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Ayer se cumplieron cien días de decretada la emergencia sanitaria a nivel nacional y local. Transcurrido ese tiempo el presidente del Colegio Médico de Calama, Sergio Silva analizó este período que trajo la pandemia y los duros efectos que está dejando en la ciudad. Su evaluación es tajante al explicar que "aún no sabemos si estamos ante un inicio de peaks, o bien una fase aún más dura", dijo el profesional.

"A Calama, al comienzo de esta crisis , los números eran muy bajos, no había mortalidad. Primer mes fue súper bueno en ese aspecto, pero con el correr de los meses cambiaría todo, pero hubo un relajo", comentó el profesional de la salud, dentro de lo que fueron las primeras manifestaciones del COVID-19 a nivel local.

Confianzas

Para el médico, "al notar el relajo de la gente, los números se nos escaparon en contagios, y sobre todo los fallecidos, aún cuando haya una cosa multifactorial en ello, estamos analizando las posibles variables de esto". Y agregó "al bajar la guardia, y pensar colectivamente que los alcances de la enfermedad no brotarían en Calama demostró viejas y malas costumbres en lo preventivo. Se cayó en las viejas confianzas y los consecuencias están a la vista, son terribles".

El facultativo también tuvo palabras para evaluar la gestión gubernamental en la ciudad. "Hubo desaciertos evidentes, con llamados a una nueva normalidad. Cosas que la gente no entendió y que generaron confusión e incertidumbre. La cuarentena llegó tarde a Calama, y eso fue una suma de errores, que están siendo palpables en los centros asistenciales", dijo Silva.

Más capacitaciones

Sobre la llegada de ocho nuevos respiradores al hospital Carlos Cisternas dijo "sin duda positivo, un avance para dar mayor cobertura, pero se hacen falta más capacitaciones, personal que sepa manipular estos dispositivos. Y con gente experimentada, eso es fundamental para el trabajo de aplicación de más testeos, y acotando los tiempos de respuesta. También contar con los insumos requeridos, y los accesorios necesarios", agregó el médico.

Sergio Silva abordó también la posibilidad de que el hospital Carlos vuelque todos sus esfuerzos y atenciones a patologías COVID-19, y dijo, "el Carlos Cisternas ya está trabajando a un 95 por ciento y sólo con carga COVID-19, y el hospital del Cobre en la misma cifra, el hospital Carlos Cisternas incluso está mandando a operar a pacientes ambulatorios a la clínica El Loa, comprando servicios, lo mismo hará el sistema de salud de Codelco. En el caso de las mutuales, la Mutual de Seguridad es la única que tiene camas, pero en un número muy limitado, unas diez a doce. Los dos grandes centros hospitalarios de Calama ya presentan atención COVID ya casi al cien por ciento".

En tanto, el médico no se atrevió efectuar un pronóstico o una proyección de cara a los próximos días, donde se podrían manifestar nuevas oleadas de contagios. "No puede haber aún una aproximación siquiera a posibles cifras, en medio de tanto cambio que presenta la pandemia a nivel local. Y tampoco es posible estimar un peak, eso lo sabremos recién con la certeza de que hayan cifras que demuestren bajas. Estamos frente a un panorama que puede ser aún más duro".

"Esperamos que en esta cuarentena comience a surtir efectos en disminución de contagios. La medida llega tarde pero ahora debemos ser más cautelosos que nunca, y sumarse a la prevención y sortear nuevas complejidades".

Un trabajo especial deberán abordar los profesionales que desde el lunes próximo inicien el acompañamiento a 20 personas en situación de calle, que se verán beneficiadas con la apertura del hogar de invierno que el ministerio de Desarrollo Social y el municipio habilitarán.

90 días de aislamiento deberán realizar los 20 beneficiarios de este hogar de invierno en Calama.

La complejidad para estos profesionales se da en que se trata de personas que deberán estar bajo aislamiento por 90 días, y ello trae dificultades con el encierro y la falta de consumo que pueden llegar a presentar los usuarios.

"Lo más complejo es que los usuarios permanezcan los tres meses sin salir del albergue. Si para cualquiera es complejo estar encerrado durante tres meses, para las personas en situación de calle el tema es más difícil. En caso que la persona abandone el albergue, no puede volver como medida de prevención contra el coronavirus. Durante todo este tiempo, habrá un acompañamiento psicosocial que consiste en terapias, talleres, juegos, apoyo y contención por parte del municipio y otros organismos relacionados. Incluso, se les enseñará cómo administrar de mejor forma sus ingresos", dijo acerca de esta labor el titular de Desarrollo Social en la región, Patricio Martínez.

"El albergue está enfocado a tres directrices principales, como son higiene, alimentación y abrigo, esto último es una prioridad debido a las temperaturas bajo cero que se registran en la capital de El Loa. Esto, obviamente, involucra un proceso de intervención psicosocial", explicó Martínez, y aclaró que se trata de un trabajo complejo, pero que será importante para aquellas personas que resienten los efectos de la temporada, al aire libre y sin protección alguna.

Los dispositivos de salud de la Atención Primaria estarán funcionando de manera habitual. Los Centros de Salud Familiar comienzan a funcionar desde las 8 de la mañana hasta las 17 horas de lunes a viernes. El SAPU Norponiente está funcionando desde las 08.00 horas hasta las 00.00 horas. En tanto, el SAPU Sur comienza su atención de las 16 horas hasta la medianoche. En tanto, el SAR Alemania se encuentra con atención las 24 horas y también está realizando la constatación de lesiones y alcoholemias. Todas estas disposiciones del Área Medica de la Corporación Municipal de Desarrollo Social para dar atenciones mientras dure el período de cuarentena en Calama.