Alejandra Rojas Pinto es actriz, gestora cultural, directora y fundadora de la compañía La Huella Teatro, y directora general de Identidades Festival Internacional de Artes Escénicas en el Desierto de Atacama.

Esta mujer es verdaderamente una apasionada por las tablas y a ellas ha dedicado gran parte de su vida. Estudió actuación teatral en la escuela Teatro Imagen, dirigida por Gustavo Meza, y en la Eitalc (Escuela Internacional de Teatro de la América Latina y el Caribe), que dirigía Osvaldo Dragún, donde fue parte activa, participando de varios seminarios profesionales en diferentes partes del mundo.

Rojas ha desarrollando su trabajo en dos líneas, como creadora artística desde lo escénico, y como gestora cultural en el norte de Chile por más de 20 años, tratando de impulsar el desarrollo creativo de las artes escénicas.

Además, ha realizado residencias teatrales con La Huella Teatro en Isla de Pascua, Visviri, Ollagüe, Valparaíso, Santiago, Punta Arenas, La Habana (Cuba), Módena (Italia), Lima (Perú), Buenos Aires (Argentina), Quito (Ecuador), entre otras ciudades del globo. Y en 2015 fue seleccionada para ser parte de Polska New Theater, evento realizado en Polonia y organizado por el Instituto Polaco de Teatro.

Su trabajo creativo ha estado marcado por la investigación antropológica, la cual -admite- ha sido una brújula en su carrera, quedando plasmada en los proyectos que acomete.

¿Cuál fue tu primer acercamiento con el teatro?

- En la enseñanza básica, mi profesora creó una academia de teatro y recuerdo que me inscribí y fue un amor a primera vista. De ahí en adelante nunca más viví sin el teatro a mi lado.

¿Qué es lo mejor de tu oficio o profesión?

- La posibilidad de crear, repensar el mundo u otros mundos posibles, la posibilidad de investigar la historia no oficial de nuestros pueblos, los viajes donde uno encuentra otras culturas y personas. Además, el no tener fronteras cuando nos encontramos con pares en otras regiones o países nos damos cuenta que muchas veces luchamos por lo mismo o nuestros temas son sincrónicos, las problemáticas de un pueblo son las del mundo entero y por sobre todo la libertad de crear en equipo y trabajar con personas diferentes y aprender siempre, esto es un constante, en este trabajo no se para de "aprender".

¿Cuál es su lugar favorito de la región, por qué?

- Dos lugares favoritos: Punta Rieles, esa playa maravillosa y San Pedro de Atacama. Me siento acogida en ese inmenso desierto, sensación de libertad y de pertenecer a algo un lugar con una energía muy potente que me da tranquilidad

¿Qué te apasiona?

- Las nuevas ideas, nuevos proyectos pero sobre todo los grandes desafíos y los viajes, las residencias en otras latitudes, me apasiona el encuentro con otras culturas, la posibilidad de entender el mundo en su mayor expresión. Me apasiona escuchar música étnica, sobre todo la polinésica

¿Dónde quieres estar en diez años más?

- Quiero estar en mi espacio de residencia internacional para las artes escénicas en el desierto de Atacama, mirando el atardecer después de una jornada de trabajo, quiero estar con mi familia disfrutando todos juntos.

¿Cuál fue la mayor enseñanza de sus padres?

- De mi padre, quien no está en este mundo, ha sido la libertad para ser quién soy, el no coartar nunca mis sueños y darme todas las oportunidades para ser feliz.

De mi madre, mi gran compañera y amiga sigo aprendiendo día a día, de su fortaleza y fuerza femenina y siempre mirar el lado positivo de las cosas, el amor por los animales, por la familia y sobre todo el amor por la libertad de viajar y siempre estar aprendiendo y sorprenderse de la vida.

En tiempos tan convulsos ¿Qué consejo le darías a personas que no conoces?

- La verdad no daría consejos, sé que estos tiempos son muy difíciles para todos desde cualquier lugar, creo que cada uno está luchando su propia batalla con la vida, más esta crisis sanitaria y en este país. Decir tal vez que no estamos solos, que aprendamos a mirar al otro con más cariño. Somos solo un grano de arena en el Universo y que esto pasará... que tengamos calma, no perder la fe en la humanidad.