Elicura Chihuailaf, un espíritu azul
Elicura es escritor y poeta mapuche y su trabajo se enmarca en lo que se ha denominado "poesía etnocultural". Ha publicado más de treinta libros en solitario y en coautoría. Ha sido, también, antologador y ha traducido al mapudungún al Premio Nobel Pablo Neruda y a Víctor Jara, entre otros. Ha dirigido la revista bilingüe de arte mapuche "Espíritu Azul". Es hijo ilustre de Cunco y, entre muchos otros premios, ha obtenido el del Consejo Nacional del Libro y la Lectura a la mejor obra literaria en las categorías de poesía inédita y ensayo y el Premio Nacional de Poesía Jorge Teillier. Es una de las voces más representativas en la apelación crítica al Estado chileno y ha reivindicado el diálogo intercultural por medio de su intensa labor como traductor español - mapudungún.
La obra de Elicura se enmarca en su cultura nativa, la mapuche, a la que pertenece y que le pertenece, donde siempre se está considerando la dualidad, el círculo de la vida. La vida dialogando, espíritu y corazón, que es la casa donde habita el Espíritu y en eso está la posibilidad cierta y permanente de la partida de este último, en una relación permanente con la naturaleza, recordándonos que mapuche significa gente de la tierra y cuando el Espíritu vuelve a su casa en la Tierra, vuelve a ser agua, madera, fuego, verdor. Elicura recoge y pone en el ámbito literario público aquellos relatos, consejos, cantos que la comunidad, los abuelos, los padres han preservado y que siempre llevan impreso un profundo respeto por la naturaleza, con el objeto de mantener la memoria, en la idea de que cuando se violenta la naturaleza, nos estamos violentando a nosotros mismos. Elicura sostiene que el daño es infringido por una minoría, una violencia ejercida hacia la naturaleza por unos pocos codiciosos y en esto vislumbra una tremenda oportunidad: que la Humanidad retome el buen vivir, poniendo énfasis en algo que es sustancial en las culturas nativas que es la conversación.
Esto es posible de ver su obra "Recado confidencial a los chilenos" (1999) donde se invita a un interlocutor imaginado, chileno, a establecer un diálogo también "imaginario", se trata de una conversación en confianza, de ahí su carácter de "confidencial". Así es como bajo la forma de una conversación, un diálogo, el autor nos hace una invitación a escuchar, a conocer el mundo del cual proviene. Plantea cómo la memoria no debe configurarse sólo sobre la restitución del pasado, sino como una mirada clara hacia el futuro: "Desde el olvido entonces ha de ser levantada la conversación de los chilenos; desde el futuro de la memoria, me dicen, les digo a un grupo de estudiantes liceanas que han venido hasta mi casa. ¿Y qué es para usted el futuro?" La invitación de Chihuailaf es precisamente al conocimiento de un saber ignorado a través de una verdadera conversación con el pueblo chileno.
Elicura Chihuailaf ha sido reconocido el día de ayer como Premio Nacional de Literatura, convirtiéndose en el primer mapuche en ser distinguido con dicho Premio y sea esta la oportunidad para conocer su obra que más que obra es una cosmovisión, un diálogo, una interpelación: "El universo es una dualidad:/lo bueno no existe sin lo malo./La Tierra no pertenece a la gente/Mapuche significa Gente de la Tierra" (Sueño Azul, Elicura Chihuilaf).
Marcela
Mercado, gestora
cultural