"Siento gran respeto y cariño por esta tierra"
ANTOFAGASTINIDAD. Rafael Mella Hernández, ingeniero.
Ingeniero de Ejecución en Química Industrial de la Universidad Técnica del Estado, Sede Antofagasta, diplomado en Administración de Recursos Humanos, por la Pontificia Universidad Católica de Santiago y variados cursos de perfeccionamiento y formación, son parte del currículum de Rafael Mella Hernández.
Casado y con dos hijos, Mella nació en Santiago en 1945, pero llegó hace varias décadas al norte, tantas que ya decidió quedarse como hijo adoptivo.
Quienes lo conocen saben de su pasión por conversar, estar atento a los problemas de bien común y gran amistad.
¿Cuál es el recuerdo de tus padres y cuál fue su mejor enseñanza?
-Mi madre, profesora normalista y directora de escuelas hasta los 75 años, fue puro amor por sus alumnas, mis niñitas decía, por su familia y especialmente por el niño, yo, hasta el fin de sus días. Mi padre, funcionario del Ministerio de Educación, fue todo orden y disciplina "a la antigua" y me hizo mucha falta en mi adolescencia y más ahora en mi vejez, porque falleció cuando yo tenía 13 años; era muy deportista y tocaba el piano "como los dioses"; era el alma de todas las fiestas en La Pintana y muy amigo de sus amigos; todos sus ratos libres los dedicaba al piano y a cultivar la parcela que tenía.
De mi padre heredé su humor, el orden, mis habilidades manuales y su estilo disciplinario; de mi madre me quedó su "inutilidad doméstica", ella siempre decía que era una intelectual. En realidad, de la parte doméstica, siempre se preocuparon mis dos abuelas, que casi siempre estaban con nosotros.
¿Qué cosa traerías del pasado?
-Traería la disciplina la disciplina familiar y escolar y el respeto irrestricto por padres, profesores y autoridades. También traería del pasado mi infancia y adolescencia, con esa libertad que no era libertinaje, con esa algarabía que no eran protestas terroristas y con esa irresponsabilidad, que duraba hasta que nos llamaban a terreno... y nosotros obedecíamos.
¿Qué poema o canción te identifica?
-Me gusta toda la música de los 50 y 60, pero lloro cada vez que escucho Barcarola, de los Cuentos de Offman (Offenbach). Dadas las actuales circunstancias de mi vida, en materia de poemas, me siento plenamente identificado con "Reír Llorando" (Garrick) de Juan de Dios Peza.
¿Qué características definen al nortino?
-Los nortinos de nacimiento que conozco se caracterizan por ser muy apegados y orgullosos de su tierra, su historia y sus tradiciones. Lo mismo ocurre con los que nos hemos "arranchado" en esta tierra. Yo llevo casi 60 años aquí, vine a estudiar a la UTE y pensaba quedarme solo un par de años, para "juntar plata" y volver a Santiago.
Pero el destino quiso otra cosa y hoy, al final de mi vida, siento un gran respeto, orgullo y cariño por esta tierra que tanto da y tan poco recibe.
¿Qué objetivos debe plantearse la región para su desarrollo?
-Debemos luchar, por todos los medios y férreamente unidos, por una efectiva regionalización y que ello involucre la asignación de recursos que nos merecemos por el inmenso aporte que hacemos al erario nacional.
Esto nos obliga a elegir representantes ante el parlamento que efectivamente se identifiquen con la región y que sepan defender nuestros intereses, "con dientes y uñas", por encima de ideologías partidistas. Debemos exigirle a esos eventuales representantes que dejen de expresar sus pensamientos personales y votar "en conciencia" y que se comuniquen y representen el sentir de los que voten por ellos.
¿Que espacio de la Región es el que más te gusta y por qué?
-La Portada, la playa Juan López y La Mano del Desierto son paseo obligado con todos los que me visitan. De la ciudad rescato sus murales, la Biblioteca y sus edificios antiguos. Y debo mencionar el desierto en general, con sus pueblos y oficinas salitreras que permiten adentrarse en el espíritu nortino, destacando lo maravilloso de sus atardeceres y amaneceres, especialmente en invierno.
En tiempos tan convulsos, ¿qué consejo le darías a personas que no conoces?
-En relación al COVID-19, lo único que puedo recomendar es paciencia, confianza en que las autoridades están haciendo lo que corresponde y, por sobre todo, acatar las normas de autocuidado. A las autoridades les pediría que terminen con la cuarentena y retomemos la normalidad.
En materia de la violencia social, les pediría a todos que nos mantengamos al margen de las protestas, que siempre se transforman en terrorismo, y denunciemos cualquier hecho que pueda alterar la paz ciudadana.