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ENTREVISTA. Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals:

"No hay una empresa exitosa

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Eugenio Sugg Gálvez

Cerca de US$7 millones anuales costará a Antofagasta Minerals (Amsa) financiar el paquete de medidas anunciadas esta semana para mejorar la condición laboral de sus trabajadores contratistas. En medio del estallido social, la compañía decidió subir el sueldo mínimo de sus colaboradores a $500 mil mensuales, y dotarlos de un seguro complementario de salud por UF 500 y de vida por accidentes por UF 1.000.

El paquete de mejoras -que incluye otra serie de decisiones destinadas a impulsar la economía local potenciando a los proveedores- cayó en un momento complejo para el país, y cuando gobierno y legisladores buscan alternativas para costear una nueva agenda social plagada de requerimientos.

Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Amsa, aseguró que lo anunciado es un esfuerzo que pueden hacer, no obstante advirtió que avanzar en una nueva carga impositiva a la industria debe ser materia de un análisis técnico completo, que no signifique hacer menos competitiva a la minería chilena y que asegure en el largo plazo el importante aporte que hace esta industria al erario nacional.

¿A qué responden los anuncios hechos esta semana?

- Esto es algo sobre lo cual venimos trabajando desde hace mucho tiempo. Hace un año nos comprometimos con muchas de estas cosas y si bien algunas las estamos potenciando a la luz de lo que ocurre en el país, esta es una cuenta del trabajo realizado durante el último año y los compromisos asumidos cuando nos incorporamos al Cluster Minero.

BHP hizo un anuncio similar en materia de sueldo mínimo unas horas antes. Da la impresión que estas medidas están presionadas por el movimiento social...

- Nosotros hace doce años -desde 2007- que establecimos un ingreso mínimo superior al legal para nuestras empresas contratistas, costo que hemos absorbido nosotros y por lo tanto hemos avanzado progresivamente de acuerdo a IPC y ahora lo llevamos desde los $435 mil a $500 mil. Ahora, es evidente que en la actualidad la economía local necesita impulsos para recuperarse y esperamos que esto contribuya.

Los esfuerzos de la minería post súper ciclo han estado enfocados en la reducción de sus costos operacionales ¿Qué impacto tienen estas medidas para Amsa en esa materia?

- Esto refleja el esfuerzo que está haciendo la industria para contribuir al bienestar del país. Evidentemente tiene impacto en nuestros costos y márgenes, pero creemos que la industria minera -a diferencia de otras- si lo puede hacer. Es un desafío adicional.

Metas

¿Obligará a replantear las metas o no es relevante?

- Tenemos que seguir trabajando. La industria minera en Chile es muy distinta a la que había hace 20 años, cuando teníamos leyes muy superiores a lo que había afuera. Hoy Chile opera con leyes de cobre bajo el promedio mundial y por lo tanto es un desafío, y para eso tenemos que seguir buscando mejoras en productividad en nuestros procesos e integrar tecnología donde sea posible para seguir bajando nuestros costos, pero en lo que se refiere a nuestras empresas contratistas, este es un esfuerzo que podemos hacer.

Prácticamente todos los actores -desde todos los sectores productivos- han hecho un "mea culpa" o asumido que pudieron haber hecho más para evitar el malestar que hoy se refleja en la calle. ¿La minería debe hacer el suyo?

- Desde 2015 la minería viene pasando por un momento difícil con el término del súperciclo y ahora la guerra comercial, tratando de ajustarse a una realidad distinta. No ha sido fácil. Por lo mismo, es sumamente importante entender que esta industria debe mantener su competitividad, porque es un pilar muy importante para la economía chilena por su aporte al erario fiscal.

Con lo que está ocurriendo hoy, el deterioro de la demanda interna y muy probablemente un periodo de menor crecimiento, industrias como la del cobre pueden ayudar a financiar una agenda social y recuperar la economía porque están orientadas al mercado de exportación.

Hay parlamentarios que proponen subir el Impuesto Específico e incluso un aporte especial de la industria para financiar algunas de las demandas sociales como la deuda del CAE... ¿Están en condiciones de asumir algo así?

- Cualquier cambio tributario tiene que incluir un estudio serio del impacto que puede tener en la competitividad de la industria. Hoy la carga tributaria de la minería supera el 40% y por lo tanto hay que analizar las propuestas con una mirada de largo plazo. Necesitamos una industria capaz de movilizar el crecimiento económico, el desarrollo y la inversión, y eso depende de que tengamos una carga tributaria competitiva. Esa es la consideración más importante.

¿Una carga adicional, entonces, afectaría el atractivo del país como receptor de inversiones?

- Hoy vemos que Chile ha sido capaz de atraer inversión nueva a través de algunos proyectos, pero competimos con Perú y otros países donde la industria tiene una carga tributaria más baja. Chile actualmente está dentro de los países que -para el caso de la minería- tiene la carga tributaria más alta y es importante preservar la competitividad de la industria para que pueda seguir contribuyendo al empleo, aporta la mitad de los ingresos por exportaciones y representa entre el 5% y 10% del ingreso fiscal, eso es importante mantenerlo.

¿Es Chile menos atractivo que El Congo?

- Hubo un comentario reciente en esa línea, pero esa comparación es injusta y no es relevante. Chile es un país que por su madurez institucional y reglas del juego representa condiciones mucho más atractivas.

Ahora estamos en una encrucijada muy particular, donde se plantea una reforma constitucional y una nueva agenda social, y es muy importante como el país va a resolver eso. Si lo hacemos bien y terminamos con una arquitectura institucional reforzada, que se haga cargo de las necesidades que el país tiene, va a ser un factor positivo. Si eso se frustra, no nos va a ir bien. No hay empresa exitosa en una sociedad que fracasa.

Medio ambiente

El tema medioambiental aflora por todas partes y en específico, el proyecto para prolongar la explotación de agua en Negrillar para Zaldívar ha sido muy resistido. ¿Tienen otras opciones?

- Amsa ha avanzado mucho en el tema ambiental. Somos la única compañía minera que tiene meta en reducción de emisiones, hemos migrado prácticamente el 100% del suministro energético de nuestras faenas a energías renovables y más del 50% de nuestro suministro de agua proviene del mar.

Pero hay algunas faenas -como el caso de Zaldívar- que por su corta vida no es viable construir una planta desaladora y donde creemos que técnica y ambientalmente es posible continuar extrayendo los 212 litros que sacamos hoy, habiendo renunciado a los derechos por 500 litros que tenemos aprobados hoy. No tenemos alternativa.

El estudio de impacto ambiental de la nueva planta de tratamiento de aguas servidas de Econssa considera dos puntos de entrega. Uno de ellos es en Zaldívar. ¿Es esa una opción real?

- No. Nosotros necesitamos suministro solo por cinco años. Es difícil justificar una inversión en tuberías para ese lapso. Esa es la realidad de esta operación, que no es comparable con Escondida, donde las consideraciones económicas son muy distintas. Tenemos que tener la flexibilidad para que la industria pueda avanzar progresivamente en el reemplazo del suministro de agua cordillerana.


en una sociedad que fracasa"