"Se ha cumplido de buena manera (la cuarentena) por parte de los calameños"
El jefe de la Defensa Nacional, general de Brigada Aérea (A) de la FACh, José Miguel Aguirre, está convencido -y así lo ha dicho varias veces- que la principal arma contra el coronavirus es el autocuidado, algo que a -reconoce- ha echado de menos en Antofagasta.
El uniformado, que es el principal responsable del orden, el abastecimiento y el control de las medidas restrictivas que se imponen en la región, explicó que in la colaboración de las personas, el resultado no será el que se espera, lo que por cierto puede tener dolorosas consecuencias.
Aguirre reforzó este mensaje a pocas días del inicio de la cuarentena en la ciudad de Calama (medida que de momento ha sido acatada por la mayoría de los habitantes de la capital loína) y en momento que Antofagasta registra un empeoramiento de sus cifras de contagios.
¿Cuál es su parecer respecto al comportamiento de la ciudadanía tras el fin de la cuarentena en Antofagasta?
-En el caso particular de la ciudad de Antofagasta en la "vuelta a la normalidad", salió mucha gente cuando se acabó la cuarentena. Se ha ido regularizando en el transcurso del tiempo, pero aún se mantiene una gran cantidad de personas en la calle, razón por la cual estamos apoyando la fiscalización que hace Salud para educar a la gente y que mantenga su distancia. Les repetimos hasta cansarnos que debe haber autocuidado y que la gente ojalá no salga, menos con niños o adultos mayores.
Sabemos que hay personas que necesitan salir, porque necesitan ir a trabajar, porque están ganándose el día a día, entonces es importante que entendamos que llegar a una cuarentena, como fue en su momento, es muy complicado para algunas familias, yo diría una gran cantidad de familias en este momento.
¿Cuál sería la diferencia con Calama?
-Me llamó la atención, ya que Calama también se había portado mal pese a la campaña del Hospital Carlos Cisternas de hacer cuarentena voluntaria. Había mucha gente en la calle, muchas personas sin mascarilla, otros tantos andan con niños. Ahora tenemos una medida restrictiva, que es la máxima que podemos poner para evitar que una persona salga de su hogar. En estos momentos, creo yo, se ha cumplido de buena manera por parte de los calameños.
Ahora, los resultados de la cuarentena total los vamos a ver recién en una semana más, porque estos contagios vienen desde hace unos 15 días.
Extranjeros varados
Actualmente en Antofagasta hay 350 extranjeros, en su mayoría colombianos, peruanos y bolivianos, sin poder retornar a sus países debido al cierra de fronteras.
De este número, 73 colombianos se mantenían hasta ayer hacinados en una sede social de la población Pablo Krüeger, en el sector norte. Por su parte, alrededor de 60 peruanos fueron acogidos en el macro campamento "Los Arenales", donde existen 30 casos positivos de COVID-19.
En este contexto, distintas personalidades han solicitado a las autoridades que instalen un albergue ante el problema sanitario que enfrentan estas personas, pero el mismo general Aguirre descartó esta posibilidad hace algunos días.
Hace algunos días usted explicaba que no hacía falta habilitar albergues para extranjeros, ya que estaban siendo apoyados por organizaciones civiles, ¿mantiene esa postura?
-Siempre hemos estado pendientes de colocar albergues cuando realmente sea necesario. En este caso hemos trabajado muy bien con el consulado de Perú, de Colombia, de Bolivia, y la gobernación. En estos momentos, en el caso de los 57 colombianos que tenemos en Pablo Krüeger (han llegado más), ellos están más o menos... hemos conversado con el consulado de Santiago, hemos conversado con las personas a cargo allá, y nos han informado que el grupo en la ciudad ha logrado gestionar sus propios alimentos, además de habilitárseles una sede (...) hay muchas cosas que son difíciles de llevar a cabo, y son las autoridades de los mismos países de los que estamos conversando, quienes han tomado el control, y eso para nosotros es muy bueno.
Además es con ellos mismos con quienes estamos coordinando la salida del país, entendiendo que todo tiene que ser a través de la Cancillería. O tiene que venir un avión de ellos o nosotros proporcionar alguno para llevarlos.
¿Sería una solución que un vuelo humanitario saliera desde Antofagasta?
-La idea sería que ojalá pasara un avión de la Fuerza Aérea de Chile a recoger a estas personas, pero si no también podría que ser que Colombia mande un avión a buscar a la gente que tenemos acá. En todo eso está trabajando en este momento la Cancillería con sus respectivas instituciones para que se pueda hacer.
En el caso de los bolivianos, ya tenemos previsto con el consulado de Bolivia en Antofagasta que deberían estar saliendo 108 bolivianos este mismo fin de semana para dirigirse a hacer su cuarentena al albergue Tata Santiago, en Pisiga, al otro lado de Colchane (Región de Tarapacá). Saldrían por ahí y ya están dispuestos los buses. Entonces estamos trabajando y no ha sido necesario desde ese punto de vista poner albergues que al mismo tiempo mantendrían hacinadas a las personas en espacios más pequeños.
Lo que necesitamos es que cada uno de los consulados, y se ha hecho, sea responsable de sus ciudadanos, para poder sacarlos. Perú no nos ha dado una respuesta definitiva, pero estamos en conversaciones para cuando las fronteras se abran (...) es un tema complejo, pero tenemos que afrontarlo haciendo parte a los consulados. La vez pasada sacamos a más de mil personas repartidas en distintos albergues. El gobierno de Chile, nosotros, los mismos ciudadanos, nos hicimos cargo de una situación bastante compleja, pero fue con ayuda de todos.
Fiscalizaciones
¿Tienen consideradas fiscalizaciones en sectores como la Feria de Las Pulgas, Corvallis, La Chimba o Bonilla, donde existen mayor número de contagios por coronavirus?
-La fiscalización sanitaria la hace la Seremi de Salud. Nosotros apoyamos, acompañamos junto a Carabineros y la PDI, que tienen la facultad de solicitar las identificaciones de las personas. Estamos observando siempre, haciendo vuelos con helicóptero, así que estamos haciendo las fiscalizaciones. Creo que la gente está entendiendo finalmente lo que tiene que hacer.
Hemos ido a algunas de las ferias en el sector norte, hemos cerrado algunas, hace dos días hicimos un recorrido completo desde Avda. Argentina hasta la Coviefi. También pasamos por Salvador Allende hasta Bonilla y le llamamos la atención a mujeres que incluso andaban con niños. Y uno dice entonces ¿en qué mundo estamos viviendo? Lo más importante es que la gente entienda. No sacamos nada con mandar 10 PDI, 10 carabineros, 10 seremis de Salud, si dos cuadras más allá habrá más gente sin mascarilla. No se puede, es imposible.
Se lo digo sinceramente. Eso es lo que me cuesta entender a veces, que las personas no sean capaces de entenderlo. Se nos está muriendo la gente. Entonces tenemos que tomar esto seriamente.
"Lo más importante es que la gente entienda. No sacamos nada con mandar 10 PDI, 10 carabineros, 10 seremis de Salud, si dos cuadras más allá habrá gente sin mascarilla".
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