Ayudar a Vivir Sano, correctamente
"La obesidad por exceso de grasa hay que abordarla de manera global, analizando el ambiente y facilitando el cambio más que imponiendo reglas".
Hace unos días se anunció el resurgimiento del programa "Contrapeso" del sistema Elige Vivir Sano. Este se hará de forma piloto en distintas regiones del sur de Chile luego de que un tamizaje diera cuenta de que el 60% de los alumnos tienen obesidad y que 4 de cada 10, entre prekínder y primero básico, sufren de obesidad severa. La idea es evaluar sus resultados pensando en implementarlo a nivel país.
La idea de este programa ya existía en 2018, pero seguramente la pandemia imposibilitó su adecuada puesta en marcha. Se trata de un estudio que parte con un análisis de los estudiantes por nutricionistas para determinar quiénes necesitan mayor evaluación Luego, son derivados a un médico quien -según necesidad- indica exámenes, además de entregarle a los niños consejos para mejorar sus índices.
Las intenciones son claramente buenas, pero hay que tener ojo en entender cómo se produce la obesidad y cómo abordarla. Actualmente, la única forma de diagnóstico de algún grado de exceso de peso es según el IMC o la Ecuación de Quetelet. Esta es una herramienta para estudios masivos poblacionales y que está totalmente obsoleta en el análisis de un individuo. En ese sentido parece muy interesante el hecho de que la propuesta de Elige Vivir Sano lleva a los alumnos en riesgo a una evaluación médica en la que se pueda estudiar con mayor profundidad con exámenes.
Así también, cabe destacar que un exceso de peso por exceso de grasa es perjudicial y que su génesis es algo completamente multifactorial. No basta con dar una pauta restrictiva de alimentación (lo cual hace más de 60 años se sabe que no sirve), sino que a lo que hay que apuntar es a los cambios de hábitos permanentes en el tiempo y considerando el ambiente psicosocial y económico del afectado. Por ejemplo, no se logra nada recomendándole a alguien un pan integral de mayor precio si su presupuesto sólo alcanza para nuestra exquisita marraqueta, que de paso es importante recalcar que es una excelente fuente de energía.
La obesidad por exceso de grasa hay que abordarla de manera global, analizando el ambiente y facilitando el cambio más que imponiendo reglas. En ese sentido, el re-lanzamiento del programa Contrapeso da buenas luces puesto que busca entender bien el por qué los niños llegaron a ese estado.
Invito a que así mismo hagan el esfuerzo de analizar todas las aristas del problema. La correcta alimentación de los niños determina tanto su salud a futuro como también su desempeño físico e intelectual. Una infancia alimentada de buena manera y con una buena relación con la comida lleva a una sociedad más sana y feliz y podría ahorrarle al Estado una gran parte de su presupuesto en salud.