Cuando la rutina se vuelve un panorama
En el contexto de la crisis sanitaria, una de las principales medidas preventivas ha sido el aislamiento. Situación vista con agrado al principio, y que al cabo de un tiempo nos hizo repensar cómo vivir el día a día. Como dice el dicho "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Fue así como la rutina se volvió un panorama, y una vez que las cuarentenas llegaban a su fin, las personas no dudaron en inundar las calles.
Acasi dos años de la llegada del SARS-CoV-2, la percepción de muchos sobre el teletrabajo y el encierro ha cambiado radicalmente. Al principio de la pandemia, la comunidad científica enfatizaba en la necesidad de los confinamientos para detener el avance del covid-19 y la población veía con buenos ojos permanecer en sus casas para resguardarse. Sin embargo, bastaron unos meses de salidas limitadas a lo dispuesto en los permisos temporales de circulación para tomarle el valor a algo tan sencillo como salir a la calle para hacer las compras del día o ir de paseo a un parque con nuestros hijos, amigos, o nuestra mascota. Como dice el dicho "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Fue así como la rutina se volvió un panorama, y una vez que las cuarentenas llegaban a su fin, los atacameños no dudaron en inundar las calles para retomar la antigua normalidad.
Las actividades al aire libre, las clases y el trabajo presenciales se ven más atractivos que nunca. Puede que esta necesidad de recuperar los espacios públicos y salir de casa.
Cabe señalar que el largo periodo de aislamiento ha calado de forma transversal en la población, que ha reaccionado organizando eventos masivos ante la primera posibilidad de hacerlo, ejemplos hay muchos, como los carretes masivos en Zapallar (entre cuyos participantes figuraban hijos de parlamentarios), y la fiesta con decenas de lanchas, motos de agua y hasta un helicóptero en el Lago Villarrica por mencionar un par de ejemplos.
El punto es ¿qué hacemos frente a estos actos que se repiten justo ante una nueva ola de contagios y alza en las hospitalizaciones a nivel nacional?, entendiendo que las multas no son suficientes para evitar la proliferación de que reuniones sin las medidas preventivas establecidas por la autoridad sanitaria.
Qué debe pasar para que tomemos conciencia y disfrutemos dar un paseo en nuestro rato libre, o descansar a la sombra en una plaza, pero respetando las medidas preventivas. Ya no hay cuarentenas, pero la sensación de encierro sigue siendo igual o peor que hace dos años.