Claudio Cerda Santander

Los disturbios, desórdenes y actos a margen de la ley cometidos en distintos aeropuertos del país se han posicionado como actos que de manera progresiva muestran un aumento, como también ha ocurrido en la Región de Antofagasta. Un panorama que ha ido de la mano del retorno de los pasajeros al transporte aéreo luego de las restricciones que impuso la pandemia.

"En lo que sería el tercer incidente en tres semanas al interior del aeropuerto Andrés Sabella, la Fiscalía de Antofagasta formalizó por porte ilegal de municiones a una mujer que fue sorprendida transportando en su equipaje una caja con 15 cartuchos convencionales marca CBC, calibre 9 milímetros", informaban el 11 de marzo pasado desde la Fiscalía de Antofagasta, sobre un procedimiento que terminó con una imputada con medida cautelar de arraigo nacional, tras establecerse un período de investigación de 75 días.

La mujer había pretendido abordar un vuelo comercial con destino a Santiago dos días antes, cuando personal de DGAC al revisar su bolso de mano encontró el material prohibido.

De acuerdo a datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el aeropuerto Andrés Sabella de la ciudad de Antofagasta durante 2021 registró un total de diez pasajeros "insubordinados o perturbadores" en el terminal aéreo. Una cifra que se repitió en 2022. Mientras que este año la DGAC -según un reporte remitido la semana pasada- registra un caso.

A su vez, el aeropuerto El Loa de Calama en 2021 reporta tres casos por "insubordinados o perturbadores", que se duplicaron a seis en 2022. Este año, en tanto, este aeródromo no registra este tipo de incidentes. Ambos aeropuertos, de a acuerdo al informe de la DGAC, desde 2021 a 2023 registran un total de 30 casos de disturbios o desórdenes de pasajeros, que han forzado a bajarlos del avión o impedirles abordar el vuelo en que se aprontaban a viajar al derivarlos posteriormente a las policías.

Desde la DGAC respondieron a través de un correo el tipo de procedimientos que deben adoptar ante este tipo de contingencias. "El comandante de la aeronave es el que toma la decisión de bajar a un pasajero o pasajera disruptiva, y cuando él lo decide llama a la DGAC para que la persona sea retirada de la aeronave".

"Un pasajero disruptivo es aquel que no respeta las normas de conducta en un aeropuerto o en este caso en una aeronave o que no acata las instrucciones de la tripulación. Es aquel que perturba el orden al interior de una aeronave", agregaron desde el Departamento de Comunicaciones de la entidad.

De acuerdo a datos de la Junta Aeronáutica Civl (JAC) del Ministerio de Transportes, la ruta Santiago Antofagasta y Santiago Calama registró al cierre del año 2022 la mayor cantidad de pasajeros nacionales, con 1,5 millón y 1,4 millón de usuarios, respectivamente.

Más casos

Además del incidente que reporta este año la DGAC en el aeropuerto Andrés Sabella, durante este 2023 se han registrado al menos otros dos casos que han determinado la participación del Ministerio Público en las indagatorias. Uno de estos incidentes ocurrió el 8 de marzo pasado, cuando el fiscal adjunto Alberto Gallegos formalizó por el artículo 194 bis del Código de Aeronáutica Civil (actos que atenten contra la integridad física y psíquica de pasajeros y tripulantes) a un sujeto que, al abordar un avión comercial en el mismo aeropuerto, mencionó llevar una bomba en su equipaje. Esta alerta activó los protocolos de seguridad frente a este tipo de amenazas.

En este caso, la fiscalía pidió para el detenido la medida cautelar de prohibición de acercarse al aeropuerto Andrés Sabella y arraigo nacional, además de un plazo de investigación de 75 días, todo lo cual fue concedido por el Juzgado de Garantía.

Mientras que el caso más mediático ocurrió el 20 de febrero de este año, cuando cuatro pasajeros a bordo de un avión de itinerario Antofagasta y Santiago agredieron a funcionarios de la DGAC luego de protagonizar serios desórdenes al interior de la aeronave. Luego de este incidente Carabineros los detuvo y puso a disposición del Ministerio Público, que los dejó apercibidos para los trámites posteriores de la investigación. "Nos parece grave que se estén cometiendo este tipo de acciones, en el pasado hemos tenido actos similares que se investigaron y sancionaron, pero no tan reiterativos. Ahora lo que nos cabe como Ministerio Público frente a todas estas acciones es aplicar la ley, llevar a juicio y pedir las penas que corresponda para los responsables en función del tipo de delito que se trate", comentó el fiscal jefe de Antofagasta, Cristian Aguilar Aranela, tras las reiteración de este tipo de episodios.

Formalización

La semana pasada, en tanto, desde la fiscalía de Antofagasta informaron que con la medida cautelar de arraigo nacional, prohibición de acercarse a las víctimas y prohibición de viajar en vuelos nacionales de la compañía afectada, quedaron las cuatro personas que el pasado 20 de febrero protagonizaron un serio altercado al interior de un avión comercial que se aprestaba a despegar desde el aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta, con destino a Santiago.

"Durante dicho episodio seis funcionarios de la DGAC, que concurrieron para controlar la situación y hacer descender del vuelo a los imputados, fueron agredidos por éstos, acción que fue ampliamente difundida mediante grabaciones de video publicadas en redes sociales", detallaron desde la fiscalía local a través de un comunicado.

La formalización de estos cuatro pasajeros correspondió a la fiscal adjunta Yasmina Aspe Rosas, ante el Juzgado de Garantía de Antofagasta, por los delitos de atentado contra la autoridad, lesiones menos graves en contra de los funcionarios de la DGAC. Adicionalmente, se les formalizó por el delito de "poner en peligro la vida, integridad personal o la salud de pasajeros o tripulantes de una aeronave en vuelo o en servicio", establecido en el Código Aeronáutico. En la audiencia de formalización se hicieron presentes abogados que representan a la DGAC y a la compañía aérea Latam, que actúan como querellantes en la causa.