El Servicio Médico Legal (SML), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, tiene su presencia en la Región de Antofagasta con sedes en Antofagasta y Calama. En esta última comuna, las prestaciones son acotadas para la Provincia El Loa, en cuanto a infraestructura y personal, lo cual se suple con entrega, vocación y estudio.

Durante su discurso de inicio de mandato, el Presidente Gabriel Boric Font, resaltó la importancia del cuidado de la salud mental en nuestro país, así es que se comenzó a trabajar en la búsqueda de un nuevo edificio que permitiera desarrollar las pericias del SML en la ciudad de Calama con la calidad que merece, lo anterior siempre de la mano con el apoyo de la delegada presidencial regional, Karen Behrens Navarrete.

El 29 de junio recién pasado, como servicio defendimos junto al seremi de Justicia y Derechos Humanos, Cristóbal Orellana Osorio, ante el Consejo Regional de Antofagasta, la iniciativa de reposición del edificio institucional provincial consiguiendo la aprobación por 130 millones (aproximadamente) para la etapa de diseño, con un plazo de 360 días. Este hito nos alegra de sobremanera, pues este nuevo lugar permitirá aumentar las prestaciones y la dotación en la provincia, con un impacto positivo en la atención y dignidad brindada a los deudos y parientes, y en la calidad pericial, permitiendo un aumento del personal especializado.

El nuevo edificio proyecta 1.200 metros cuadrados y se espera contar con sistemas de soporte energético, mayor capacidad de respuesta en casos de desastres naturales y nuevas prestaciones: como las unidades de toma de muestra (para áreas de toxicología y filiación), unidad de recepción de muestras y la unidad de salud mental (considerando atención psicológica a niñas, niños y adolescentes, y adultos), además de un aumento en la capacidad de almacenamiento de fallecidos y de mesas tanatológicas, entregando la posibilidad de realizar procedimientos de forma simultánea, reduciendo así el tiempo de espera para deudos.

Asimismo, en la presentación de este proyecto, los consejeros regionales, nos solicitaron considerar, la construcción de jardines y sala de espera para familiares, cuestión que sin dudas se valorará en el nuevo edificio, que estará en el mismo terreno donde se emplaza la actual sede ubicada en la calle Carlos Cisternas 3759.

El comenzar con esta reposición es dar el primer paso de un anhelo de todos quienes trabajamos en SML en la Región de Antofagasta y que al fin vemos cómo el esfuerzo de años comienza a dar frutos. Esto nos permitirá ser más oportunos, daremos respuesta en la misma provincia y evitaremos los traslados a la capital regional. Incluso podría ser una nueva fuente de trabajo para la provincia y quizás un polo de desarrollo científico forense en la ciudad de Calama.

Quiero agradecer por medio de esta columna al equipo de proyectos del SML, al equipo del SML de Calama y al equipo de la Secretaría Regional Ministerial de Justicia y Derechos Humanos por apoyo en la función de la institución forense que con vocación y esfuerzo desarrolla su trabajo por todo el territorio de nuestra región.

Más mujeres, más productividad

En 2023 ha habido un aumento de un 14% de participación femenina en el rubro de la minería en comparación a 2021, según un informe de Adecco Chile. Aunque este aumento es significativo, no ha logrado satisfacer plenamente las expectativas de las autoridades nacionales, ya que la Agenda 2030 aspira a un crecimiento sólido y sostenido de la representación femenina en todas las áreas vinculadas directa o indirectamente con la minería.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos tanto públicos como privados, la presencia de mujeres en cargos de alto nivel sigue siendo limitada, lo que contribuye a una brecha salarial considerable entre las líderes femeninas y los roles ocupados mayoritariamente por profesionales masculinos. Diversas fuentes de estudio relacionadas con la minería revelan que la presencia femenina en puestos de alta dirección aún se mantiene por debajo del 10%.

Esta persistente desigualdad plantea interrogantes acerca de por qué, a pesar de las estrategias implementadas, las mujeres no han logrado establecerse en dichos roles de manera más natural. Esta situación podría comprometer la consecución total del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, centrado en la igualdad de género.

Aunque las mujeres desempeñan un papel fundamental en la minería en múltiples niveles y áreas, y existen estudios que respaldan su contribución positiva en términos de productividad y gestión, estas evidencias no han sido suficientes para impulsar un aumento significativo en la representación femenina en posiciones de liderazgo. Por lo tanto, es crucial aumentar la visibilidad y participación de las mujeres en el sector, con el objetivo de lograr avances sustanciales en esta área y continuar comprometidos con esta causa a largo plazo.

A pesar de que se han logrado avances modestos, es importante destacar que el sector minero se encuentra en una búsqueda constante para aumentar la participación femenina mediante diversas iniciativas que fomentan un entorno propicio para su desarrollo. De hecho, estudios, como el realizado por Sodexo, demuestran que las empresas con una ocupación femenina del 40% en su plantilla son más productivas y eficientes, subrayando la importancia de contar con un equilibrio de género en el lugar de trabajo.

El desafío actual no solo radica en enfrentar los desafíos inmediatos en términos de productividad, sino también en identificar cómo estos desafíos pueden abrir nuevas oportunidades. Para ello, es esencial fomentar el diálogo y la colaboración entre los sectores público y privado, a través de mesas de trabajo, alianzas y otras iniciativas que adquieren un valor crucial en el contexto de la industria minera en constante evolución.

En una anterior publicación el diputado Jaime Araya comentaba que los avances en descentralización del país debían seguir e incluso acelerarse, y que la coyuntura respecto al caso Convenios y la mala utilización de fondos públicos vía transferencias directas no fuera parte del discurso de quienes han puesto trabas al proceso, apelando a la corrupción.

Es sabido que uno de los argumentos más recurridos por quienes intentan mantener una mayor centralización del país, es "el temor a que se abran flancos para que ingrese la corrupción". Y claramente es posible que en estos casos estemos ante ese tipo de situaciones, pero no puede ser el fundamento para seguir negándose a tener un país más descentralizado y con regiones autónomas en sus decisiones.

Está claro que Chile no resiste más su actual política administrativa y que la descentralización es prioritaria.

En la actualidad hay muchas decisiones que van a consulta al nivel central y en la mayoría de ellas la respuesta tarda o no es la que esperan las comunas.

Solo a modo de ejemplo aún no se visa la construcción de nuevos establecimientos educacionales que sirvan para suplir la demanda explosiva producto de la alta migración. Las cifras son conocidas y a la luz de ellas el camino es aumentar la actual infraestructura, pero la respuesta tarda y el sistema educativo se satura.

Entonces se requiere de mayor autonomía. Poder decidir sobre las realidades que se presentan en las provincias y regiones. Contar con mecanismos de acción y reacción para ser eficientes y una supervigilancia sobre los gastos.

Chile no puede quedarse estancado en este tema y el caso Convenios no puede ser el fundamento para negarle a las regiones algo que se merecen por décadas y que no puede tardar más en llegar.