"Estoy seguro que cuando Espejo llegue a Primera tendrá su lugar en la selección"
Pasaron los años, el ex mediocampista y DT loíno trabaja ahora en Coquimbo Unido y desde hace algunos meses aparece en el discurso de jugadores como Jorge Espejo, Nicolás Orrego, Joaquín Agüero, Brandon Cáceres o Nicolás Palma, todas figuras del primer equipo de Cobreloa que irrumpieron con fuerza este año en el plantel que pelea el título del ascenso, de la mano de Emiliano Astorga.
"Algunos me llaman aún, sé que otros me mencionan y los papás de ellos también me mandan mensajes. Pero más allá de eso, yo estoy siempre pendiente, los veo jugar y me entra una emoción muy grande. Por ellos, porque sé de sus historias de esfuerzo y porque también se confirma esa mirada que tuvieron en su momento Roberto -Espicto-, César Bravo y yo mismo. Que si el club apostara más por los chicos de las inferiores, tendría un equipo con total identidad y proyección", reconoce el actual nexo entre la plantilla profesional y las series menores de Coquimbo Unido.
¿Saliste desilusionado de Calama por cómo te trató la directiva de Aguilera-León?
-Del club sí, por el cariño que uno le tiene, de la ciudad no porque tengo muchos afectos allá. Lo pasé mal porque como los técnicos que estaban antes que yo, había que andar justificando cada gasto, nos conseguíamos plata hasta para almorzar, había que arreglárselas por fuera para darle condiciones a los niños. Nunca hubo interés real, a diferencia de acá donde trabajo ahora y existe real inversión en los chicos.
¿Es verdad que a la gran mayoría de los que están hoy brillando en el plantel los llevaste tú a Calama?
-El mérito es totalmente de ellos, porque siempre quisieron jugar en Cobreloa y lo que uno hacía era abrirles una puerta y ayudarlos. Pero siempre les dije la verdad. Si no eran del club tenían que venirse con el pase en su poder porque Cobreloa no iba a pagar un peso por ellos. Y allí hay mucho mérito de ellos, como de "Nico" Orrego, de Rivaldo Hernández, Minobán Becerra. Ellos pelearon por quedarse en Calama.
¿Cómo ves la irrupción de Orrego?
-Su historia es bien potente y como yo me retiré en Arica lo conozco desde que era chico, al igual que a su papá. Le costó mucho porque se crió con su papá pero siempre estaba pendiente de su mamá. Incluso, cuando llegó a Calama me pedía permiso después de los partidos y se arrancaba para poder estar con ella. Es de mucho mérito porque él se peleó con los dirigentes de San Marcos para exigir que lo dejaran salir. Quería venir y yo quería traerlo porque sabía lo bueno que era, lo mismo que Becerra, que es su amigo de infancia. "Nico" se fue triste porque él quiere a su ciudad, es ariqueño muy identificado y lo trataron mal por querer buscar un mejor futuro.
No llegó a la casa de cadetes y tuvo que arreglárselas solo...
-Como yo conocía al papá, le di el dato de un amigo que trabajaba al igual que su señora y decidieron arrendarle una pieza pero donde se iba a tener que cocinar y hacer todo. Una suerte de media pensión. Y allí se quedó. Me acuerdo que salía a vender choripanes, piscos sours o lo que fuera para juntar platita y poder tener dinero para ir a ver su mamá y comprarse sus cosas...
Cuando partió Alexis Sánchez era lo mismo. Partido que jugaba, partido que destellaba...
Sí, pero acá hay un factor que yo veo, le va a ayudar mucho y es el profe Emiliano -Astorga-, que incluso, creo que lo dijo. Él sabe con quién está tratando, la historia detrás de los chicos, sus momentos. Entonces, siento que lo está llevando bien. Porque el hambre de triunfar que tiene Orrego la mantiene desde que llegó, pero hay que saber canalizarla y guiarla.
El crack
Muchos creen que la ligazón entre Jorge Espejo y Celedón está dada solo porque el DT descubrió su posición en la cancha pero va mucho más allá. El lateral era uno de esos jugadores que iba a quedarse en Santiago porque no estaba en la lista de elegidos para venirse a Calama después de años defendiendo la camiseta naranjas en las series de la capital. No tenía cupo en la casa de acogida.
"Yo lo tenía en los planes pero el club no. Entonces, el papá de Jorge se me acerca y me dice 'profe, tengo un primo que trabaja en Calama y él puede tenerlo pero no sé si lo van a aceptar'. Hablé con los dirigentes y decidieron traerlo. Pero ese tío de Jorge después dejó la ciudad y el chico quedó sin tener dónde vivir. Justo ahí se abrió un cupo en la casa de cadetes porque un jugador se fue y pedí permiso para alojarlo ahí. Y así se fue quedando", dice el formador.
¿Es verdad que tú lo transformaste en lateral?
-Jorge era mi puntero derecho porque yo jugaba con un 4-2-1-3. Y tenía un lateral que no subía y me di cuenta que él sí tenía mucho ida y vuelta. Pero allí viene la parte del jugador porque pudo negarse. Y no sólo aceptó sino que rindió de inmediato. Incluso, lo hice jugar de volante de contención y como lateral izquierdo y lo hizo a gran nivel. Es un jugador que hoy se podría acostumbrar a jugar hasta de central...
Hoy lo dan hasta para la selección...
-Es que es un jugador completo. Rodrigo -Meléndez- le enseñó mucho a cómo defender y el profe Astorga le saca partido a su faceta ofensiva porque como juega con tres atrás, siempre tiene espacio para mandarse en ataque. Acá en Coquimbo han preguntado por él, sé que en Unión Española y Colo Colo lo quieren y a mi me encantaría verlo con Cobreloa en primera. Yo estoy seguro que cuando Jorge juegue en primera va a tener su lugar en la selección. Si hoy no está es únicamente porque juega en el Ascenso.
Proyección
El DT -que medió en la llegada de Matías Cano a Cobreloa este año- sabe que los demás jugadores Sub 21 del club que ya hacen armas en el primer equipo tienen su objetivo muy claro.
"Me acuerdo que Nicolás Palma era capitán en las series de Santiago, estaba en la lista para irse a Calama y sus papás querían que se saliera, que viera otro club. Por su situación y el apoyo familiar, ellos no tenían claro si Nico iba a ser futbolista o se iba a dedicar a otra cosa. Yo les dije que el pase no se los íbamos a dar, que el chico debía seguir el proceso. Y Nico los convenció. Él es un chico distinto, sabe inglés, tiene una formación distinta y siempre fue retraído. Su papá le arrendó un departamento y así empezó. Lo fuimos guiando pero él siempre supo que iba a llegar, estaba convencido", recuerda.
Y hoy es titular indiscutido...
-Es jugador de Primera... Su papá me llamó el otro día para decirme 'oiga profe, usted siempre supo que el destino de mi hijo era ser jugador profesional. El ojito que se gasta". Y la verdad es que acá, el mérito mayor es el del chico.
Joaquín Agüero también le debe su puesto a una "movida tuya"...
-Él era el "10" de nuestra serie pero perdimos el centrodelantero por lesión y lo adelanté. Principalmente, porque tenía mucha facilidad para llegar al gol. Pero Joaquín tiene a su favor que es un jugador de mucha confianza, siempre se supo el mejor y salía a jugar con esa personalidad avasalladora.
¿Con Brandon Cáceres costó más?
-Pasa que él también tiene una historia de mucho sacrificio. Se crió con su abuelita, le costó irse a Calama, pedía permiso para ir a Santiago y en vez de volver el lunes llegaba el miércoles y yo lo castigaba. Pero la vida le fue entregando opciones. Hoy está maduro, es papá y está muy convencido de lo que puede ser. Es una de las historias que me da más orgullo por ver cómo está. Más grande, más seguro de que puede llegar bien alto.
¿Cobreloa debe pensar en ser un club armado con jugadores de casa?
-Yo espero que pase eso, que los planteles se armen con 8 o 10 profesionales más los jóvenes y no traigan 15. Ojalá a Nico Orrego le hagan contrato, que inviertan en los chicos. Ellos quieren jugar por el club y hacen lo imposible, tienen capacidad e identidad. Por ejemplo, Rivaldo Hernández llegó a una prueba conmigo desde Antofagasta. Lo vi y quedé impresionado pero no podíamos pagar su pase. Víctor Oyarzún pedía dinero -gerente técnico del CDA- pero el chico peleó por venirse a Calama porque estaba convencido de que allí estaba su futuro. Lo consiguió y te puedo asegurar que él será el próximo central de Cobreloa en el primer equipo. Lo mismo Luciano Parra, que tiene un futuro impresionante porque siempre fue goleador. Quizás, este año demostró que los chicos sólo necesitan una oportunidad. Y creo que Emiliano Astorga ha ido mostrando el camino. Ahora, sólo falta que lo siga el club y se juegue por los de casa...
"Creo que Emiliano Astorga ha ido mostrando el camino. Ahora, sólo falta que lo siga el club".
"Yo lo tenía en los planes -a Jorge Espejo- para venir a Calama pero el club no, por cupos".
La frase se le quedó grabada para siempre. "Cuando usted llegue a dirigir acá, tiene que darse el tiempo de ir a ver a los más chicos de las series en Santiago porque en Cobreloa se pierden muchos niños que no llegan a Calama porque los que parten son elegidos por dirigentes, hay cuchufletas o son amigos de alguien. Siempre elige tú a los que quieres proyectar allá". Se la dijo Roberto Espicto, el mismo formador que vio a Alexis Sánchez en su momento, justo cuando Rafael Celedón aparecía como su reemplazo natural en las series cadetes de Cobreloa.