Espacios "tomados" y convivencia
Todavía existen lugares públicos utilizados por personas en situación de calle o por migrantes en tránsito que generan problemas de convivencia a los que se les debe buscar una solución. Se requiere intentar las veces que sea necesaria hasta encontrar una salida que permita que la ciudad se vea limpia y ordenada, con gente de calle atendida y sin problemas de convivencia.
Hace pocos años nos sorprendíamos con la aparición de las primeras carpas en espacios públicos con personas en situación de calle. Pensábamos que era propio de una situación coyuntural y que con un poco de atención se podría solucionar sin mayores contratiempos.
Ni uno ni lo otro. Primero no se puso la atención requerida y tampoco fue un problema pasajero, porque la situación fue agravándose por el aumento en el flujo migratorio y la necesidad de las familias que llegaban de tener un refugio.
Ante el descontrol se tomaron cartas, se asistió a los migrantes y hubo una dedicación con los nacionales que por distintas razones viven en la calle. Hubo avances y los constantes operativos han permitido despejar los espacios públicos de carpas e improvisados rucos.
Lamentablemente la necesidad es superior y no son pocos los espacios que siguen "tomados" por personas sin hogar, generando problemas de convivencias con vecinos y transeúntes. Y es que no podía ser de otro modo, porque son lugares no aptos para vivir y muchos de ellos están destinados para el uso comunitario.
Los pobladores urgen a las autoridades para que intervengan y solucionen el problema de convivencia. Sin embargo, la situación se ha desbordado y lo que en un momento se resuelve a las horas está nuevamente presente.
Vecinos plantean que es necesario intervenir a las personas que ocupan esos espacios. Algunos de ellos pueden reinsertarse en la sociedad y otros pueden ser acogidos en albergues o lugares transitorios de residencia.
Se requiere asistencia especializada y muldisciplinaria para atender a las personas de calle y en este sentido no puede escatimarse en esfuerzos. Si se logra alguna solución en ese sentido tendrá un carácter mucho más definitivo que los operativos de desalojo, los que quedarían para situaciones puntuales.
Es preciso que se logre avanzar en resolver una situación que es compleja y que puede que haya sido abordada en los términos planteados. No por ello se puede normalizar, se requiere intentar las veces que sea necesaria hasta encontrar una salida que permita que la ciudad se vea limpia y ordenada, con gente de calle atendida y sin problemas de convivencia.