Equipos de emergencia de Italia buscan a 13 personas bajo roca y hielo de un glaciar que colapsó en los Alpes y dejó siete fallecidos.
El primer ministro Mario Draghi señaló muy consternado que "Italia llora las víctimas y todas las italianas e italianos se unen con afecto. El Gobierno debe reflexionar sobre lo ocurrido y tomar medidas para que se dé una baja probabilidad de que vuelva a ocurrir o evitarlo".
La autoridad acudió a la localidad de Canazei, entre las regiones de Véneto y Trentino-Alto Adige (norte), para supervisar las labores de búsqueda de desaparecidos y trasladar a las familias de las víctimas y a los heridos la solidaridad de todo el país.
La zona, a la que Draghi tuvo que llegar en auto dado que las condiciones meteorológicas le impidieron completar el trayecto en helicóptero, fue barrida por el desprendimiento del glaciar de la Marmolada montaña abajo que arrastró todo lo que encontró a su paso.
Se trata de una masa de hielo y roca de 200 metros de longitud, 60 de ancho y 30 de espesor. Es como si colapsaran por la ladera dos canchas de fútbol macizas de treinta metros de grosor, ilustró el presidente del Véneto, Luca Zaia.
El balance consta de siete muertos, el último hallado ayer en la mañana. Los otros son tres italianos -dos guías y un alpinista de 27 años llamado Filippo Bari-, mientras que también hay un checo y dos personas aún por identificar.
Los desaparecidos, constatados por denuncias de familiares que no consiguen localizarlos, son oficialmente 13: 10 italianos y tres checos.
Los heridos llegaron a ocho, dos en graves condiciones, y fueron hospitalizados en las ciudades de Trento, Bolzano, Belluno, Feltre y Treviso.
Se temían hasta veinte desaparecidos, pero algunos fueron localizados en sus domicilios u otros puntos, como un niño de nueve años.
No obstante, las víctimas -muy difíciles de identificar por el estado de los cadáveres- probablemente aumentarán en las próximas horas, según avisaron los socorristas anoche, dado que algunos testigos sostienen que en la ladera había una treintena de personas.
Muchos de quienes se encontraban en la línea de paso del aluvión de hielo y roca eran montañistas o guías de montaña que se encontraban de excursión. De hecho, los equipos de emergencia reportaron el hallazgo de varias cuerdas cortadas.
Se calcula que la avalancha de hielo, nieve y piedras bajó por la montaña a unos 300 kilómetros por hora, arrollando al menos a cuatro grupos de excursionistas.
Difícil rescate
Las labores de búsqueda de los desaparecidos tuvieron que ser detenidas tras un vendaval que azotó la zona, pero se retomaron y ser realizan por aire con drones y helicópteros, uno de ellos con un sistema para detectar las ondas de los teléfonos celulares.
Se teme que las altas temperaturas puedan causar nuevos colapsos y poner en peligro a los servicios de emergencia.
"Quiero agradecer a todos los que han trabajado en este día y medio. A Protección Civil, a los bomberos, al Socorro Alpino, a las autoridades sanitarias y a todos los voluntarios por su generosidad, profesionalidad y valentía", aplaudió el primer ministro y agregó que las operaciones de rescate se están desarrollando "en una situación de gran peligro".
Los equipos de emergencia dijeron que la búsqueda seguirán el mismo método "en los próximos días", porque la búsqueda terrestre no es segura.
La crisis climática
El cambio climático planea sobre esta tragedia, ya que se estima que el aumento de las temperaturas causará la extinción de la mayoría de los glaciares alpinos por debajo de los 3.600 metros de altitud antes de que acabe el siglo; y la Marmolada es uno de ellos.
El primer ministro, de hecho, atribuyó sin tapujos la tragedia a esta amenaza: "Este es un drama que de seguro es imprevisto pero también depende del deterioro del medioambiente y de la situación climática", refirió Draghi, sensible a esta problemática y cuyo Gobierno tiene el primer ministerio para Transición Ecológica.
Los glaciares de los Alpes Orientales y del macizo de los Dilomitas vienen evidenciando una marcada crisis y, desde 2005, han perdido alrededor del 20% de su superficie, explicó el experto del Gobierno provincial de Bolzano, Roberto Dinale.
Por esa razón, cada año se registran desprendimientos o colapsos y la situación este año empeoró a causa de la ausencia de precipitaciones y de una sequía sin precedentes en los últimos 70 años en todo el norte del país, obligando a tomar medidas como parar todas las piletas públicas o decretar racionamiento de agua durante la noche.
200 metros de longitud, 60 de ancho y 30 de espesor tendría la masa de hielo y roca que se desprendió.