Como una hecho "asfixiante" calificó el ministro de Economía, Lucas Palacios, la grave situación de endeudamiento que está viviendo la familia chilena y que llega al 75 por ciento de sus ingresos, lo que casi no deja margen para vivir el día a día.
Este récord de sobreendeudamiento debe ser abordado a la brevedad para que no se convierta en una tragedia para muchas familias y debe ser considerado en la agenda de Trato Justo.
Y aunque la misma autoridad dijo que "en Chile estamos construyendo nuestra felicidad en base al consumo, en base a lo que tenemos", también es cierto que son los costos de intereses y comisiones los que finalmente tienen atrapadas a muchas familias, porque no
queda otro camino que endeudarse para vivir o acceder a un bien de alto valor.
Estas cifras se condicen con la crisis social, donde las demandas están orientadas principalmente al alto costo de la vida que impide que muchas personas puedan vivir sin endeudarse, comenzando por las personas que reciben bajas pensiones y un sueldo mínimo muy por debajo de las necesidades básicas.
Uno de los graves problemas es que casi un 40 por ciento de las personas se endeuda para cubrir gastos básicos y no bienes de alto valor que sí ameritan un endeudamiento, como la compra de una vivienda o un vehículo.
Este alto nivel de endeudamiento está llevando a que muchas familias dejen de pagar, cayendo en morosidad y quedando atrapado por los intereses de los intereses.
Al mismo tiempo, puede ser que algunas personas terminen acostumbrándose a un endeudamiento permanente, pero son las menos. La mayoría es por no tener otro camino que acudir a algún organismo financiero. En el caso de los sectores de menores ingresos se ven impedidos de acudir a bancos donde los interés pueden ser menores y terminan comprometiéndose con una casa comercial o una financiera, donde los intereses son muchos más altos, triplicando o cuadruplicando su deuda, según el caso.
Para hacer frente a esta realidad, el Estado debe intervenir en los sobrecostos que tiene asociado el endeudamiento y que finalmente no deja otra opción a quienes ya no pueden vivir al contado.