"Me gusta experimentar el diseño desde un área que no había imaginado que iba a desarrollar"
ANTOFAGASTINIDAD. Sebastián Pellejero Marangunic, emprendedor y artesano.
Casi de casualidad, Sebastián Pellejero Marangunic (35), diseñador gráfico de formación, comenzó en el mundo del emprendimiento. La necesidad de contar con muebles que encajaran en su departamento fue el punto de inicio para que a punta de instinto diera vida a sus primeras creaciones. Tal fue el éxito entre sus amigos y cercanos que pronto comenzó a recibir solicitudes para la fabricación de otros muebles a medida.
"No fue fácil al principio puesto que la cantidad de pedidos no era suficiente igual que la experiencia. Las ganancias no alcanzaban para poder solventar los gastos de mantener un hogar por lo que diseñé mi marca y abrí un par de cuentas en instagram y facebook, plataformas que me han ayudado mucho a obtener ventas", comenta.
¿Dónde nació?
-Nací en Antofagasta, en un ambiente muy familiar. Vengo de una familia de comerciantes, de mucho esfuerzo. Crecí siempre viendo el ejemplo de mis abuelos quienes se dedicaron al comercio y fueron reinventándose y acomodándose a los cambios que el mercado. Siempre me gustó ser independiente. Desde niño ayudaba a mis abuelos en su negocio. Creo que es lo que me marcó y me impulsó a ser emprendedor.
¿Qué recuerdos guarda de su infancia?
-Lo que más recuerdo es tener siempre ese instinto innato por crear cosas con mis manos. Siempre fui bueno para dibujar, diseñar y construir cosas y creo que mi abuelo materno fue el gestor principal de que hoy en día sea un emprendedor. Siempre me contaba de sus ideas y cómo salió adelante junto a mi abuela. Cabe la casualidad que él fue carpintero en su juventud. Otro recuerdo muy simbólico que guardo es que mi abuelo paterno tenía un pequeño cuartito de herramientas en su patio y cuando iba a su casa, me pasaba retazos de madera, clavos y martillo y eso para mí era una verdadera entretención y quizás fueron mis inicios como carpintero.
¿Cuál es su lugar favorito de la región?
-Mi lugar favorito siempre es la playa. Me encanta ir de camping. Trato siempre de arrancarme un fin de semana al menos a acampar y tengo la suerte de tener una pareja que también le gusta lo mismo. Cifuncho, en Taltal, siempre es nuestro destino favorito. Le guardo cierto cariño a esa playa ya que por años fuimos en familia de vacaciones.
¿Cuál fue la mayor enseñanza de sus padres?
-Que la familia es lo más importante primero que todo. Siempre ser humilde, perseverante, responsable y nunca rendirse, siempre seguir adelante. "Resistir, persistir y nunca desistir".
¿A quién o quiénes admira?
-A mi abuelo Antonio Marangunic, un crack. Siempre alegre. Siempre ayudando a los demás, preocupado de la familia y seco para los negocios. Y por supuesto admiro a mis viejos, que siempre me han dado el ejemplo de humildad y colaboración.
¿En qué proyectos se encuentra trabajando actualmente?
-Estoy tratando de ampliar mi negocio. De a poco he ido creciendo. Estoy creando la página web de Vintage y estandarizando un poco mis productos para ofrecer mayores alternativas a mis clientes. Mi objetivo es entregar productos de calidad, reducir los tiempos y tener mejores precios y alternativas de compra.
¿Cuáles son sus grandes motivaciones en la vida?
-Mis hijos, mi familia y mi pareja, son mi motor y mi apoyo siempre. Mi gran pasión es mi emprendimiento, me encanta lo que hago, me permite hacer lo que más me gusta que es crear cosas con mis manos y hacer felices a quienes confían en mi trabajo.
¿Qué le apasiona de su oficio?
-Lo que más me gusta es experimentar el diseño desde un área que no había imaginado que iba a desarrollar. Es casi un sueño para mí. Cada mueble que hago es un desafío ya que generalmente ninguno es el mismo. Lo más entretenido es iniciar un proyecto desde cero y ver materializado todo el proceso creativo. Eso me llena de satisfacción y de orgullo.
¿En lo personal, cómo lo marcó la pandemia?
-En lo personal, me hizo valorar mucho más a mis cercanos. Eso de no poder abrazar a tus viejos o de no poder compartir un simple desayuno con tus hijos fue duro. En lo laboral, fue un periodo de mucha demanda. Tuve un boom de pedidos y me las tuve que arreglar para poder salir a trabajar y lograr encontrar materiales ya que hubo escasez. Fue complicado poder entregar a tiempo, pero agradezco mucho a mis clientes que tuvieron paciencia.
¿Cuál es su mayor anhelo?
-Sueño con seguir con mi proyecto y consolidar a Vintage como una mueblería reconocida en la región. Me encantaría poder tener un gran equipo de trabajo y aportar con un granito de arena al desarrollo del comercio. Entregar una alternativa más personalizada de lo que ofrece el retail. Me gustaría poder hacer programas sociales a través de la carpintería. Me gusta harto trabajar con gente y enseñar. Sería algo enriquecedor compartir mi experiencia.