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El impacto del conflicto en nuestra economía

"El alza del petróleo, generará un incremento en el precio de los combustibles y el transporte".
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Transcurridas apenas unas horas desde la invasión rusa a Ucrania comenzaron a evidenciarse los primeros efectos en la economía global. El ataque llega en un momento en que la economía se veía ya deprimida y presionada como consecuencia de dos años de pandemia. Hoy, la inestabilidad y la incertidumbre por la guerra suman una nueva barrera a la ansiada recuperación.

En el contexto de la globalización, incluso estando tan lejos, el conflicto bélico nos golpea, no sólo desde lo humano al ver las cruentas imágenes, sino también en lo económico. América Latina podría ver los efectos de este conflicto entre Rusia y Ucrania en sus finanzas.

Incluso antes de la acción armada, cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anticipó medidas y sanciones contra Rusia el martes 22, el precio del petróleo alcanzó su valor máximo en siete años. La razón del movimiento del precio del petróleo se debe al temor a que, en algunos países, incluidos los latinoamericanos, se interrumpiera el suministro de crudo generando escasez de petróleo en América Latina.

Esto, principalmente porque Rusia es el segundo país mayor exportador de petróleo después de Arabia Saudita. Además, se ubica en el puesto número tres como el mayor productor de crudo. Por lo tanto, si se cierra el grifo a la distribución de petróleo ruso en todo el mundo, algunas industrias y la población en general podría ver un impacto inmediato ante la falta de suministro de combustible.

El efecto será desigual entre los países de la región, ya que se tiene que considerar la situación económica de cada uno, pero sí se puede decir que aquellos con una deuda muy alta tendrán consecuencias mucho más complejas, pues será difícil frenar la subida de los combustibles en sus mercados locales.

Pese a esto, algunos países productores de petróleo de América Latina, como Brasil y México, podrían beneficiarse ante la falta de crudo importado, no obstante, los precios se dispararían, como se está viendo ahora.

En el caso chileno los efectos también se pueden dejar sentir, debido a que la nuestra es una economía abierta y dependiente en términos energéticos del resto mundo. Se espera un alza en el precio del petróleo, una caída en las bolsas internacionales lo que, a su vez, va a generar una caída en el crecimiento mundial. Por lo tanto, caerán los precios de las materias primas, como el cobre y otros, lo que impactará a Chile, donde el cobre representa aproximadamente la mitad de las exportaciones de nuestro país. A su vez, el fuerte incremento en el precio del petróleo, generará un incremento en el precio de los combustibles y el transporte, presionando aún más la inflación interna.

De todos modos, hay que estar atentos y ver cómo seguirá desarrollándose este conflicto para dimensionar su alcance y consecuencias.

Ocupación de los espacios públicos

El aumento de los carpistas en calles, plazas y bandejones centrales daña la convivencia ciudadana y es preciso intervenir. Existen fórmulas probadas en otros países con éxito. Adecuar esas experiencias puede ser el camino y la solución para que todos puedan vivir en una ciudad más acogedora.
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Una constante que se repite en la mayoría de las ciudades es que los espacios públicos están siendo ocupados por personas en situación calle y por migrantes que van en tránsito hacia el sur y no tienen donde pernoctar. De los primeros es difícil suscribirlos a alguna condición, más allá de que viven en la calle y la mayoría presenta problemas graves de adicción a las drogas y alcohol.

En ambos casos causan resistencia en vecinos, quienes denuncian que deben convivir con ruidos molestos, basura y otras situaciones propias de quienes no tienen un lugar para realizar sus necesidades básicas.

Por ello es necesario que se adopten medidas para que los problemas de convivencia no pasen a mayores, como ha ocurrido en anteriores ocasiones en la Región y otras comunas de la zona norte.

Claramente, como lo determinó la justicia en el caso de los ambulantes, se precisa una coordinación entre todas las autoridades involucradas. Desde los encargados de seguridad hasta quienes deben velar por el bienestar social de los habitantes del país.

En ese sentido, el trabajo con los denominados carpistas tiene que ser multisectorial. El desalojo debe verse como parte de la solución y no como la totalidad, porque sabemos que hoy desalojamos y mañana vuelven los mismos u otros necesitados.

Los chilenos en situación calle necesitan de asistencia y de apoyo para que abandonen esa condición. Hay casos de recuperación muy loables y esa es la razón de nunca desechar esa posibilidad.

De no lograrse siempre debe estar la opción de un albergue y para ello se deben destinar recursos y generar los espacios. En paralelo habilitar un recinto transitorio para los migrantes, que esté permanentemente abierto y no temporal como se hizo.

A nadie le gusta que frente a sus casas, en playas, plazas o bandejones centrales se instalen personas a vivir y cuando ocurre se generan los problemas de relación propios con quienes están en sus viviendas. Eso se puede evitar con una planificación adecuada que se ocupe de lo que ocurre en nuestras comunas, sin esconder los problemas sino solucionándolos.

Existen fórmulas probadas en otros países con éxito. Adecuar esas experiencias puede ser el camino y la solución para que todos, los que tienen y a los que les falta, puedan vivir en una ciudad más acogedora

¿Es posible educar para la paz?

"Educar es como la tarea del agricultor preparar la tierra: crear confianzas de relaciones respetuosas".
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Entre educar y aprender hay un río que cruzar, se llama "disposición, actitud" de parte del educador a comprender que hay otro, otros, que tienen sus propias raíces, para llegar a él, a ellos es verlos desde los ojos de ellos…. Y quiénes están al frente cruzar con disposición de recibir, de escuchar, de reproducir, de recrear lo recibido. La Pedagogía como empatía educativa.

Educar es como la tarea del agricultor preparar la tierra: crear confianzas de relaciones respetuosas. Las semillas bien plantadas para su autodesarrollo. Autodesarrollarse es entrenarse permanentemente de verse a sí mismo, los propios aciertos y desaciertos. No depender de ser evaluado sino evaluarse a sí mismo frente a lo que se le propone. Reflexionar es inherente al aprender. (Generalmente se sentencian resultados, sin reflexionar ). Conciencia de aprender, de tener la satisfacción de avanzar, de corregirse y especialmente compartir las experiencias con los pares que rubrica el aprendizaje.

Educar para la paz es formar personas que se respetan a sí mismas en sus propios fracasos y éxitos. Adquirir el hábito de responsabilizarse ante sí y ante los demás. Una educación socializada crea los espacios de compartir más que competir, lo evidencian las academias "extraprogramáticas". En ellas los estudiantes muestran su alegría de descubrir, de recrear. Ser parte de un equipo, de integrarse a objetivos comunes, las personas se realizan en amplitud, transforman su capacidad de poder en poder servir y no en poder dominar, someter. Se humaniza la educación.

La primera escuela se aloja en el hogar. Los sistemas educativos básicos tienen su misión de instruir, enseñar conocimientos , las habilidades sociales, mal llamadas "blandas", se desarrollan por consecuencias a las actividades escolares. El hecho de la causa es tener colegios y universidades según los recursos económicos de los estudiantes. Las universidades dedicadas exclusivamente a la enseñanza y a la investigación; la formación de socialización no es su prioridad. Un hecho crucial: no todas las carreras imparten "el ramo" de la Ética, y de ser así es marginal.

Quiénes componen los diversos lugares de trabajo son aquellos que han adquirido una profesión universitaria, técnico profesional y finalmente egresado del sistema escolar. Los "curriculum vitae" determinan las funciones a ejercer, como también de qué institución venga. Las remuneraciones corresponderán a los niveles de estudios que se tengan.

Estos paradigmas ya consagrados como las montañas han reinado en la sociedad civil. Si las instituciones, la empresas, la política las constituyen las personas que por años "se habrían sacrificado", saltado las vallas de los cursos, (no por nada las profesiones se llaman "carreras") para obtener sus títulos, serán las personas que han incorporado en su "adn de especialización" los bagajes valóricos de la competencia, del rendimiento, de la meritocracia, de los costos - beneficios, de la justificación de los resultados (el fin justica los medios). En el reino de los egos, reina el reino del poder siempre vencer. La vida se transforma en ganar o perder, la vida como negocio.

Si en las familias se han agudizado las violencias, si los niveles de salud mental son altos y graves, si campean las corrupciones, si las inversiones en armamentos son desorbitantes a la salud, a la educación, si los mares de excluidos provocan tsunamis sociales… Todo ello proviene según la formación que han recibido las personas. Nuestra sociedad ¿podrá darse cuenta que se aborta a sí misma si desmedra su cuna de una educación para la paz?