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En paralelo al cambio de hora, avanza el debate para dejarlo en el pasado

HUSO. Los relojes de la mayoría del país deberán atrasarse una hora desde hoy. En el Congreso, la iniciativa para dejar atrás esta política pública sigue su curso.
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Desde hoy, a las 23:59, gran parte del territorio nacional deberá retrasar sus relojes 60 minutos. Y aunque no hay vuelta atrás para deshacer esta medida, en el Congreso esta semana avanzó la iniciativa que busca ponerle fin a esta medida.

La moción, presentada por la bancada de diputados liberales y fue aprobada en Sala por 88 votos a favor, 27 en contra y 29 abstenciones, argumenta que son pocos de los países que siguen usando el sistema de huso horario diferenciado estacionalmente, por lo que solicita al Presidente Gabriel Boric terminar la práctica y que se establezca un solo huso horario, idealmente el de verano -el que hoy se dejará atrás, pasando al de invierno-. No obstante, el documento recomienda convocar un equipo de expertos para definir el mejor horario para Chile.

"Como bancada liberal presentamos un proyecto que fue ampliamente apoyado, para poder mantener el horario (de verano), no cambiarlo, considerando que los expertos, como psicólogos y gente que trabaja con niños con TEA, han dado cuenta que conviene mantenerlo", explica el diputado Sebastián Videla, coautor de la moción.

Con la iniciativa siguiendo su debate en el Parlamento, representantes regionales se declaran abiertos a analizar mantener solo un horario, una discusión que, en todo caso, no nace ahora, sino que se arrastra desde hace tiempo.

Para la senadora Paulina Núñez (RN), "siempre se ha hablado sobre el cambio de hora y los efectos negativos que puede causar en la salud de las personas. Y por lo mismo es una decisión que se debe tomar con estudios y de manera responsable". Añade que "me parece bien que se hable del tema y que se conforme una mesa de expertos".

Mientras, su par Esteban Velásquez (FREVS) recalca que "hoy cambiaron los modos y conductas de vida respecto a los propósitos del cambio de hora. El ahorro energético requiere acciones de otro tipo".

De igual forma, el senador Pedro Araya (ind. - PPD) declara que, "en lo personal, soy partidario de mantener el horario de verano, debido a lo que ya han planteado distintos expertos, los efectos fisiológicos negativos que generan en las personas los cambios de hora, pueden repercutir en el sueño, estado de ánimo, salud y, por ende, en el desempeño de las actividades diarias que realiza cada individuo".

"Hoy, claramente el cambio de horario no se justifica, ni se condice con la realidad del país. En antaño, dicha medida atendía al déficit de acceso al suministro eléctrico que tenía la población, especialmente en las zonas rurales", plantea.

Los efectos

Sobre los efectos, el doctor David Andrade, Director del Centro de Investigación en Fisiología y Medicina de Altura (Fimedalt) de la U. de Antofagasta, argumenta que, "por lo general, se ha descrito que pueden existir cambios en los niveles de melatonina, que es la hormona del sueño. Si es que las personas están a distintas horas expuestas a la luz solar, los niveles de melatonina cambian y por lo tanto sus estados de sueño. Es decir, si atrasamos una hora el reloj, nos vamos a levantar con mayor luz, pero en las tardes es muy posible que la gente se sienta mucho más aletargada".

"Las personas más afectadas son los niños, porque es muy difícil cambiarles sus horarios, y por lo tanto sus padres debieron haber empezado a cambiar su rutina un poco antes. Ahora, si no lo hicieron, tampoco se va a demorar más de una semana en que ellos se adapten. Por otro lado, las personas mayores también se van a ver afectadas, porque el humano es una persona de hábitos, y si le cambias un hábito, probablemente se va a ver un poco afectada, aunque vuelvo a insistir, el humano es un tipo de animal adaptable", precisa.

"Hay que pensar lo siguiente: este cambio de hora que viene es uno mucho más fácil de asumir por nuestro reloj biológico. Lo que va a pasar es que, al cambiar la hora, vamos quedar con más noche antes de ir a dormir, y eso le facilita a nuestro reloj biológico ponernos a dormir. Al revés de lo que pasa en el verano, primero va a ser mucho más fácil dormirse una hora más tarde desde el punto de vista biológico, y segundo, en el día que sigan, vamos a tener más oscuridad antes de ir a dormir", sostiene el doctor Alejandro De Marinis, neurólogo del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de los Andes

Además, indica que es necesario contar con buenos hábitos del sueño, como "darse un tiempo de reposo y oscuridad en un lugar que no sea el dormitorio para relajarse; hacer una actividad con la familia; no estar haciendo actividades antes del minuto de acostarse, y usar el dormitorio en lo posible solo para dormir y tenerlo a una temperatura adecuada".

Plantas estresadas emiten sonidos que se detectan a más de un metro

TEL AVIV. Investigadores grabaron tomate y tabaco sanos y estresados.
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Las plantas cuando están estresadas emiten sonidos en una frecuencia que los humanos no pueden oír, pero que se parecen a los estallidos de un plástico de burbujas, los cuales se detectan a más de un metro y su volumen es similar al de una conversación normal.

Una investigación de la Universidad de Tel Aviv que publica Cell estudió estos sonidos en plantas de tomate y tabaco estresadas, ya sea por falta de riego o porque se les ha cortado un tallo.

La frecuencia de esos sonidos es demasiado alta para que nuestros oídos puedan captarla, pero hay animales y plantas que "pueden oír esos sonidos, por lo que existe la posibilidad de que se esté produciendo mucha interacción acústica", señaló el coordinador del estudio Lilach Hadany.

Aunque ya se habían registrado vibraciones ultrasónicas en plantas, esta es la primera prueba de que se transmiten por el aire, un hecho que las hace más relevantes para otros organismos del entorno, explica la publicación.

Las plantas interactúan con insectos y otros animales, muchos de los cuales utilizan el sonido para comunicarse, "por lo que sería muy poco óptimo para las plantas no utilizar el sonido en absoluto", dijo Hadany. Los investigadores usaron micrófonos para grabar a plantas de tomate y tabaco sanas y estresadas, primero en una cámara acústica insonorizada y luego en un invernadero más ruidoso.

Tras grabar a las plantas, entrenaron un algoritmo de aprendizaje automático para diferenciar entre las estresadas y no, así como en entre plantas sedientas y cortadas.

POPS, CLICkS

El equipo descubrió que las plantas estresadas emiten más sonidos que las que no lo están y que estos se parecen a "pops o clicks".

Una sola planta estresada emite entre 30 y 50 de esos clicks por hora en lo que parecen intervalos aleatorios, mientras que las sanas emiten menos sonidos. "Cuando los tomates no están estresados son muy muy silenciosos", señaló Hadany.

Los tipos de sonido emitidos diferían según la causa del estrés y el algoritmo fue capaz de diferenciar entre deshidratación y estrés por corte, además de discernir si los sonidos procedían de una planta de tomate o de tabaco.

La plantas estresadas por la falta de agua emiten sonidos antes de que estén visiblemente deshidratadas y la frecuencia alcanza su máximo después de cinco días sin regar, tras lo que decrece y acaban secándose por completo.

Otras especies

El equipo también grabó una variedad de otras especies. "Descubrimos que muchas plantas -maíz, trigo, uva y cactus, por ejemplo, emiten sonidos cuando están estresadas", precisó Hadany.

El mecanismo de estos ruidos no está claro, pero podría deberse a la formación y rotura de burbujas de aire en el sistema vascular de la planta, proceso denominado cavitación.

Tampoco se sabe si producen estos sonidos para comunicarse con otros organismos, pero el hecho de que existan tiene grandes implicaciones ecológicas y evolutivas.

"Es posible que otros organismos hayan evolucionado para oír y responder a estos sonidos", por ejemplo -explicó el investigador-. "Una polilla que pretenda poner huevos en una planta podría utilizar los sonidos para orientar su decisión".

Otras plantas también podrían estar escuchando y beneficiándose de los sonidos.

Según los autores, las grabaciones sonoras de las plantas podrían utilizarse, por ejemplo, en los sistemas de riego agrícola para controlar la hidratación de los cultivos.