"Esta operación militar va a seguir, el horror de la destrucción de Ucrania va a continuar"
Definitivamente Jorge Guzmán fue cónsul en Moscú en un momento histórico. Comenzó a ejercer el cargo en 1990, en la época de la Unión Soviética, y terminó en 1993. "Me tocó servir en la embajada en la época de la disolución de la Unión Soviética, en diciembre del año 1991, y el surgimiento de la nueva Rusia, de la época de Borís Yeltsin, que es el padre putativo de Vladimir Putin", dice el doctor en Historia y actualmente académico de la Universidad Autónoma.
Guzmán señala que una de las aristas para entender la invasión de Rusia a Ucrania - que ha dejado miles de fallecidos y un éxodo de ucranianos escapando de la guerra - se encuentra en el discurso del presidente ruso y de su entorno, el que contiene frustración con occidente, y que apela a que existe "un menosprecio a la dignidad de Rusia. Es lo que en parte, no menor, a nivel de la psiquis de la clase dirigente rusa hoy día, explica esta invasión sobre un país soberano, porque la intención es reconstruir la gloria imperial de Rusia".
¿Se subestimó a Vladimir Putin?
-Yo no lo creo. Creo que existe una evaluación bastante fina de las capacidades militares rusas, tanto terrestres, aéreas, por mar y también las fuerzas nucleares. Creo que la OTAN, y Estados Unidos en particular, tienen bastante bien mesurado el poder militar de Rusia. No es eso lo que estaba en tela de juicio. Lo que estaba en tela de juicio era si Putin tenía la voluntad política, primero, y el respaldo de su oligarquía para hacer esta guerra, que evidentemente está saliendo de una manera que él no la esperaba.
Guzmán señala que "en una guerra, cualquiera que sea, lo primero que muere es el plan de batalla. Las cosas no resultan como lo planearon los generales, porque el número de imprevistos y de situaciones particulares es muy grande. Y esta especie de operación relámpago, el blitzkrieg de Putin, se encontró con varios problemas. Entre los problemas que se encontró, es que la modernización del ejército ruso, que se inició el 2008, tiene polillas. Es decir, los camiones en principio están bien, pero no están bien. La logística del combustible funciona, pero no siempre. Los tanques están reparados, claro, pero fallan (...). Parte del avance ruso está entorpecido precisamente porque su material tiene problemas. Y enseguida, lo que Putin evidentemente despreció es que la población ucraniana se iba a movilizar para defender su país. Y lo otro que no calculó, es la voluntad política de occidente a enfrentar a Rusia en estas circunstancias, a no permitir que Rusia hiciera lo mismo que hizo el 2014 en Crimea.
¿Serán efectivas las sanciones impuestas por Estados Unidos, la OTAN y la UE a Rusia?
-Sí, yo creo que sí. Las sanciones siguen llegando. No han terminado. Creo que el más afectado económicamente es el sector bancario y el rublo, que perdió parte fundamental de su valor. Y el valor que mantiene no sirve de nada, porque nadie va a querer comerciar en rublo. Y, además, porque cualquier empresario, incluso chileno, que quiera hacer comercio con Rusia, se va a exponer a sanciones europeas, norteamericanas, y también japonesas y australianas. Hay un cerco a la economía rusa que parte por las sanciones al sector bancario, y que sigue con las sanciones a los grandes billonarios que tienen su dinero en el exterior. Suiza también abandonó su neutralidad y aplicó las mismas sanciones que la Unión Europea -no obstante que Suiza no es parte de la UE-, y congeló las cuentas de los magnates rusos en los bancos suizos, y además le quitó el acceso al petróleo ruso a la bolsa de Zúrich, y ahí se transa el 80% del crudo de Rusia.
Rusia amenazó con que la única respuesta a las sanciones de occidente era una "guerra mundial" con armas nucleares, ¿este conflicto podría escalar hasta ese punto?
-No es descartable del todo. Por ahora, la impresión es que esto es más bien retórico, que son parte del vocabulario que está disponible, y que devela la psiquis y el nivel de frustración que hay en Putin y su equipo, porque las cosas no salen como ellos quieren, por las sanciones y además porque el aislamiento político es gravísimo.
En la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, en donde el presidente de la comisión anuncia que va a hablar Sergei Lavrov, que es el ministro de Relaciones Exteriores ruso, los delegados de los países de la ONU se pararon y dejan la sala desierta. Yo en mi época de diplomático nunca vi algo semejante, que prácticamente la comunidad internacional se pare y se fuera. A Putin le van quedando muy pocos amigos. Le queda Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Irán, Bielorrusia. Prácticamente nada. Y hay que tener cuidado cuando dicen que China apoya a Rusia. Yo creo que no (...). Los chinos se dan cuenta de que Rusia resulta instrumental para el enfrentamiento que tiene con occidente, eso es cierto. Pero tampoco creo que China esté dispuesta a validar una invasión militar simplemente porque Putin cree que esa parte del planeta es rusa. Si ese criterio se aplica en el Asia central, donde había otras repúblicas soviéticas, donde hay minorías rusas, entonces va a generar una situación de mucha inestabilidad en Asia central, que es el patio trasero de China, y donde tiene una gran influencia.
¿Podría este conflicto resentir las relaciones económicas y diplomáticas entre Chile y Rusia?
- Por supuesto, porque el sector exportador chileno ya tomó nota de que comerciar con Rusia en las actuales circunstancias es imposible. Entre otras cosas, porque no hay transporte. El salmón, por ejemplo, que es uno de los principales productos chilenos exportados al mercado ruso, no tienen cómo volar a Rusia, a menos que lo hiciera por el Pacífico y China. Eso va a encarecer el flete, por una parte, y por otra va a poner a una empresa chilena en el radar de las sanciones occidentales. Esa es una decisión que tienen que tomar los empresarios.
¿Rusia va a lograr su cometido?
-Yo pienso que, al final, Rusia militarmente va a ganar esta guerra. Militarmente. Diplomáticamente va a perder. El ministro de Relaciones Exteriores y el Presidente de Rusia tienen prohibición de volar fuera de su país. Ayer (jueves) entró en escena el fiscal de la Corte Penal Internacional, que abrió un expediente instantáneamente al problema de Ucrania. Eso va a terminar en una condena. No obstante que Rusia no es parte del estatuto de la Corte, pero eso da lo mismo, porque va a terminar en una orden de captura internacional vía Interpol.
¿Cómo se podría poner un fin al a esta guerra?
-El único que le puede poner fin es Putin, o alguien que derroque a Putin y le ponga fin. Esta operación militar va a seguir, el horror de la destrucción de Ucrania va a continuar. Se va a demorar un poco más o un poco menos. Va a surgir una guerrilla, una insurgencia ucraniana, que va a hacer más cara la ocupación.
"Esta especie de operación relámpago, el blitzkrieg de Putin, se encontró con varios problemas. Entre los problemas que se encontró, es que la modernización del ejército ruso, que se inició el 2008, tiene polillas".