Huáscar, el mata perros
Este 26 de mayo se conmemoran 141 años del desconocido 1er Combate Naval de Antofagasta, día en que el victorioso Huáscar bombardea la ciudad para destruir las plantas abastecedoras de agua que surtían a la población. Sin estas plantas, los antofagastinos deberían viajar varias horas para conseguir el vital elemento desde el interior costero. Habían transcurridos 5 días desde el hundimiento de La Esmeralda y la muerte de Prat y las correrías del Huáscar frente a nuestras costas fueron más habituales, ya que el Comandante peruano, Miguel Grau, debía continuar con la segunda parte de su plan: sorprender y capturar las naves chilenas, como el Itata y el Rimac (la primera era el desbloqueo del puerto iquiqueño por parte de los chilenos), además de destruir las plantas de agua y cortar el cable submarino de comunicación entre Antofagasta y Valparaíso.
Para la protección de las plantas abastecedoras de agua, el General Arteaga había dispuesto de dos líneas de defensa. La primera, por mar, ubicando a La Covadonga fondeada en el sector de La Poza (entre el terminal pesquero y el Club de Yates). La segunda línea, por tierra, instalando una batería de cañones Krupp, la que protegía tanto a La Covadonga como a la ciudad.
Aquel 26 de mayo de 1879, el Huáscar dispara contra la población cerca de 16 tiros de diferente calibre, las que fueron contestadas por las fuerzas terrestres sin hacer mayores daños por ambos lados. De este enfrentamiento solo hubo un muerto y el historiador Benjamín Vicuña Mackenna lo describe como anécdota en el libro "Álbum de las Glorias de Chile". En momentos en que las balas iban y venían, en los amplios patios de la Compañía de Salitres, se encontraba amarrado un perro que no pudo escapar para encontrar refugio, por lo que uno de estos tiros le da la inesperada muerte. Por tal razón es que, desde ese momento, las tropas chilenas bautizan al imponente Huáscar como "el mata perros".
Ana Olivares Cepeda, guía de Turismo Patrimonial