"Me apasiona transmitir lo que sé de la región"
ANTOFAGASTINIDAD. Alberto Vargas Olivares, guía de astroturismo.
Alberto Vargas Olivares es por definición un amante del desierto y los cielos de la Región de Antofagasta. A sus 60 años, este calameño radicado en Antofagasta, sueña con seguir compartiendo las bondades de la pampa a niños, jóvenes y adultos, a través de una de sus más grandes pasiones: el astroturismo.
Hace más de 20 años, este técnico superior en drogodependencia y artista plástico, dio vida a su faceta de guía de astroturismo para compartir los valores patrimoniales, culturales y geográficos del Desierto de Atacama. Hoy, de la mano de su emprendimiento ALLPA KAMAC, continúa mostrando la belleza y los misterios que esconde cada rincón de la zona desde la Cosmovisión Andina.
¿Cómo se definirías a si mismo como persona, cuáles son tus fortalezas y flaquezas?
-Soy una persona común, introvertida, con sueños y deseos como todos. Si bien la perseverancia no es mi punto fuerte, me esfuerzo por hacerla parte de mí. Sin duda, mi fortaleza es la creatividad que me ayuda a resolver y enfrentar los diferentes desafíos que se me presentan.
¿Cuál es la principal enseñanza que le dejaron tus padres?
-Un amplio espectro de valores, honestidad, compromiso y respeto por los demás.
¿Dónde creció y qué recuerdos guardas de su infancia?
-Crecí en Chuquicamata y luego -siendo adolescente- emigramos con mis padres a Calama. El campamento minero era un buen lugar para tener amigos de barrio, se podía jugar tranquilo. La vida en la ciudad fue diferente, mis trece años enfrentaron un Golpe de Estado y todo lo que ello implicó.
¿Dónde estudiaste y qué recuerdos guardas de esa época?
-Soy Lezaetano de Corazón, el Instituto Obispo Silva Lezaeta de Calama formó gran parte de mi vida como estudiante. Las presentaciones como músico, celebrando los aniversarios del colegio, motivaron mi compromiso con las artes y el oficio, mi participación como integrante de los scouts me impregnó de inquietud por conocer mi tierra y su gente. Fue una buena época.
¿Qué le llevó a emprender en el área del turismo?
-El deseo de enseñar y mostrar lo maravilloso de la magia del desierto y su cielo, de nuestra historia y pueblos originarios. La cosmovisión andina ancestral te permite rescatar identidad, para así enriquecer la cosmovisión andina del presente.
¿Qué te apasiona de tu trabajo como guía de astroturismo?
-Me apasiona poder transmitir a otros lo que sé y he ido aprendiendo de la región, su historia y sus paisajes. En estos más de 20 años como guía de astroturismo de la Cosmovisión Andina, lo que más me agrada es ver cómo las personas logran conectarse con el relato del territorio.
¿Cuál es el espacio de la región que más le gusta?
-Mi sitio favorito es el desierto mismo, un lugar que en su amplitud, me permite dimensionar su plenitud, sus colores, su relato expuesto en cada roca y rincón. Sus estrellas, un planetario natural completo.
¿Qué cosa, que no enseñan en ninguna parte, deberíamos aprender?
-Creo que "ser buena persona" y "tener identidad cultural", eso sólo se aprende desde las bases de un aprendizaje vicario. La familia es relevante para la formación de las personas, así como también la relación con nuestras raíces. Definitivamente, no todos tienen la fortuna de recibir estas enseñanzas, por eso yo me siento afortunado.
¿Cómo imagina el futuro de la región en esta área?
-Como un lugar integrado, donde el norte sea el trabajo en conjunto para convertir a la Región de Antofagasta en un destino turístico de excelencia nacional e internacional.