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El Modelo finlandés que la ONU sugiere para enfrentar el ciberacoso infantil

PREOCUPACIÓN. En el mundo, 130 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años sufren acoso escolar. Eso es uno de cada tres. La tecnología ha ayudado a exacerbar el problema.
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El ciberacoso a menores de edad, un problema en aumento debido al extendido uso de las redes sociales, se debatió ayer en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde los expertos alertaron de sus graves consecuencias y entregaron recomendaciones para combatirlo, una de ellas el programa finlandés KiVa.

La alta comisionada adjunta de la ONU para los derechos humanos, Nada Al-Nashif, inició el debate recordando que 130 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años, o uno de cada tres, sufren acoso escolar, un problema que se ve exacerbado por el uso de las nuevas tecnologías.

Este acoso, subrayó Al-Nashi, puede tener graves consecuencias educativas, físicas y mentales, ya que muchas de las víctimas dejan los estudios, sacan malas notas y sufren ansiedad, insomnio y dolores psicosomáticos, problemas que en los casos más extremos pueden llevar al suicidio.

"Los estudios muestran que los efectos se prolongan hasta la edad adulta, con mayor prevalencia de depresión y desempleo entre las víctimas", afirmó la alta comisionada adjunta ante delegados de países miembros de la ONU.

Santa Rose Mary, una adolescente ugandesa que participó en el debate a través de videomensaje, subrayó que cuando un joven sufre ciberacoso (por ejemplo, se filtran en la red sus datos privados o incluso fotografías con contenido inapropiado) "se siente como secuestrado".

"Ya no puedes ni siquiera enfrentar a tus padres o a la comunidad con la que vives, después de que la gente haya compartido fotos de ti desnudo, tu información personal se haya filtrado, o alguien haya revelado tu domicilio", afirmó.

Philip Jaffé, miembro del Comité de la ONU para los Derechos del Niño, agregó que las víctimas de estas prácticas son de forma desproporcionada niños y adolescentes discapacitados, niñas y otros grupos vulnerables.

"Se necesitan nuevas legislaciones que criminalicen ciertos comportamientos en la red", aseguró, para advertir que debe tomarse con mucha cautela el desarrollo de la inteligencia artificial, y también es preciso "invertir de forma masiva en prevención, especialmente en las escuelas".

El modelo finlandés

La alta comisionada adjunta Al Nashif puso como ejemplo de esta prevención el programa KiVa del Ministerio de Educación de Finlandia, que busca que los adolescentes empaticen con las víctimas de ciberacoso, desarrollar en ellos actitudes de rechazo a estos abusos, e incrementar su conocimiento sobre los riesgos de internet.

En todo caso, matizó Al Nashif, "los Estados deben garantizar que las medidas contra el ciberacoso no infringen el derecho de los niños a su privacidad y a la libertad de expresión", ya que, en su opinión, hay peligro de que un exceso de celo lleve a la censura.

La número dos de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos también pidió a las compañías tecnológicas que desarrollen herramientas para que los niños gestionen su propia privacidad, así como medios para moderar el contenido en línea con los estándares de derechos humanos.

A este respecto, la directora de política de seguridad de Meta, Deepali Liberhan, intervino para subrayar que la multinacional dueña de Instagram y Facebook trabaja con cientos de expertos, incluidos psicólogos, para luchar contra el acoso y los abusos en la red.

"No consentimos en nuestra plataforma el acoso, pero tampoco otros abusos como los discursos de odio, los contenidos violentos, o cualquier tipo de explotación sexual", aseguró.

La compañía, recordó Liberhan, ha lanzado sistemas para reducir las notificaciones en sus populares redes sociales con el fin de bajar su impacto en usuarios más jóvenes, o incluso opciones para que se "tomen un descanso" de las redes si consideran que están gastando demasiado tiempo en ellas.

"Más importante aún, hemos lanzado herramientas de supervisión parental en Instagram y Facebook Messenger, ya que hemos oído el claro mensaje de que educadores y padres tienen que estar más involucrados en la experiencia online de los más jóvenes", señaló.

La joven Santa Rose Mary también se dirigió a los padres en su videomensaje, sugiriendo que deben "enseñar a sus hijos los peligros del ciberacoso", algo que extendió también a las escuelas.

La alta comisionada adjunta Al Nashif advirtió por otro lado que los tribunales están obligados a afrontar este fenómeno, y lamentó que instancias regionales como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos o su homólogo americano no hayan adoptado medidas específicas para evitar el ciberacoso, o no hayan prestado las diligencia debida a las investigaciones de estos delitos.

Astronauta Frank Rubio, tras su récord de 371 días seguidos en la Estación Espacial Internacional: "Es bueno estar en casa"

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El astronauta estadounidense de origen salvadoreño, Frank Rubio, afirmó que "es bueno estar en casa" y de vuelta en la Tierra tras haber pasado el récord de 371 días continuos en la Estación Espacial Internacional (EEI).

Rubio, el segundo en ser sacado de la cápsula de descenso de la nave rusa Soyuz MS-23, que aterrizó puntual a las 11.17 GMT en la estepa kazaja, hizo un saludo con la mano al equipo de la NASA y de la agencia espacial rusa, Roscosmos, que lo recibió y comenzó inmediatamente a medir su presión.

El astronauta, sonriente y pulgar hacia arriba, dijo al equipo que intentaba quitarle el sudor de la frente que "estaba bien".

Seguidamente dijo a un representante de la NASA que le hizo preguntas: "Es bueno estar en casa".

A diferencia de sus dos compañeros, los cosmonautas Serguéi Prokópiev y Dmitri Petelin, con quienes había pasado más de un año en el espacio y con quienes regresó ayer a la Tierra, no quiso comer fruta, según las imágenes transmitidas en directo por la NASA.

Como regalo y recuerdo de su larga misión en la EEI recibió una tradicional matrioshka rusa, esa colorida figura de madera que guarda otras más pequeñas en su interior.

En la primera muñeca figura su imagen. El mismo regalo recibieron Prokópiev y Petelin.

Tras unos 30 minutos sentados, los tres tripulantes fueron llevados en butacas a la carpa médica en la estepa kazaja.

Rubio, que nació en Los Ángeles, pero cuya madre, Myrna Argueta, aún vive en El Salvador, tiene el título de doctor en Medicina. Es médico de familia y cirujano de vuelo certificado, por lo que utilizó sus conocimientos en la misión que acaba de concluir.

De 47 años, se convirtió el pasado día 11 en el nuevo poseedor del récord absoluto de un astronauta estadounidense con más días continuos en el espacio, superando a su predecesor, Mark Vande Hei, que había pasado 355 jornadas seguidas en la EEI.

Con sus 371 días en el espacio, Rubio es ahora el astronauta hispano con más días en la plataforma orbital internacional. Todo ello en su primera misión, para la que se había preparado durante cinco años. De hecho, para los tres tripulantes que regresaron a la Tierra es el vuelo continuado más largo en toda la historia de la EEI.

Los anteriores récord se registraron en la estación rusa MIR. Allí los cosmonautas Valeri Poliakov y Serguéi Avdéyev pasaron 437 (1994-1995) y 379 días (1998-1999), respectivamente en el espacio.