En cerca de medio millón de personas cifró el oficialismo argentino la asistencia a la marcha de respaldo a la vicepresidenta Cristina Fernández, tras el intento de asesinato que sufrió la noche del jueves por parte de un hombre que trató de dispararle con un arma de fuego en la frente cuando la también líder del Senado saludaba a sus partidarios frente a su casa en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires.
El sospechoso, de 35 años y de nacionalidad brasileña, identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, fue detenido inmediatamente tras apuntar y gatillar dos veces el arma a centímetros de la entreceja de la expresidenta, lo que fue registrado por la televisión local.
Tras el ataque, el presidente Alberto Fernández dio un mensaje por cadena nacional para repudiar el hecho y decretar ayer como feriado para que los argentinos pudieran expresarse en las calles. Fernández calificó el atentado como el hecho "más grave que ha sucedido" desde que el país vivió a la democracia en 1983. "Ella está con vida porque, por alguna razón, el arma no se disparó", dijo.
En el allanamiento a la vivienda en que residía el detenido por el intento de magnicidio, la policía decomisó dos cajas de 50 municiones 9mm cada una.
Fuentes del ministerio de Seguridad señalaron que el arma incautada al sospechoso es una Bersa calibre 32 automática, que, en su base, posee numeración parcial 250, apta para el disparo. De las siete balas que puede cargar el arma, la del detenido tenía cinco.
Durante la tarde de ayer Cristina Fernández abandonó su domicilio en compañía de sus escoltas, saludando a sus partidarios apostados afuera de su departamento. Horas antes habían llegado a visitarla tanto la jueza responsable de la investigación, María Eugenia Capuchetti, para tomarle declaración, como el Presidente.
Repudio mundial
El atentado generó conmoción y miles de reacciones de repudio en Argentina y el mundo, incluyendo la condena expresa de varios gobiernos, líderes y organismos internacionales.
El Papa Francisco expresó su "solidaridad y cercanía" con la vicepresidenta y abogó porque "prevalezca siempre la armonía social" en su país y se rechace "todo topo de violencia y agresión".
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el intento de asesinato y se mostró "conmocionado".
El alto representante de la Unión Europea (UE) para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, transmitió el apoyo de la UE al pueblo argentino "para combatir el odio y la violencia".
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, condenó "enérgicamente" el intento de magnicidio y expresó su "rechazo a la violencia y el odio", mientras que el Kremlin, a través de su vocero, Dmitri Peskov, dijo que "gracias a Dios, no ocurrió una tragedia".
El expresidente y actual candidato presidencial brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se manifestó frente al atentado. "Cristina es una mujer que merece el respeto de cualquier demócrata del mundo. Gracias a Dios escapó ilesa", dijo Lula, quien ayer la llamó por teléfono.
Teorías conspirativas
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que "ya le mandé una notita. Lo lamento. Cuando yo recibí la cuchillada (al fin de su campaña en 2018), hubo gente que lo celebró y también hubo gente que intentó responsabilizarme", recordó, aludiendo de esa forma a las teorías conspirativas que mencionaron un posible montaje, debido a que Fernández solo tuvo un acto reflejo de agacharse y siguió firmando autógrafos tras el ataque.
El senador argentino Óscar Parrilli explicó que "ella en ese momento no percibió la gravedad, ni mucho menos, ni vio porque fue un hecho muy relámpago. Se había caído un libro y ella se agachó a levantarlo".
El expresidente uruguayo José Mujica habló de un hecho "desgraciado" y reflexionó que "el odio es ciego como el amor".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, repudió "enérgicamente esta acción que busca desestabilizar la paz del hermano pueblo argentino".
El presidente Gabriel Boric solidarizó con la dirigenta del kirchnerismo: "El intento de asesinato a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, merece el repudio y condena de todo el continente. Mi solidaridad con ella, el Gobierno y el pueblo argentino".