La Región de Antofagasta reporta la ejecución presupuestaria más baja de los últimos 15 años
GESTIÓN. Con preocupación observan el cierre presupuestario en el Gobierno Regional. La baja disponibilidad de proyectos y retrasos en obras dificultan un aumento de la inversión pública.
Una compleja e inédita situación enfrenta el Gobierno Regional en materia de gestión financiera y que amenaza fuertemente las proyecciones de inversión pública del 2023. Cuando restan cuatro meses para el término del año -y solo un mes para el cierre presupuestario- la región exhibe una ejecución del 18.6% de los más de 83 mil millones asignados por la Dirección de Presupuestos (Dipres) para el financiamiento de obras y proyectos de inversión.
El último informe emitido por la Dipres ubica a la región en el antepenúltimo puesto de las regiones con menor gasto de recursos públicos, solo tres puntos por encima de la Región de Coquimbo que se ubica en el último puesto con un 15.6%.
Comparativamente, a la misma fecha, el año 2021, la región presentaba un 33.9% de los recursos asignados, lo que para los expertos consultados, ya era considerado una baja ejecución por cuanto el promedio de los últimos 5 años, indica que el porcentaje de recursos utilizados al cierre del primer semestre, rondaba el 51%.
Inédito escenario
Cabe indicar que el informe de Dipres pone acento en la baja ejecución de la mayoría de los gobiernos regionales. Y es que a nivel nacional, y en distintas magnitudes, los efectos del alza de precios en materiales de construcción y los problemas en la adjudicación de licitaciones, parecen ser transversales.
"La explicación de la menor ejecución presupuestaria mantiene los argumentos señalados en los meses precedentes, esto es: escenario de alzas en los costos, en particular asociados a los materiales de construcción. Esto ha llevado a que un número importante de proyectos, en condiciones de ser ejecutados al momento de realizar las respectivas propuestas públicas para su licitación, terminen declarándose desiertas", indica el informe de Dipres.
La situación ha sido ampliamente analizada al interior del Consejo Regional (Core). Diversos consejeros, así como el gobernador regional Ricardo Díaz, coinciden en que la baja ejecución responde no solo a la escasez de proyectos con recomendación técnica favorable, sino además, a una baja calidad en la formulación de iniciativas y un escaso avance en la ejecución de obras a cargo de unidades técnicas relevantes como el MOP, Serviu o la Municipalidad de Antofagasta.
A modo de ejemplo, Díaz cita el convenio de programación "Mejoramiento borde costero Región de Antofagasta", firmado entre el Gore y la Dirección de Obras Portuarias del MOP y que buscaba desarrollar 19 obras en toda la región por un monto total de $71.262 millones. Pese a que el convenio se encuentra vigente desde el 2018, solo exhibe un 1% de ejecución a la fecha, señala Díaz.
"Vamos a exigir cumplimiento de inversiones y en caso de no acelerar gasto, vamos a despriorizar esos proyectos y quitar recursos. Se hace necesario que se entienda que estas inversiones son prioridad para mejorar la calidad de vida de ciudadanos, no se pueden retrasar", sostiene el gobernador regional como medidas para acelerar el gasto.
Medidas de urgencia
Despriorizar proyectos, sin embargo, es una de las medidas que aparece como más "extremas" a la hora de ajustar presupuestariamente la cartera, por cuanto, si bien reduce el marco presupuestario de evaluación, condiciona la solicitud de mayores recursos para el próximo ejercicio.
Para el consejero Víctor Guzmán (PC), presidente de la Comisión de Salud, el despriorizar iniciativas con poco avance permitiría concentrar los esfuerzos en aquellos proyectos con reales opciones de ejecución. "Es una decisión difícil de tomar porque puede dificultar las negociaciones del presupuesto del próximo año, pero me parece preferible sincerar ahora la situación que tener que dar explicaciones más adelante. Hemos ido sosteniendo reuniones con distintos servicios a fin de analizar la cartera y ver qué proyectos puedan lograr factibilidad de financiamiento este año y analizando los problemas en el avance de las obras", sostiene.
La compra de los terrenos de la ex Molinera del Norte, o la adquisición de 14 ambulancias para la red asistencial, son parte de las iniciativas que han permitido aumentar el gasto público en las últimas semanas, sin embargo llegar a niveles cercanos al 80%, a fines de octubre, se ve como una meta casi imposible. Para el consejero Dagoberto Tillería (UDI), la falta de proyectos también evidencia una deficiente gestión por parte de las divisiones del Gobierno Regional. "Recientemente tuvimos que traspasar casi 2.600 millones al fondo de interés regional porque hubo problemas en los fondos concursables del 7% que recién comenzaron en junio. Me parece que este retraso sea producto de la instalación ya que esta administración lleva ya un año en el cargo. Creo que ha faltado gestión en las nuevas jefaturas de las divisiones que ha contribuido a la baja ejecución que tenemos hoy", expresó.
Cierre de año
Las perspectivas en el último trimestre apuntarían a implementar la aprobación de un plan piloto que permitiría obtener proyectos con recomendación técnica favorable a través de consultorías externas. Esa iniciativa se aplicaría a través de la Asociación de Municipalidades de Antofagasta en escuelas de párvulos de Calama.
"Hay serias deficiencias en la región en formulación de proyectos. Hemos logrado gestionar recursos para, asesorías en proyectos contra logro de RS que faciliten inversión. La idea no es sólo identificar responsables sino también ayudarles a generar proyectos", precisó el gobernador Díaz.
Para la consejera Katherine San Martín (Ind-RN), apunta a la necesidad de mejorar la calidad de los proyectos presentados ante el Core y la responsabilidades que municipios como el de Antofagasta, tienen en el actual escenario. "En periodos anteriores en Antofagasta, se presentaban 10 proyectos anuales al FNDR, hoy Antofagasta en promedio presenta 1" y agrega "Los recursos que están a disposición del FNDR, deben ser invertidos y no gastados. Cuando los números no llegan, o se ven complejos en cuanto a ejecución presupuestaria, se gasta para alcanzar al 100%. Y es que hay que aprobar la mayor cantidad de proyectos para lograr el objetivo, pero, ¿es rentabilidad social con foco o es la necesidad de cumplir con lo que se indica?", puntualizó.