Bolsonaro podría salir de Brasil antes del cambio de mando y la Suprema suspende porte de armas en Brasilia para esa jornada
LULA. Autorización para un viaje a EE.UU. del personal de seguridad de Presidencia.
El Gobierno brasileño dio los primeros indicios de que el presidente Jair Bolsonaro viajará a Estados Unidos en cualquier momento y evitará participar en el acto de investidura de Luiz Inácio Lula da Silva, el próximo domingo, mientras que un juez de la Corte Suprema suspendió los permisos de porte de armas en Brasilia hasta el próximo 2 de enero, a fin de reforzar la seguridad para la investidura.
La decisión de Bolsonaro de abandonar el país se conjetura desde hace días en Brasilia, pero hasta ahora había un absoluto silencio en el Gobierno que preside el líder de la ultraderecha, quien se ha aislado y casi no aparece en público desde su derrota a fines de octubre en las urnas, que aún no ha reconocido.
Sin embargo, el primer indicio sobre su partida fue publicado este miércoles en el Diario Oficial. Es una autorización para un viaje a Miami de personal de seguridad de la Presidencia, firmada por el general Augusto Heleno, ministro de Seguridad Institucional.
El texto dice que el viaje será entre el 28 y el 29 de diciembre, lo cual sugiere que Bolsonaro partirá hacia Miami en cualquier momento.
La eventual partida de Bolsonaro confirmaría que no participará en la ceremonia de investidura de Lula, ni habrá el tradicional traspaso de la banda presidencial.
El presidente saliente permanece en su residencia oficial en Brasilia desde el 30 de octubre, cuando las urnas confirmaron la victoria de Lula da Silva.
En paralelo, el magistrado Alexandre de Moraes atendió una solicitud planteada por el equipo de Lula, después de que grupos amenazaran con atentados o acciones violentas para intentar evitar que el presidente electo asuma el cargo, en la ceremonia que se celebrará el próximo domingo.
De Moraes justificó la decisión de suspender los permisos de porte de armas en Brasilia a raíz de diversos hechos ocurridos en las últimas dos semanas en Brasilia, atribuidos a grupos violentos que respaldan al presidente Bolsonaro, quien aún no ha reconocido su derrota.
Hace dos semanas, tras la detención de un bolsonarista radical que había amenazado a Lula a través de las redes sociales, decenas de activistas provocaron graves desórdenes en la zona central de Brasilia, donde atacaron una comisaría y quemaron decena de autos.
En tanto, el último fin de semana, la policía desactivó una bomba que había sido instalada en un camión cisterna que se dirigía al aeropuerto. El atentado frustrado fue atribuido a un hombre que fue detenido, se declaró seguidor de Bolsonaro y confesó que buscaba "sembrar el caos".