"Yo pinto Antofagasta, no pinto Santiago"
ANTOFAGASTINIDAD. Jaime Cabrera Cossio, pintor antofagastino.
Jaime Cabrera Cossio proviene de una familia con fuertes raíces nortinas. Nació el año 1955 en la zona central del país, en la localidad de Tiltil, pero muy joven se trasladó a Antofagasta, donde cursa su enseñanza media y posteriormente ingresa a la Universidad del Norte para estudiar lo que sería la gran pasión de su vida: la pintura.
Casado, dos hijos, dos nietas y un nieto, lleva más de 45 años dedicados al arte, periodo en que ha montado más de cien exposiciones colectivas (seis de ellas en el extranjero) y una veintena de exposiciones individuales. Sus obras se caracterizan por sus contenidos, que rescata de la calle. "Yo pinto Antofagasta, no pinto Santiago ni el sur. Pinto la feria de las pulgas y los perros de la calle, arte con contenido social", dice.
¿Cómo te comienzas a relacionar con el arte?
-Desde niño me llamaron la atención los trabajos artesanales, pero fue en la enseñanza media. Estudié en la Escuela Técnico Superior en la especialidad de Artesanía y en el año 1972 asistí a clases nocturnas de dibujo en la Universidad del Norte. En ese tiempo las universidades ofrecían estos talleres y yo lo aproveché, también asistí a un taller de fierro forjado, y después postulé a la Escuela de Artes Visuales en la Norte. Ese fue mi camino.
Después nos encontramos con un panorama completamente adverso, pues con el cierre de todas las escuelas humanísticas, no había lugares para exponer. Nosotros hacíamos exposiciones en el Mercado, fueron unos inicios complicados. Sobrevivir del arte era imposible, y hoy también.
Hubo un momento en que te fuiste de Chile por lo mismo...
-Efectivamente me fui de Chile en 1987 a Ecuador para dedicarme a la pintura. En Ecuador se compraban pinturas, y eso era importante. No me fue mal, pero volví a fines de ese mismo año porque me decían que en Chile las cosas estaban cambiando, venía el plebiscito y eso me dio el impulso para regresar y ser parte de ese proceso que venía.
¿Qué se necesita para ser artista, cualquier persona puede serlo?
-Las técnicas se pueden adquirir con formación y estudio, pero la vocación y las condiciones personales influyen sobremanera en el proceso creativo y estético de un artista.
A ti te pueden enseñar a tocar piano, te enseñan a leer los símbolos, pero eso tiene que ver con la técnica. No es lo mismo que sentarse en un piano y crear música, puedes desarrollar una habilidad, pero no tienes lo que empuja esa habilidad. Se requiere un cierto deseo, ganas, una vocación.
¿Qué intentas contar a través de tus obras?
-No intento contar, simplemente las cuento en forma directa y visualmente. Los contenidos de mis obras están directamente relacionados en el lugar donde yo vivo, con su paisaje, es la contingencia histórica y social de lo que ocurre en mi entorno.
¿Qué nos puede entregar el arte y la cultura en tiempos como los actuales, de tanta incertidumbre y temor por el futuro?
-El arte nos puede entregar a través de sus diversas manifestaciones el acontecer real de lo que sucede en lo social, en lo político y todo lo que afecta al género humano. También en algunos casos llama a la reflexión y en otros a la entretención.
¿Si tuvieras que pintar un cuadro que representara a los nortinos, qué elementos o escenas incorporarías?
-Sin duda el desierto con todos los elementos que lo componen, desde las rocas, arena hasta el mágico colorido de sus amaneceres y atardeceres.
¿Cómo te definirías como persona?
-Ciudadano de la calle, normal y común, con un interés en lo que acontece en Antofagasta, la región y el país.
Siempre le digo a mis alumnos que hay dos tipos de pintores: el pinta lo quiere y el que pinta lo que puede. El que pinta lo que quiere necesita saber muchas cosas, y el otro no, hace lo que está a su alcance. Yo trato de ser de los primeros.
¿Cuál es tu gran sueño no cumplido?
-No contar con una sala de exposición. Hasta la actualidad, Antofagasta no cuenta con una sala de exposición que dependa de algún estamento público, donde puedan exhibir artistas locales, regionales e invitados y poder guardar colecciones de pintura entregadas a organismos oficiales y públicos, como resultado de proyectos ejecutados por alguna agrupación de artistas. Actualmente esas obras se encuentran colgadas en algunas oficinas públicas.
¿Crees que la pandemia nos cambiará como sociedad, en qué aspectos?
-Sí, creo que la pandemia y el estallido social nos han mostrado que existen varios Chile dentro de Chile, y eso va a traer cambios profundos desde el punto de vista de la reflexión como sociedad, una forma distinta de ver la administración pública, de ver las políticas económicas y encontrar una real justicia social.
¿Cuál es tu receta para ser feliz?
-Mi concepto de felicidad es estar en un momento grato, contento, motivado por algún tema personal o colectivo, lo cual no es un estado permanente. He tenido momentos gratos, contento, cuando he logrado alguna obra, y cuando estoy en paz conmigo mismo y con la gente que me rodea.