"Anhelo un mundo donde no haya guerras"
IDENTIDAD. Laura Gildenberger Aput, actriz, directora y maestra de yoga.
La actriz, dramaturga, directora y docente Laura Gildenberger Aput nació en Buenos Aires, Argentina, pero se crió lejos de la capital trasandina.
Pero se encantó con el desierto de Atacama y hace ya varios años que vive en Antofagasta, donde además es instructora de yoga Ashtanga.
"Una de las cosas que marcó mi infancia fueron las salidas culturales, me inculcaron el aprecio por las artes, la música, el teatro, la pintura, la lectura, los museos y también por la naturaleza, los ríos, las montañas, el verde campo".
¿Cuál es la principal enseñanza de tus padres?
- Ciertos valores universales que hacen del mundo un mejor lugar: la honestidad, el respeto, la tolerancia, la justicia, la solidaridad, la libertad, la paz.
¿Cuéntame cómo y por qué llegaste a la dramaturgia?
- Yo creo que la dramaturgia llegó a mí. El primer texto que escribí fue a los nueve años en la escuela, era un monólogo interior, una conversación entre mi conciencia y yo. La maestra colocó un "excelente", no corrigió ni un punto, ni una coma y ese día me hizo ir aula por aula a leérselo a los demás cursos. Yo no era de las alumnas más destacadas, pero lengua me gustaba. El segundo texto lo escribí a los 12 años, era una pequeña obra en dos actos, una parodia en relación al día del maestro/a para mostrar en la escuela, nos juntábamos a ensayar y yo dirigía a mis compañeros. A los 19 años empecé a hacer teatro y no paré más. La escritura siempre estuvo a la par de la actuación para mí, así como también la literatura y la historia. Escribía monólogos y me iba a actuar a los bares, eventos, generaba una parte de mis ingresos haciendo esos pitutos. Hace poco descubrí que mi abuela escribía poemas y obritas de teatro en un cuadernito personal que ella tenía.
En Argentina estrené "Desopilantes maneras de existir" un compilado de todos mis monólogos.
El año pasado, en Chile, gracias a la adjudicación de un Fondart, escribo y dirijo la obra "Mujeres de Pampa Unión" apoyada en una investigación bibliográfica de la época del salitre y las mujeres que se dedicaban al oficio del amor en la soledad del desierto, y la estrenamos en las mismísimas Ruinas del Pueblo de Pampa Unión, al mejor estilo "Teatro Paisaje".
También participé como dramaturga y directora en la obra "Vivencias" (proyecto GORE club adultos mayores YMCA) y para niños escribí y dirigí la obra familiar "Los piratas Ecológicos" que fue presentada en el teatro Municipal para 90 alumnos de diferentes escuelas en el marco de la campaña del cuidado del medioambiente y el NO uso de bolsas plásticas.
Este año, justo antes de la cuarentena, vine a Bs As para realizar una diplomatura en dramaturgia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, pero debido a la emergencia sanitaria, la han postergado hasta nuevo aviso. Mientras tanto, estuve escribiendo micromonólogos en relación a la pandemia y una obra de teatro llamada ConFINmiento2020, donde el argumento es una mezcla entre lo vivido en el estallido social en Chile y la cuarentena en Buenos Aires.
¿Qué es lo que más te gusta de ti?
- La perseverancia.
¿Qué te gustaría que los demás supieran de ti?
- Que anhelo un mundo donde no haya más guerras, ni femicidios, ni explotación del hombre por el hombre ni del hombre por la naturaleza. Y que apruebo una nueva constitución para Chile.
Me decías que llegaste en 2015 a Antofagasta… ¿Por qué te quedaste?
- Lo que realmente afianzó mi permanencia fue el haberme incorporado a la Compañía de Teatro La Favorecedora participando en sus dos grandes obras de teatro Paisaje "La Tierra está Viva" (2016) y "El Latido del Cosmos" (2019) entre otros proyectos. También participé en la Cía Aquelarre. Yo llamo a Antofagasta "Tierra de Oportunidades".
Muchas personas son parte del maravilloso entramado que se formó para ampararme y que pueda trabajar aquí, tanto en la actuación como en lo pedagógico, con clases de yoga, de teatro en las escuelas o dirigiendo y escribiendo obras.
Ahora que estás en Argentina… ¿Qué extrañas del norte?
- ¡El mar! La playa, las gaviotas, el clima, el desierto, el cilantro, la palta, el pisco sour, la once con amigas, mis colegas de teatro, mis compañeras de yoga.
¿Dónde tenemos que poner los énfasis para saltar al desarrollo?
- Desde mi lugar puedo hablar del aspecto cultural y artístico. Cuánto valor se le da para que sea parte de un desarrollo territorial y social y no sólo para recrearnos y pasarla bien un rato. Faltan salas para que los actores puedan desplegar su profesión. Con el estallido social sucedió que muchos espacios culturales inalcanzables abrieron sus puertas en solidaridad a nuestra actividad teatral en medio del caos. Entonces pudimos ver que si existe una voluntad de gestión cultural que apoye a los artistas, el desarrollo es posible.