Ricardo Pinto Neira
Unos retomarán lo que en su momento ya habían hecho en la capital regional y los otros tendrán acción después de cuatro meses sin trabajos en exteriores. Tanto para Deportes Antofagasta como para Cobreloa, el retorno paulatino a los entrenamientos es más que la reinserción a la actividad. Para muchos de sus jugadores significa irse relacionando con la denominada "nueva normalidad", que también afectará al fútbol.
El CDA someterá durante este mes por segunda vez a su plantilla, cuerpo técnico y funcionarios a los testeos preventivos buscando algún caso sospechoso que amerite un posterior PCR. En junio, cuando alcanzaron a trabajar antes de que se restableciera la cuarentena obligatoria en Antofagasta, los exámenes no arrojaron casos positivos.
Algo que se agendó para este mismo jueves y que permitirá que un día más tarde, los jugadores puedan comenzar el proceso de trabajo en fase 1, es decir, individual a cargo del preparador físico, Hernán Torres mientras se confirma el nombre del nuevo DT de "Los Pumas".
A diferencia de "Los Zorros" en Calama, el CDA ya conoce el protocolo de entrenamiento y realizó el proceso obligatorio de vacunar a sus jugadores contra la influenza. Es decir, el mismo viernes podría estar en cancha reiniciando su proceso de prácticas.
Uno de los jugadores del cuadro albiceleste, el defensor Branco Ampuero afirma que "todos sabemos que el tema no está fácil en la ciudad y por eso, debemos ser muy responsables a la hora de ir a entrenar y volver a la casa", señala.
Eso sí, Ampuero asegura que "como plantel tenemos claro el protocolo y la vez anterior estábamos haciendo todo de acuerdo a lo que se indica. Somos los más interesados en que no se produzca algún contagio que nos obligue a irnos en cuarentena, así que la responsabilidad está muy bien asumida y sólo queremos estar de la menor manera para cuando se reinicie el torneo, que sabemos será muy distinto a como era antes de que se desatara la pandemia. Pero todos extrañamos competir y trabajar".
Calama
Distinto es el caso de Cobreloa, club que hasta ahora no ha visto acción en su club de campo desde mediados de marzo y volverá a las prácticas para intentar poner a su plantilla en forma en tres semanas.
Como en el caso de los naranjas no hubo reinicio del proceso en meses anteriores, lo de este jueves será hacer testeos masivos a jugadores, cuerpo técnico y funcionarios para luego poner al día a todos con la vacuna contra la influenza, condición obligatoria de la autoridad sanitaria para permitir el retorno a los entrenamientos en recintos cerrados.
Cumplido ese trámite, los jugadores recién podrían retomar las prácticas el domingo o lunes, aunque como explica el médico del club, Sergio Silva, algunos pueden volver a los trabajos antes y "eso dependerá de si hay jugadores que ya estén vacunados que puedan comenzar a entrenar bajo la planificación que disponga el cuerpo técnico".
Uno de los jugadores que vuelve al trabajo es el zaguero Claudio Jopia. "Estamos conscientes de todo lo que significa volver a entrenar en estas condiciones pero también nos va a servir mucho, porque finalmente significa ocupar espacios de trabajo que en casa no tenemos para intentar retomar nuestra actividad cuando los clubes y la ANFP lo dispongan".
Uno de los que ha aprovechado el receso para recuperar una lesión de rodilla es el defensor Juan Pablo Andrade. "Vamos a ir a trabajar, en un espacio con muy poca gente, en sectores divididos y en donde no estaremos en contacto con nadie, sin interactuar con los compañeros. Cobreloa ha trabajado tan bien el tema que llegaremos al camping, hacemos un calentamiento personal, trabajamos por circuitos y después nos vamos a casa saliendo por otro sector. El cuidado empieza por nosotros y lo tenemos muy asumido", dijo.
El jefe del cuerpo médico de los mineros, Sergio Silva, quien además es el presidente del gremio en la provincia estuvo con el ministro Enrique Paris en su visita a la zona y le sugirió que no se retomaran los entrenamientos en la zona, por una cuestión de precedente y riesgo.
Hoy, el responsable de los protocolos en Cobreloa reconoce que "la decisión era esperable porque el tema se venía estudiando hace tiempo porque más que la necesidad económica, que existe por parte del fútbol, está basada en que los deportistas puedan tener tiempo de preparación para evitar lesiones graves a la hora de retornar a sus labores, algo que está probado científicamente".
El especialista reconoce que el factor suerte puede ser importante a la hora de que algún jugador sufra contagio si sale a comprar como le pasó al golero Maximiliano Velazco, por lo que la tarea del club está enfocada en que "salgan lo menos posible y que en lo que respecta a los entrenamientos, reducir completamente la opción de adquirir el virus".