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Con la verdad te engaño

" La desconfianza hacia el gobierno y al propio presidente Piñera es profunda, también al Congreso, no miro esto desde afuera ". "El 54% de los escolares posee obesidad o sobrepeso, siendo los niños de pre escolar los que más sobresalen".
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A cinco días de las elecciones municipales, de constituyentes y gobernadores regionales, en el Congreso Nacional discutíamos el cambio de fecha de este proceso electoral, bajo el argumento de las razones sanitarias, esgrimido por el Ejecutivo y los expertos en salud pública.

Lo cierto es que para mí no fue una votación fácil, no obstante apoyé el cambio de fecha. Como regionalista que soy, sé que nos jugamos demasiado en estas elecciones, que entre otros cargos considera por primera vez elegir a un gobernador regional.

Ésta postergación retrasa el que la nueva autoridad tome las riendas de la región y comience a trabajar por sus habitantes.

Sin embargo, cómo médico y conocedora de lo que está pasando en hospitales de la región, comprendo que en este momento la situación es compleja en lo sanitario y que la ciudadanía tienen miedo y una parte de ella espera que estén las condiciones mínimas para poder participar de estas elecciones, que se realizarán el próximo 15 y 16 de mayo. Eso en el papel.

Porque no tenemos certeza de que esto se pueda realizar en la fecha fijada, más aún si el propio Ministro de Salud, Enrique Paris, reconoció que en el nuevo calendario "no tenía atribuciones" para proponer el fin de semana idóneo para que se hiciera la elección, lo que demuestra que ésta no fue una decisión estrictamente sanitaria y que tuvo más tintes políticos. Con la verdad te engaño, decía mi abuela.

Si esto fuese así, estamos en el peor de los mundos. La desconfianza hacia el gobierno y al propio presidente Piñera es profunda, también al Congreso, no miro esto desde afuera.

El cuestionamiento es alto, sin embargo, el gobierno sigue actuando de forma errónea, tomando medias contradictorias, como fueron los permisos de vacaciones, autorizaciones que evidentemente aumentarían el desplazamientos de los chilenos y con ellos la expansión del virus.

Hoy llegamos a un punto en que el temor por la última cama se hace latente, la sensación de descontrol de la pandemia está instalada. El Gobierno tendrá que hacer un enorme esfuerzo para que las fechas que propuso se cumplan, y las elecciones se realicen, porque un nuevo retraso, aumentará la desconfianza y las voces que señalan que "el Ejecutivo boicoteó el proceso constituyente", tendrán más resonancia y tal vez razón.


Lo que callamos de la obesidad infantil

Hace algunos días atrás, la Junta Nacional de Auxilio y Becas (JUNAEB), dio a conocer los resultados del "Mapa Nutricional 2020" en el cual participaron estudiantes de pre kínder, kínder, 1º básico, 5º básico y I medio. Todos ellos, pertenecientes a más de ocho mil colegios del sistema público de nuestro país. Lo alarmante, es que el 54% de los escolares posee obesidad o sobrepeso, siendo los niños de pre escolar los que más sobresalen en los resultados obtenidos. Si lo vemos desde la perspectiva de género, los varones son quienes prevalecen ante las mujeres, 28% y 22% respectivamente. La causa principal del problema, fue un año 2020 en pandemia y donde gran parte de la población debió estar en cuarentena, lo que trajo consigo la inactividad física, no solo de los más pequeños, sino que en gran parte de la población adulta nacional.

Ahora bien, no solo la falta de actividad física es la consecuencia de estos resultados, sino que, a ello se suma el desequilibrio en cuanto al tipo de alimentación donde posiblemente primó la comida procesada. En resumidas cuentas, los efectos colaterales de la pandemia, trajeron consigo otros problemas, los que no podemos aminorar tratándose de alzas tan sustanciales en cuanto a la obesidad infantil en Chile. Estos resultados no son nada nuevo, el año 2019 la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) situaba a nuestro país con un 74% de la población adulta con obesidad o sobrepeso y ya predecía que al año 2030 más de 774 mil menores de 19 años sufrirán problemas de obesidad en el territorio chileno.

Somos líderes mundiales en poseer un sistema de vacunación contra el COVID 19, sin embargo, estamos frente a una alarmante serie de otras enfermedades que pueden ser ocasionadas por la pésima alimentación que están recibiendo nuestros niños y niñas. Es urgente que programas como "Elige Vivir Sano", instituciones de educación superior, colegios y especialistas en nutrición, puedan generar planes de acción al alero del Estado chileno. La estrategia debe estar puesta en acciones concretas, donde las familias chilenas, por muy mal que lo estén pasando económicamente, reconozcan: qué tipo de alimentos deben recibir sus hijos; cuántas horas de actividad física realizar a la semana; cómo organizar una dieta a partir de las orientaciones de un especialista; saber reconocer en el supermercado aquellos alimentos que dañan la salud de la familia y efectuar una campaña comunicacional efectiva donde el llamado esté puesto en la prevención y no en plena manifestación de la enfermedad.

Marcela Hernando Pérez

Diputada de la República

Carlos Guajardo Castillo

Académico de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, UCEN

Salud mental en la pandemia

Factores sanitarios y económicos son fundamentales para sobrellevar esta crisis, pero también se debe tener en cuenta la contención emocional de la población. Lamentablemente por razones económicas no todos pueden acceder a este tipo de ayuda profesional. Por lo mismo, es fundamental un plan de salud mental que llegue a la mayor cantidad de chilenos
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Desde marzo del año pasado hemos transcurrido casi la mitad del tiempo encuarentenados. Algunos han estado estos días con sus familias, lo que lo ha hecho un poco más llevadero el encierro, otros lo han pasado la mayor parte del tiempo solos. Entre los últimos hay miles de adultos mayores, que además es el rango etario con menos manejo de la tecnología.

Las cuarentenas han sido uno de los métodos recomendados por los expertos para reducir el riesgo de contagio y aunque es difícil saber cuántos de nosotros gracias a ellas evitamos enfermarnos, es riguroso decir que si con cuarentenas hemos estado al borde del colapse sanitario, sin cuarentenas ya habríamos cruzado esa línea hace mucho tiempo. Es que el mayor problema ha sido, como quedó demostrado en esta segunda ola, mantener la red de salud con los cupos necesarios para los casos graves y para ello las cuarentenas son muy necesarias.

Pero obviamente estos tiempos de confinamiento tienen otras consecuencias que hay que empezar a abordar desde ya. Una de ellas es la salud mental. Hay una pandemia de estrés y angustia. El encierro y la falta de contacto social, los problemas económicos y la incertidumbre está afectando cada vez más a los ciudadanos, lo que está derivando en aumento de consultas sicológicas y siquiátricas.

"Los trastornos ansiosos, anímicos y del espectro postraumático han sido los más prevalentes. Ansiedad, por ejemplo, respecto al temor de contagiarse o de enfermar gravemente, inclusive con desenlace fatal. Ver fallecer a seres queridos o preocupación por la situación laboral-económica y por aislamiento social", explicó el director del COSAM Central, Rafael Bannura.

Lamentablemente, como ocurre en otras áreas, por razones económicas no todos pueden acceder a este tipo de ayuda profesional. Por lo mismo, es fundamental que se empiece a armar desde ya un plan de salud mental que llegue a la mayor cantidad de chilenos. La contención emocional, además de las medidas sanitarias y económicas, son fundamentales para recuperar el bienestar de la población.