El impacto local del flujo migratorio
El conflicto o molestia nace de los inconvenientes provocados por la tardía reacción de la autoridad central para atender el fenómeno en toda su dimensión. "Antofagasta, Calama y Tocopilla, también padecieron los inconvenientes de la migración descontrolada en sus terminales de buses, playas, parques y en las calles".
El aumento del flujo migratorio y sus consecuencias en las ciudades de la zona norte, debe estar entre los hechos relevantes de este 2021 que está próximo a concluir. No cabe duda que el país no estaba preparado para una oleada de esa magnitud, principalmente compuesta por ciudadanos venezolanos, los que principalmente buscaban la reunificación familiar en nuestro país, en plena pandemia por coronavirus.
A ello se sumó la tardía reacción de las autoridades del nivel central en definir una estrategia que sirviera para controlar el proceso, sobre todo con lugares para albergue y brindar la asistencia necesaria a los migrantes, quienes venían de un largo periplo por el subcontinente soportando muchos trayectos a pie con las inclemencias climáticas y siendo presa de verdaderas bandas que les cobraban por traerlos al país.
Colchane, en la Región de Tarapacá, fue el primer punto donde se hizo notoria la incapacidad para recibir migrantes y en pocos días sus servicios colapsaron y hubo mucha desesperación entre quienes intentaban ingresar a nuestro territorio y se encontraban con una dolorosa realidad. Las fronteras estaban cerradas por la pandemia y estaba la amenaza de ser expulsados si no lograban solucionar sus trámites de permanencia con la celeridad requerida.
Ollagüe al interior de la provincia El Loa sufrió lo mismo y lo sigue hasta hoy, eso sí, con menos intensidad. No olvidar que el poblado fronterizo estuvo con restricciones en movilidad debido a que algunos de los que ingresaban se les detectaba la presencia del covid.
Antofagasta, Calama y Tocopilla, también padecieron los inconvenientes de la migración descontrolada en sus terminales de buses, playas, parques y en las calles, donde se vio un aumento de la mendicidad.
Es por esta razón que se generó un conflicto y una molestia con el fenómeno migratorio, porque sufrían las externalidades de este flujo que no fue atendido como corresponde en el momento oportuno. Fueron los mismos ciudadanos que debieron organizarse para ayudar al extranjero y tenderle una mano.
No es un rechazo a la llegada de familias, personas que buscan un mejor futuro, tampoco xenofobia, por ello se debe entender cuando estudios revelan que ha aumentado el impacto de la migración entre los antofagastinos es por las razones antes expuestas en la forma oportuna de abordar el fenómeno.