Desde que el jueves de la semana pasada se inició la invasión de tropas rusas a Ucrania, la solidaridad de los habitantes del resto del mundo se ha expresado en favor del país agredido y las marchas y protestas se han extendido por los cinco continentes, con mayor presencia en Europa pero manifestaciones también en lugares lejanos como Filipinas, Malasia, India, Bangladesh o Chile.

Ayer se vivió una nueva jornada de protestas en diferentes lugares del planeta mientras miles de ucranianos buscaban salir de su país para evitar la guerra que si bien tuvo un pequeño respiro ayer con la esperanza de que las negociaciones entre ambos países tuvieran algún resultado positivo, mantiene la tensión entre las familias que desafiando el crudo invierno escapan con lo puesto hacia países fronterizos como Polonia, Rumania y Hungría.

Se calcula que ya medio millón de ciudadanos ucranianos han abandonado su territorio por carreteras y líneas de tren. Y ayer ya miles habían llenado albergues en ciudades como Tiszabecs, justo en el límite entre la ex república soviética y Hungría.

Mientras se desarrollaban las negociaciones, y otros miles de ucranianos desafiaban la nieve en la frontera con Polonia, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, afirmó que los ataques rusos no han sido selectivos, sino efectuados con armas de largo alcance que han causado muchas víctimas civiles.

Y en Estambul, Zürich y Colonia se desarrollaron las manifestaciones más masivas contra la invasión ordenada por el presidente ruso Vladímir Putin.