Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Cartelera y Tv
  • Deportes
  • Contraportada

Alternancia en el Poder

"A las nuevas autoridades les deseamos mucho éxito en sus gestiones, tendrán nuestro apoyo y colaboración"...
E-mail Compartir

En las próximas semanas seremos testigos de uno de los hitos que mejor refleja el espíritu democrático de cualquier país desarrollado. Asumirán nuevas autoridades en distintas esferas del quehacer político-administrativo de la nación, con el mandato de administrar eficiente y transparentemente distintas funciones del Estado y disponer sus competencias al servicio de la ciudadanía. Estos hitos serán breves (más aún en este contexto especial), en apariencia simples y, de seguro, generarán algunas reacciones encontradas desde las distintas veredas del espectro político chileno. No obstante se constituyen en la culminación visible de un proceso clave en el contexto de las democracias modernas y maduras: la alternancia en el poder. También llamado principio de alternatividad democrática se sustenta en la existencia de convocatorias a alecciones periódicas, libres, secretas y pluripartidistas y donde los contendores tienen reales opciones de llegar al poder, garantizando una auténtica representación democrática y participativa.

Cuando me refiero a una democracia madura (cuestión que puede tener un sinnúmero de interpretaciones, unas buenas y otras no tanto) lo hago expresando que esta forma de actuar de la sociedad chilena y su clase política en particular, es creada por una acción conjunta, validada y respetada por todos, a un proceso dinámico de cambio donde se discute de manera fundamentada, se cuestiona, pero se aceptan las diferencias y se acata la voz de las mayorías. En definitiva, un proceso de co-construcción en un entorno republicano. En esta oportunidad, claro está, con las particularidades que nos impuso la pandemia y sus nefastas consecuencias en variados ámbitos.

En nuestra historia reciente, estos eventos no han pasado desapercibidos para el resto del mundo, es así como nos hemos enterado de las menciones que distintos medios de comunicación internacionales han realizado sobre la forma impecable en que se han traspasado los poderes de la nación a las nuevas autoridades en pasadas elecciones. Sin lugar a duda, un gran capital social que debemos seguir cuidando y desarrollando.

A las nuevas autoridades que se entrenarán en esta nueva etapa de nuestra vida institucionalidad y asumirán los grandes retos que imponen los nuevos tiempos, les deseamos mucho éxito en sus gestiones, tendrán nuestro apoyo y colaboración en el marco de un trabajo dedicado, pulcro y asertivo. Nuestro compromiso para compartir, debatir y mejorar, generando un mayor impacto en nuestras ciudades e instituciones mediante acciones concretas. En nuestro caso disponibles siempre, en torno al mandato de formar profesionales para una sociedad cada vez más empoderada, informada y exigente.

Daniel Solís Igor

Rector CFT estatal Región Antofagasta

Claudia y su cariño malo

"Claudia no es la única adolescente que es usada y abusada por estas mafias" Carlos Vöhringer, director técnico del Hogar de Cristo
E-mail Compartir

Desde que Claudia tiene uso de razón vio a su padre golpeando, insultando y maltratando a su madre. Un día, él fue detenido y condenado por tráfico de drogas. La madre intentó tomar las riendas del negocio, pero fue descubierta y encarcelada. Claudia y su hermana menor, que entonces tenían 9 y 7 años, fueron ingresadas a un hogar del Sename.

A los 14 años, en una salida, Claudia conoció a Mario, de 34. Iniciaron "una relación amorosa". Ella lo consideraba el hombre de su vida; él le daba regalos, ropa, marihuana. A veces, la golpeaba, pero era porque ella no se portaba bien. Claudia lo ayudaba a repartir encargos de drogas y, cuando les iba bien, hacían fiestas, donde él la dejaba consumir alcohol, drogas y le pedía que tuviera relaciones sexuales con sus amigos.

Hoy, Claudia, de 17, sigue vinculada a la residencia de protección, aunque en la práctica está siempre fuera. El equipo del hogar no sabe cómo enfrentar la situación. Y, pese a las múltiples denuncias, no ha sido posible hacer justicia sobre la evidente explotación sexual comercial de la que es víctima.

Lo peor de todo es que Claudia no es la única adolescente que es usada y abusada por estas mafias que se valen de su pobreza y vulnerabilidad. Por estas redes que se instalan descaradamente frente a las residencias para niñas y jóvenes, ofreciéndoles la falsa ilusión de amor y recursos económicos, aunque de lo que se trata es de perpetuar y profundizar el abuso, la violencia y el daño que, tanto ellas como una cadena de mujeres que las anteceden, padecen.

Grooming se llama el proceso de seducción con que el explotador se acerca a la víctima. La estrategia es infame porque se vale de las múltiples carencias, negligencia e historias de violencia y trauma, en especial de índole sexual, que arrastran estas adolescentes.

Las causas de ingreso dan cuenta de cuánto más complejo es el caso de las mujeres en residencias de protección que el de los hombres. Según datos de ingreso al Sename de 2019, el 93% de ellas había sufrido violación; de ellos, sólo un 7%, y el 85% de ellas, abuso sexual; de ellos, un 15%. Esto revela una gran falencia del sistema de protección: no considerar la mayor vulnerabilidad de las niñas y la falta de una mirada de género para su cuidado, protección y reparación del trauma. Por el contrario, incluso dentro del sistema, se les sigue victimizando desde los estereotipos sexistas, el prejuicio y la estigmatización, propios de una cultura machista que normaliza el abuso.

Esta es una de las grandes deudas que tenemos en Chile. Es una vergüenza nacional que ni las policías, la fiscalía, los sistemas de salud, educación, protección, sean capaces de impedir estos crímenes monstruosos. Por eso pedimos basta de palabras y pasemos del dicho al hecho para proteger los derechos de las más postergadas de todas.

La importancia de la participación

Antofagasta tiene un historial preocupante de baja participación electoral. El desentendimiento de la política es un peligro para la democracia. Es común escuchar que no se quiere votar a los mismos de siempre, pero a la vez criticar la falta de experiencia de los nuevos
E-mail Compartir

La encuesta Barómetro entrega datos preocupantes, aunque esperados, respecto a la futura elección: gran parte de los antofagastinos pretende ir a votar, pero la mayoría no tiene su voto decidido en cargos como alcalde y gobernador regional. Así, es probable que en esta elección se repita el fenómeno de votaciones municipales anteriores y el alcalde -puesto más que clave para el desarrollo de la ciudad- salga elegido con bajos porcentajes de participación. El 52% no sabe por quién votar o simplemente no votará por ningún aspirante al sillón municipal según la Barómetro.

En el caso de los gobernadores regionales el panorama es aún peor. Un tercio de los consultados dijo que no votará por ninguno de los candidatos, otro tercio dijo que no sabe por quién votar y un 8% adelanta que ni siquiera acudirá a las urnas. Menos de un cuarto de los consultados tiene un voto definido.

Y en los constitucionales, la cifra es similar: menos de un tercio sabe por quién votará.

Así, aunque en el plebiscito constitucional la participación electoral fue alta, con un 48,9% del padrón, el historial de la región no es alentador. Para la segunda vuelta presidencial de 2017 votó el 40,6% del padrón y en la municipal de 2016 solo uno de cada cuatro electores de la capital regional acudió a las urnas. Es decir que la triunfadora en esa ocasión, la alcaldesa Karen Rojo, fue elegida con apenas 17.916 votos, es decir el 7% de quienes estaban habilitados para votar, sufragaron por ella, y eso le fue suficiente para salir electa.

Tal vez uno de los mayores problemas para los electores ha sido "navegar" entre el mar de candidatos de las cuatro elecciones que se realizarán en abril, a lo que se suma la desconfianza actual a la política. De hecho, es común escuchar que no se quiere votar a los mismos de siempre, pero a la vez criticar la falta de experiencia de los nuevos. Pero vale recordar que parte de la responsabilidad democrática es informarse respecto a las opciones. Por otro lado, los postulantes tampoco han sido efectivos en la comunicación de sus propuestas, e incluso los medios de comunicación hemos fallado en la entrega de espacios para esto. Hay una frase que dice que cuando los ciudadanos se desentienden de la política, quienes llegan al poder se desentienden de los ciudadanos.