver que un 68% de los chilenos se declara feliz o muy feliz, es preocupante observar una disminución de 11 puntos en comparación con el año anterior.

La felicidad es un fenómeno complejo y subjetivo, influenciado por una variedad de factores tanto internos como externos. En el contexto chileno, la insatisfacción se ha arraigado en preocupaciones sobre la seguridad personal, la incertidumbre social y política, y los desafíos económicos que impactan directamente en la vida cotidiana. Estos factores, fuera del control individual, generan un desgaste emocional importante y afectan la salud mental de la población.

Es alentador notar que, a pesar de esta disminución en la felicidad, Chile ha experimentado una mejora significativa desde los niveles más bajos durante la pandemia, según la investigación. Esto sugiere una capacidad de resiliencia y adaptación por parte de los ciudadanos frente a las dificultades. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para abordar las preocupaciones que afectan la felicidad de manera sostenida.

Es crucial reconocer los aspectos de la vida que generan mayor satisfacción, como las relaciones personales, el acceso a la educación y la naturaleza, y la sensación de libertad y seguridad. Estos son elementos fundamentales para el bienestar emocional y psicológico de las personas y deben ser protegidos y promovidos.

Al mismo tiempo, es necesario abordar los desafíos que impactan negativamente en la felicidad, como la situación económica y social del país, la seguridad personal y la salud mental. Esto requiere un enfoque integral que combine políticas públicas efectivas con una cultura de bienestar y solidaridad que valore y celebre la felicidad en todas sus formas.

Es responsabilidad de todos trabajar juntos para crear un entorno que fomente la felicidad y el bienestar de todos los ciudadanos.

Día de las regiones: Hablar de Chile

Rossana Dresdner , directora ejecutiva Imagen de Chile
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Chile se extiende a lo largo de casi 4.300 km de territorio. Este vasto suelo, que alberga una geografía diversa y multicolor y se expresa de manera distinta en cada una de nuestras regiones, nos ha valido ser reconocidos como un país diverso, que alberga desde el desierto más árido, valles vitivinícolas de fama mundial, hasta imponentes glaciares que marcan el comienzo del mundo.

Pero en la Fundación Imagen de Chile pensamos que nuestra diversidad va más allá de nuestra innegable belleza natural. Más aún, pensamos que tiene que ver con lo más profundo de nuestra identidad como pueblo. Son las comunidades locales, su historia, tradiciones, gastronomía y su arte, las que verdaderamente dan contenido a la imagen de Chile. Cada rincón del país tiene su historia que contar, su memoria, su camino que lo ha llevado a lo que es hoy, y al aporte que hace al país.

Parte esencial de nuestro trabajo en Imagen de Chile es conectar a nuestro país con el mundo. Y ahí, siempre, la diversidad es lo que destaca. La prensa internacional busca las historias particulares de regiones, que hablan del desarrollo, potencial y lado humano. El norte acapara titulares internacionales por su capacidad astronómica, su trabajo en transición energética y competencia minera. Lo mismo ocurre con la agricultura de la zona centro y sus procesos sustentables, que van en línea con el desarrollo económico que Chile hoy persigue. El sur, por otro lado, muestra su propuesta de desarrollo de hidrógeno verde y estrategias innovadoras de turismo sustentable, mientras que el extremo austral del país se proyecta como la capital mundial de la ciencia antártica y un observatorio natural del cambio climático.

La imagen del país se construye desde una perspectiva regional, porque es a través de esa historia colectiva de diversidad, de humanidad, de logros y esperanzas que podemos contar el verdadero Chile. Cada región es un eslabón esencial en la cadena que configura nuestra nación, y que se proyecta al mundo, firme, para contar quiénes somos y cómo estamos aportando a un mejor futuro.


es hablar de diversidad

Mujer y minería

Dr. Mary Valdes , Escuela de Negocios Mineros, Universidad Católica del Norte
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Como mujer minera, en mis distintos roles de investigadora, académica y profesional, agradezco profundamente está invitación a reflexionar. Que hoy hablemos de mujer y minería en una misma frase, tiene implícito un avance social y cultural que debemos valorar. No hace mucho el código del trabajo establecía una prohibición a mujeres en minería subterránea; siendo un país minero por tradición y excelencia, marginar talento solo por género es un absurdo. Lograr cambios no ha sido fácil, a pesar de que el potencial de mejora es tan grande cómo la brecha: mujeres representan apenas un 15% del total, y además se desempeñan en cargos de menor especialización, generalmente sin poder de decisión y percibiendo en promedio un salario 26% menor que el de sus pares varones, aun cuando en promedio tienen más años de educación.

La incorporación de mujeres en minería, es parte de una transformación profunda en curso, empujada principalmente por avances tecnológicos, aumento en la demanda de minerales y metales originados la transición energética y digital, además de una creciente presión tanto de inversionistas como de la sociedad en general de que la minería sea inclusiva, segura y responsable. Mejorar la inclusión es parte de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular con el ODS 5 sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres y las nin~as, y el ODS 8 sobre crecimiento inclusivo y empleo decente. Este llamado ha dado origen a múltiples esfuerzos conjuntos en Chile, iniciativas cómo la mesa de mujer y minería, donde discutimos mejores prácticas y experiencias, la ley Karin que sanciona el acoso, y la ley de conciliación de la vida laboral y familiar demuestran la intención mejorar las condiciones de integración y de establecer una gobernanza.

Contar con ambientes laborales balanceados en género, no es solo una cuestión de justicia social a favor de las mujeres, es estratégico dados sus múltiples efectos en lo social y económico: Permite crear soluciones creativas a problema complejos, mejores rendimientos económicos, menor accidentabilidad, entre otros; continuar en las condiciones actuales es lo que supone un riesgo a la competitividad de la industria. El desafío radica en la ausencia de experiencias y estudios que permitan entender, predecir y explicar cómo elaborar una estrategia y que factores considerar para avanzar en inclusión. Se requiere además generosidad, confianza y colaboración de todos los constituyentes para impulsar acuerdos.

En Chile, la inclusión femenina en minería, tiene el potencial de cambiar la vida de muchas familias, dado que, en gran número, las mujeres que trabajan en la minería son jefas de hogar; les ofrece estabilidad económica y además desarrollo profesional y personal. Sin embargo, integrar y retener mujeres y otros grupos marginalizados requiere acciones intencionadas y un cambio social y cultural que incentive a niñas y adolescentes a interesarse en minería, un sistema educativo que las prepare para enfrentar los desafíos laborales, una industria que establezca perfiles, condiciones y ambientes laborales donde las mujeres se sientan seguras, valoradas, y una sociedad que sancione legal y moralmente el abuso, acoso y microagresiones cotidianas, y donde la corresponsabilidad de las labores domésticas y de cuidado, se compartan equitativamente. Invito a las mujeres a prepararse, perder el miedo a asumir desafíos, a ocupar espacios y oportunidades. Mujeres que lideran inspiran a otras a participar, y son referentes en la construcción de identidad de las mujeres en minería.