Katherine Jofré S.
Desde que se supo la noticia de la muerte de Alberto Palma Díaz (93), conocido bailarín y tesorero de la Central de Caporales de Calama, su familia ha recibido interminables muestras de cariño, lo que les ha demostrado la gran persona que era este promesante.
Este conocido calameño, desde pequeño se hizo devoto de la virgen Guadalupe de Ayquina y la única vez que faltó a su encuentro, fue el año pasado cuando el santuario estuvo cerrado por la pandemia.
Pero su familia, entre el tremendo dolor de haberlo perdido, sienten la tranquilidad de que está descansando y que a "Palmita" como lo llamaban, se lo llevó su "China".
"Fue todo muy rápido, estuvo solo un día internado. El a sus 93 años empezó con problemas cognitivos y ahora tenía un problema en el intestino, entonces por su deteriorada salud, por su edad, ya no era posible operar, por lo tanto, como familia autorizamos que se fuera de forma natural y alcanzó a estar solo un día", explicó su hija Aliosha Palma.
Indicaron que se fue sin dolor y muy tranquilo, lo que a la familia les da un poco de resignación en este momento.
Su historia
"El a los 8 años se vino (de Antofagasta) en un camión de carga, porque el tenía una vida de calle y ahí con unos amigos se fueron a Ayquina. Fue en ese momento donde conoció la fiesta, los bailes y el caporal del baile Gitano lo invitó a participar, entonces al año siguiente el volvió con este caballero a la fiesta y ahí empezó su fe con toda su devoción", explicó Aliosha.
Devoción que se prolongó por exactamente 85 años. Alberto desde ese momento pasó por varios bailes religiosos y participó todos los años en la fiesta del 8 de septiembre en Ayquina. Fue en este mundo, donde conoció a quien fue su esposa con la cual tuvo sus dos hijos.
"El siempre le prometió a la virgencita que si le iba bien en la vida, él le iba a devolver eso y así lo hizo, muchos bailarines han recordado, que por ejemplo si a alguno le faltaba un par de zapatillas, mi papá se las regalaba, si no tenían en que irse, mi papá les ponía un vehículo, pero todos tenían que llegar a Ayquina. Esa fue su promesa y lo hizo de por vida, hasta que falleció, incluso ahora se va a ir con su traje de baile", agregó su hija.
A los 18 años, en Chuquicamata "Palmita", ingresó al Baile Hindú, donde asumió como caporal hasta los días de su muerte, incluso fue hasta tesorero de la Central de Caporales, lo que hizo que mucha gente lo conozca.
Despedida
Su familia con gran emoción nos contó su historia, ya que mencionaron que Alberto le encantaba hablar de su vida, de su baile y de la Virgen de Ayquina, por lo tanto, esta publicación en el diario será un gran homenaje para este caporal que logró en medio de esta pandemia, tener el permiso de la comunidad de Ayquina y hace dos meses atrás, por 15 minutos, despedirse de su "China".
"El estuvo muy triste cuando no hubo fiesta, incluso pensamos que eso lo fue apagando. Porque su vida era la Central de Caporales, incluso falleciendo siendo el tesorero. Entonces con la pandemia, era primera vez que no había fiesta y eso lo tenía triste. Cuando se hizo de forma virtual, el hizo lo mismo que si fuera real, se levantó temprano que le pusiéramos los turnos, vibró como si fuera presencial", añadió Aliosha.
Y sin saber que sería su despedida, hace dos meses, gracias a las gestiones de la gente que lo quería mucho, logró llegar a los pies de la virgen de Ayquina.
"Le abrieron la iglesia solo para él, logró entrar dentro de sus limitaciones, entregó un arreglo floral, oró e hizo su tradicional saludo que siempre decía que era: buenos días madre, adelante caporal, cuando le daba la bienvenida a los bailes que iban ingresando y fue como su despedida, por eso nosotros como familia estamos tranquilos porque preparó todo, nuestra virgencita preparó todo para que él pudiera subir al cielo, se pudo despedir, pudo bailar y ahora lo estamos despidiendo con todos sus amigos" , remató su hija.
Hoy tendrá su despedida con decenas de danzantes y caporales que lo conocieron, a quienes les enseñó el amor a la virgen. Este año será una fiesta distinta, uno de los devotos ahora estará bailando en el cielo y de cerca de su "chinita" acompañará a los suyos al toque de cada bombo.
Transmitirán su misa online
Por temas de covid-19, desde ayer estaban realizando su velatorio en la sede de la central de caporales y hoy desde las 10:30 le harán una misa, la cual será transmitida por varias redes sociales.
Entre ellas será transmitida por el facebook del Santuario de Ayquina y de la Central de Caporales, para aquellos que quieran verla. El funeral será con poco aforo permitido y lo depedirán los caporales en la salida del cementerio, para así darle un último adiós.