Un enorme impacto ha causado la posibilidad de que la Compañía Siderúrgica Huachipato decida suspender indefinidamente sus operaciones, luego de considerar "insuficientes" las sobretasas al acero chino que recomendó la Comisión Antidistorsión y que el Gobierno oficializó hace algunos días.

El cierre de Huachipato implicaría, según lo advertido por la compañía, una afección directa e indirecta para 22 mil trabajadores, una cifra superior a las 50 mil personas, si se cruzan las familias involucradas.

Pero la decisión no es sencilla, pues no hay entera convicción de que la medida proteccionista sea del todo beneficiosa. El mejor ejemplo de este caso es que tras el anuncio de posible cese de las operaciones, la capitalización en bolsa de CAP subió. Es decir, el mercado entiende que la siderúrgica no es rentable para su matriz.

No cabe duda que la solución, o respuesta al problema es de orden político, a pesar de tratarse de un conflicto o un problema entre privados. La dimensión aparece por el efecto negativo que tendría en una zona habitada por casi dos millones de personas, con una alta conflictividad.

Como casi siempre, se trata de un asunto de recursos. Y como esos son siempre escasos, la política debe definir dónde ponerlos, es decir, qué priorizar, pues el beneficio de algunos será el perjuicio para otros.

La historia está llena de ejemplos, siempre dramáticos, como este. Así pasó con las textiles en esa misma zona, o con las salitreras de nuestra Región de Antofagasta y cuántas industrias otras industrias que acarrearon en su caída a las ciudades aledañas, por el simple hecho de que en algún momento pasaron a ser ineficientes. No cabe duda de que Chile y sus empresas, por nuestra propia naturaleza y características (en especial por la lejanía de los , deben ser eficientes en todos los ámbitos, única forma de ser competitivos y sobrevivir a un mundo cada vez más difícil.

Más de 120.000 muertes se calcula que produjo un analgésico que, tras un polémico caso, fue retirado del mercado en 2004 en EE.UU. y Europa. Tiempo después, se supo que casi el 80% de las reacciones adversas en España se dieron en mujeres. Esto se explica, en parte, porque los ensayos de dicho medicamento excluyeron a las mujeres, no se consideró las diferencias fisiológicas propias del género, ni, por ejemplo, la variabilidad hormonal.

El Síndrome de Yentle hace referencia a cuando las mujeres recibimos diagnósticos y tratamientos erróneos por sesgos de género, debido a que la investigación científica está centrada en modelos masculinos. Este síndrome recién fue reconocido en 1991 por Bernadine Patricia Healy, primera mujer directora de los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos.

Tener más mujeres en ciencias es vital. Así como también en tecnología, ingeniería y matemáticas. Es imperativo que promovamos una mayor participación femenina en carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), tanto a nivel universitario -donde las mujeres representan un 30% de la matrícula- como en la educación técnico profesional -donde las mujeres representan sólo un 12% de los matriculados en primer año, según datos de 2022. Necesitamos más mujeres programando, no sólo porque esto promueve la innovación y el desarrollo, al incluir a la mitad de la población, sino también para que los algoritmos tengan menos sesgos de género. Recordemos que cada día usamos más la Inteligencia Artificial para diferentes cosas cotidianas, un algoritmo con sesgo de género podría dejar fuera a una mujer que postula a un puesto laboral, a un seguro de salud, a un bono, entre otras.

Tenemos que potenciar que existan más mujeres en carreras STEM, y esto tenemos que hacerlo con fuerza desde distintos frentes, desde lo público, lo privado y desde las organizaciones de la sociedad civil. Esto es fundamental ya que contribuye al desarrollo de Chile, lo que nos afecta a todos. De hecho, según cifras destacadas por el ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés en un seminario de ICARE a principios de marzo, si se incrementara en 10 puntos porcentuales la participación laboral femenina, el ingreso del país incrementaría más de 4%. Y es que, las mujeres que estudian carreras STEM pueden optar a una mejor empleabilidad y mayores sueldos, lo que robustece la fuerza laboral del país para los desafíos del siglo XXI.

En Fundación Luksic estamos trabajando junto a INACAP, DuocUC, AIEP y Santo Tomás para becar a 100 mujeres que estudien carreras STEM de nivel técnico superior. Además, con las mismas organizaciones y en alianza con Tremendas, Kodea, Genias, Microsoft, Women in Mining, Antofagasta Minerals, CCU y Laboratoria nos unimos en la campaña Mujeres que todo lo pueden, a través de la cual buscamos promover, difundir y visibilizar a mujeres que están desarrollándose en el ámbito STEM. Sus testimonios y vivencias son una inspiración para todos.

Creemos que las mujeres pueden hacer todo lo que se propongan y esta es una invitación abierta para que las impulsemos a soñar en grande, a que puedan formarse en ámbitos a la fecha mayormente masculinos, a que tengan las herramientas para forjar sus propios futuros.