Un mensaje de Navidad nacido en el mismo amor fraternal que en tan fausto acontecer inunda el alma de esta humanidad que aún es capaz de sentirlo y demostrarlo en el mundo que comparte. Y de vivir no sólo en estos días, las nobles enseñanzas del Maestro de Galilea, que predicaba y practicaba el incomparable evangelio del "Amaos los unos a los otros", enriquecido en el incomparable ejemplo de su constante y generoso proceder.
Este mensaje lleva en sí, el vehemente deseo para todos, de una Feliz Navidad compartida y realizada en la unión de los seres queridos. Especialmente para los que, por una u otra razón, están sufriendo y necesitan en su dolor de una mayor cantidad de afecto y comprensión. Para aquellos que están lejos de la intimidad del hogar, donde quizás, por su ausencia no encuentre paz ni alegría, precisan del bálsamo milagroso de una generosidad fraternal. Para aquellos ya ancianos o muy niños, requieren el calor de una verdadera caridad que los aliente y ayude en la pena que los aflige.
Para todo ser humano que merece que se le tienda la mano y trate como a un igual en respeto y dignidad, en afecto y simpatía con la amplitud que fluye de esa sublime doctrina de hermandad que nos legó Jesús.
Feliz Navidad para todos los seres esparcidos por la faz de la tierra, que se sentirán más unidos y hermanos al celebrar la Nochebuena, al regalar un juguete, la recibir un abrazo, al prender las luces del simbólico árbol y al vibrar emocionados ante la diversidad de gestos amables, fraternos, de conocidos o no, que le dirán que la bondad no es mito y el hombre más que un simple animal, es un ente sensible y generoso que trasciende su egoísmo , para abrirse a las manifestaciones del amor a la familia de su especie.
Es el mensaje y nuestro anhelo ojalá, hasta los que creen no sentir apego alguno por sus semejantes y se debaten en el triste escenario del odio, la violencia, la injusticia y la inhumanidad y que recapaciten y vuelvan a la senda que jamás debieron abandonar.
Por último, Feliz Navidad para todos, padres e hijos, hermanos, amigos, relaciones, de todos los confines, que imbuidos de las mismas aspiraciones de bondad y amor en estos días, desean entregar lo mejor de sí, al ambiente de Navidad.
Arturo Mardones Segura,
Rotary Club Chuquicamata