"Soy enamorado del nortino, desde mi niñez"
IDENTIDAD. Sergio Petricio Perlik, enamorado del terruño.
"La foto en que aparezco es reciente, tengo 92 años, nací el 28 de diciembre de 1928 y pueden confundirme con el personaje de Dorian Grey", advierte Sergio Petricio Perlik.
Tiene sangre de un padre croata llegado a Chile en 1906 y una madre iquiqueña, veinte años menor. De niño deambuló por el Colegio Yugoslavo, luego por el San Luis, el Liceo de Hombres y el Comercial.
Ya siendo un joven, sin recomendaciones ni títulos, se presentó ante el señor Alfredo Chellew, agente portuario de la Chilex Exploration Co.. Su currículum era el apoyo del Club Rotario que lo había premiado como el mejor alumno. Era marzo de 1948. Nada demoró su contratación con un "sueldo fabuloso" de $2.700 mensuales, como ayudante de cajero; así inició una carrera laboral de 42 años, llena de logros y satisfacciones.
"Siendo un joven de 22 años me enamoré de una niña menor que yo, alegre y de gran simpatía. Hasta hoy me encuentro con personas que me recuerdan y me preguntan: '¿usted es el que se casó con la niña de La Serenense?' Sus padres eran dueños de una pastelería muy famosa en esa época, su nombre: Norma Véliz Verbal, con quien contraje matrimonio el 4 de julio de 1952, hace 68 años".
Nacieron tres hijos: Ivania, Sergio y Jeny y entonces arribaron siete nietos y seis bisnietos "aún más lindos. Toda una larga vida de felicidad y emociones y que es lo mejor que le puede ocurrir a un ser humano, el de formar una familia".
¿Cuál es el recuerdo de su padre y su mejor enseñanza?
-Mi padre, inmigrante croata de la isla de Brac, de donde provienen la mayoría de los croatas, ayer yugoslavos, me contaba con gran orgullo sus sacrificios y aventuras. Llegó por vía marítima con 400 libras a Argentina y atravesó la cordillera de Los Andes a lomo de mula por el Cristo Redentor. A pesar de su escasa educación fue un gran emprendedor, dueño de una mina en Chuquicamata, tuvo que finalizar esta actividad por una disputa con los norteamericanos por una merced de agua, en Antofagasta tuvo una resacadora (desalinizadora) de agua en el sector sur donde hoy se encuentra la capilla militar, dos goletas, la Yadrán y la Changuita, almacén y negocios de chatarra, para finalmente el bar "El Mono" donde se encuentra el club Germania.
El mejor recuerdo que tengo, y siendo un niño de 10 años y por razones de idioma, todos los días le leía las noticias de El Mercurio de la Segunda Guerra Mundial. De mi madre recuerdo lo difícil que fue para ella convivir con una persona tan distinta en idioma, cultura y costumbres.
¿Qué cosas del pasado traería al presente?
-Inmediatamente pienso en la calidad de la gente de los años 30 y 40, cuando la palabra empeñada era ley, el respeto a sus semejantes, el cuidado de la buenas costumbres, limpieza, orden y cómo se amaba a la Patria en los aniversarios, lo que se reflejaba en el comercio, en las escuelas y en la sociedad toda.
¿Qué poema o canción le identifica?
-De muy chico y estando en soledad me hice adicto a escuchar la radio El Mundo o radio Belgrano de Argentina; por esa razón me enamoré del tango y sus grandes exponentes: Carlos Gardel, Discepolo, Canaro y tantos otros, también disfruté mucho de las zarzuelas que llegaban al Teatro Latorre. En cuanto a poemas, Amado Nervo, Neruda, y un libro de poemas escrito por mi esposa, que es mi orgullo y pasión.
¿Qué características definen al nortino?
-Soy enamorado del nortino, desde mi niñez. Todos hablan de José Papic y su Centro para el Progreso, pero nadie se acuerda de nortinos como Óscar Orchard que luchó y concretó la construcción del ferrocarril Antofagasta-Salta, y otro olvidado como Chaguito Gajardo, gran alcalde olvidado y menospreciado. Conocí muy de cerca al minero y al trabajador portuario, muy empoderado e ingenioso, pero también muchas veces incautos para escuchar falsos llamados que no los llevan por buenos caminos.
¿Qué objetivos debe plantearse la región para su desarrollo?
-El gran dilema que afronta la región para su desarrollo, es que ha olvidado su origen, que no es otro que el servicio a la minería. Hablando de Antofagasta, su pasado, su presente y futuro seguirá siendo un puerto, ubicado estratégicamente en grandes reservas de cobre, salitre y litio, y que en el caso del cobre, el país entero depende de su producción y comercialización. Por algo, acertadamente se llama el sueldo de Chile. Las labores de las universidades, turismo y comercio solo son un complemento de la minería.
¿Qué espacio de la región es el que más le gusta y por qué?
-Cuando niño mi padre me llevaba a pasar la noche en la goleta Yadrán, que tenía camarotes muy cómodos, disfrutaba del sonido del mar, de las noches estrelladas, perduran en mis recuerdos. Durante años mis vacaciones fueron en Hornitos, Juan López y Mejillones, mis mejores recuerdos.
En días tan complejos, ¿qué consejo se permitiría darle a la gente?
-En tiempos tan compulsivos que sufren hoy personas ante la terrible pandemia, que ha cambiado el destino de nuestro país y del mundo entero, el consejo que puedo dar, es orar a Dios para que les dé fuerzas a nuestro médicos y personal de salud, para afrontar y cuidar a miles de personas que sufren de esta desgracia, y que ha desnudado tan cruelmente la miseria encubierta que padecía nuestro país y que en el día de mañana irremediablemente se deberá afrontar.