"La pandemia profundizó y se visibilizó la precariedad que tiene nuestro sector"
ANTOFAGASTINIDAD. Freddy Soto, actor y profesor de teatro.
Freddy Soto Torres es actor con estudios de formación en el Instituto Profesional Teatro La Casa, Santiago, donde cursó estudios de voz, movimiento, psicología, pedagogía teatral, drama, dramaturgia, entre otras.
Cuenta con más de veinte años de experiencia como profesor de talleres teatrales en colegios, agrupaciones sociales e instituciones de las comunas de Maipú, Isla de Maipo, Padre Hurtado y Antofagasta.
Hace más de 10 años se vino a vivir a Antofagasta y con el tiempo pudo iniciar en el año 2016 el trabajo con su productora la Loba Teatro, empezando con los talleres de Teatro "Expresarte" y abriendo el espacio "Sala Loba", ubicado en la Gran Vía.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
-Hoy estoy centrado en los ensayos de "La Principita", montaje teatral infantil independiente, que dirijo con la Compañía Teatral "Loba Teatro". También estamos cerrando el ciclo 2021 de los talleres de teatro y danza de la productora Loba Teatro en los cuales trabajamos con niños, niñas, jóvenes y adultos, con la colaboración de la profesora de danza Luz Domic Siede, la profesora de teatro infantil Catalina Soto Monardes y yo como profesor de teatro de jóvenes y adultos.
Por otra parte, me encuentro trabajando en la Universidad Católica del Norte, a cargo de la creación de la Compañía de Teatro UCN. Este proyecto comenzó su puesta en marcha en el segundo semestre del 2021 y en enero tendremos nuestra primera muestra teatral. Además realizo clases de oratoria y expresión teatral en la misma universidad.
¿Cuál es tu lugar favorito de la región, por qué?
-Me gusta mucho el pueblo de Toconao, es un lugar muy tranquilo y bello donde los habitantes se conocen y eso, sumado al paisaje me parece muy lindo. Como un refugio especial, me gusta también el patio de la casa donde vivo, donde puedo pararme y mirar los cerros. Eso me da calma y lo bueno es que tengo la posibilidad de hacerlo seguido.
¿Qué te mueve, cuáles son tus grandes pasiones en la vida?
-Claramente me mueve el teatro y sobre todo el teatro político ya que considero que a través de este recurso escénico puedo expresar ideas, pensamientos y emociones. Por otra parte, también disfruto del trabajo personal y colectivo que nos permite poder crear personajes, conocer su historia, su vida, su mundo interior y exterior.
Hacer clases también es algo que me gusta mucho, porque puedo integrar la docencia con el teatro, también porque significa una entrega hacia los y las demás, la que siempre tiene una retribución tal vez más grande de lo que uno entrega. Y finalmente porque permite apoyar a otras personas a comunicar no sólo desde lo verbal, sino también desde las emociones y el cuerpo como un todo.
¿Cuál fue la mayor ensen~anza de sus padres?
-Especialmente mi madre me ha enseñado mucho: la fuerza, la tenacidad, luchar por los sueños y en particular, la solidaridad, ya que ella sin tener recursos económicos siempre estaba ayudando a los demás. Tengo recuerdos de su lucha con otras mujeres pobladoras en dictadura. También el cómo se preocupó y ayudó en los años ochenta al ver a un niño maltratado y lo llevó a Carabineros para pedir ayuda... nunca se me olvidaron esas cosas y marcaron mi vida.
¿Qué te apasiona de su profesiónn u oficio?
-Son muchas cosas, pero creo que la libertad de crear es una de las más importantes. Tener la posibilidad de crear a otro ser a través de la investigación y lectura de una historia y poder llegar a darle vida con mis ideas y pensamiento, poniendo a disposición el cuerpo para que otro ser pueda existir, creo que es maravilloso. Poder comunicarse con el público (considerado también como personaje) me resulta también muy atractivo, ya que puedes sentir cómo ellos y ellas van sintiendo la historia que se les va transmitiendo. Mirar desde nuestros personajes esa evolución del "público - personaje" desde que entramos a la sala de teatro o al espacio en que entregamos nuestro arte, hasta el último suspiro del último texto o movimiento, creo que es una experiencia que siempre es única.
¿En lo personal y profesional, cómo lo ha marcado la pandemia?
-En lo personal fue muy duro, ya que uno de mis hermanos estuvo muy grave producto del COVID y fue demasiado complejo despertar cada día con la incertidumbre de esperar el informe diario… también fue difícil no poder estar con él y conformarse con solo esperar. Yo también tuve COVID cuando aún no existía la vacunación, pero tuve la suerte de que no fue complejo.
En lo profesional fue lamentable para mí, así como para todo el sector de las artes, aunque siempre ha sido así, pero con la pandemia se profundizó y se visibilizó la precariedad que tiene nuestro sector, muchos y muchas colegas lo pasaron y lo están pasando muy mal y aún esto no se toma muy en cuenta. Resulta paradójico que nuestro trabajo sea para que nos miren, pero aún hay muchos que no nos ven.