EE.UU. anunció ayer un paquete de asistencia militar a Taiwán por un valor de 1.100 millones de dólares que servirán a la isla, cuya soberanía reclama China, para reforzar su sistema de misiles y de radares, informó un portavoz del Departamento de Estado.
El anuncio llega en un momento de especial tensión en torno a Taiwán, con maniobras militares de China cerca de la isla que no han cesado y después de la polémica visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
El paquete de ayuda es el mayor concedido hasta ahora a Taiwán por el Gobierno de Joe Biden e incluye 60 sistemas de misiles de tipo Harpoon para disparar contra buques y 100 misiles de corto alcance del modelo AIM-9 Sidewinder, así como apoyo financiero para un sistema de radares.
La ayuda aún debe ser avalada por el Congreso de EE.UU., donde Taiwán tiene el apoyo tanto de demócratas como de republicanos, por lo que la aprobación es un mero trámite.
El citado portavoz del Departamento de Estado defendió que la ayuda militar es necesaria para que Taiwán "mantenga su capacidad para defenderse a sí mismo" y recordó que, desde 2010, el Gobierno de EE.UU. ha notificado al Congreso la entrega de más de 35.000 millones en ayuda militar a Taiwán.
La ayuda, argumentó el vocero, cumple con el principio de "una sola China" que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país.
Esa política significa que el único Gobierno chino al que debe reconocer EE.UU. es el que tiene sede en Pekín, lo que lo aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
El Departamento de Estado llamó también a Pekín "a cesar su presión militar, diplomática y económica contra Taiwán y, en su lugar, entablar un diálogo significativo".
Respuesta china
China no tardó en reaccionar ante el anuncio de Estados Unidos y fue a través de una amenaza, advirtiendo que habrá consecuencias si no anula el trato, pues "pone en grave peligro" las relaciones entre Washington y Pekín.
China tomará "las legítimas y necesarias contramedidas a la luz del desarrollo de la situación", dijo el portavoz de la embajada china en Washington, Liu Pengyu.
Las tensiones entre Taiwán y China han ido en aumento durante la semana. Tras denunciar el miércoles que varios drones chinos sobrevolaban las islas que ocupa frente a la costa de la ciudad portuaria china de Xiamen, las Fuerzas Armadas taiwanesas dijeron al día siguiente que habían derribado un dron chino.
Ese mismo día, el magnate taiwanés de los semiconductores Robert Tsao declaró que donará 32,7 millones de dólares para entrenar una milicia defensiva contra China.
Tsao, fundador de la empresa fabricante de microchips United Microelectronics Corporation (UMC), espera que su donación contribuya a entrenar una milicia compuesta por 3,3 millones de habitantes de Taiwán, que cuenta con algo más de 23 millones de habitantes.
Historia del conflicto
Joe Biden ha reiterado en varias ocasiones su respeto a ese principio que hizo que hace casi medio siglo EE.UU. rompiera lazos diplomáticos con Taipei y los estableciera con Pekín.
A cambio, Estados Unidos adoptó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, en la que se comprometía a suministrar ayuda militar a la isla, pero no dejaba claro si intervendría en caso de ataque chino, una política bautizada como "ambigüedad estratégica".
Por su lado, China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas.